Una cuarta cosmogonía se comenzó a gestar en el mundo a prtir de 1824
Segundo principio de la termodinámica y evolucionismo
Pero una nueva cosmogonía se comenzó a gestar en el mundo justo cuando la anterior se desarrollaba hasta sus últimos extremos. Solapándose con la previa y en fecha tan temprana como 1824, el ingeniero militar y científico francés, Nicolás Léonard Sadi Carnot va a dar pie a una nueva interpretación de nuestro mundo. Se trata de una quinta cosmovisión en la cuenta particular de interpretaciones generales hechas por el hombre sobre el mundo en el que habita que estamos llevando a cabo. Se basa en el segundo principio de la termodinámica, también llamado «Principio de Carnot». Nuestro mundo que hasta entonces parecía estático y cerrado comenzó a verse como un mundo en evolución fuertemente sometido a las características de los sistemas abiertos por lo que se refiere a la energía. Un mundo sometido a la ley de la entropía creciente, abocado a la disipación energética, al desorden y al caos. (Carnot, 1987)
El evolucionismo de Darwin y otros avances del pensamiento contribuyen también a crear una nueva visión del mundo y del papel del hombre. El mundo ya no es fundamentalmente estático y pasivo sino que está sometido a las leyes de la evolución y puede rechazar los intentos del hombre por cambiarlo.
La teoría de sistemas, con su aportación de “visión sistémica” de las cosas, especialmente de los seres vivos y de los sistemas con propósito, que se formuló a lo largo del siglo XX, puede ser considerada una secuela de lo anterior.
Es difícil establecer conexiones claras entre las ideas realmente abstractas sobre lo que somos y lo que hacemos aquí y el terreno concreto de las máquinas y la tecnología, pero no sería difícil sugerir, que el hombre, a partir de un determinado momento y guiado por las nuevas ideas comienza a construir sistemas (el ordenador y la simbiosis de la tecnología digital con multitud de actividades), en vez de máquinas propiamente dichas de la época “industrial” del hombre.
La Sociedad de la Información y del Conocimiento en la que cada vez entramos con más vigor en el mundo actual puede ser la consecuencia más importante de la nueva cosmogonía: Los hombres a través de la información y el conocimiento estamos adentrándonos en la evolución misma de nuestra especie y puede que nos encontremos al principio de lo que algunos autores, con Bárbara Max Hubbar a la cabeza, llaman el “evolucionismo consciente” (Max Hubbar, 1998)