Continuamos con las grandes cosmogonías que han existido en el mundo hasta nuestros días
La Revolución Industrial
Por lo que se refiere al occidente europeo, una cuarta cosmogonía surge con el Renacimiento, la Ilustración y la Revolución Industrial, y tiene características muy distintas. El mecanicismo es una de ellas. La religión cristiana ha humanizado y dignificado todo, incluyendo la artesanía y el trabajo manual, el cual a partir de entonces no va a ser un mundo de esclavos y bajas clases sociales. Los monjes en sus monasterios practicaron el ora et labora y en sus largos encierros medievales observaron el transcurrir del tiempo. Aprendieron a medirlo construyendo el reloj mecánico, y de ese instrumento surge la idea de Dios como gran relojero del mundo y como gran constructor de mecanismos. El hombre a partir de entonces se entrega a la construcción de máquinas y a actuar sobre la naturaleza a imagen de su Creador. (Mumford, 1979).
Los siglos XV, XVI y XVII con sus gigantes Copérnico, Galileo, Newton, Leibnitz, y muy especialmente el siglo XVIII, considerado el siglo de las luces, con la divulgación de los avances en el conocimiento de la naturaleza, van a conseguir algo trascendental. El hombre que ha desarrollado intelectualmente su cerebro desde los albores de la racionalidad, quizás con los griegos, decide que tal capacidad intelectual puede también aplicarse al mundo físico, a la naturaleza, a algo que comenzó entonces a llamarse ciencia, y a la aplicación de los conocimientos a las artes industriales, relacionadas con la fabricación y utilización de artefactos, herramientas y utensilios.
La primera revolución industrial, surgida y desarrollada casi exclusivamente en Inglaterra desde mediados del siglo XVIII a mediados del siglo XIX, va a ser la gran época de la tecnología moderna. El mundo a partir de entonces entrará en una senda de fuerte desarrollo científico y tecnológico que tendrá una impresionante expansión en el recientemente finalizado siglo XX.
Todo lo vivido en dicho siglo en términos de tecnologías como la electricidad, el automóvil, el transporte aéreo, la producción de energía, incluyendo la nuclear, las telecomunicaciones, los medios de difusión, la electrónica y los ordenadores y miles de otras áreas, es producto de una misma cosmovisión del mundo.