Nanotecnología (I)

Tras las primeras “intuiciones científicas”, por llamarlas de alguna forma, de Feynman y otros autores, a las que se ha hecho referencia en aportaciones anteriores de este blog, acontecimientos diversos marcan la evolución de esta nueva área tecnológica. En 1974, por ejemplo, el profesor Norio Taniguchi de la Tokio Science University, usó el término Nano-Technology (dos palabras unidas por un guión) y lo describió indicando que

“la Nano-tecnología consistía principalmente en el proceso de separación, consolidación y deformación de materiales átomo a átomo o molécula a molécula”

Mas adelante, a finales de los 70 y principio de los 80, esta materia fue estudiada en profundidad por K. Eric Drexler, quien aunque comenzó trabajando en recursos extraterrestres impresionado por el informe del Club de Roma, “Los límites del crecimiento”, quedó deslumbrado posteriormente por la conferencia ya mencionada de Feynman en el Caltech, y se interesó en los años 70 por los trabajos de Taguinuchi. Su libro Engines of Creation, un libro de divulgación y futurista, en el que el autor trata de investigar los impactos de la nanotecnología y otras tecnologías avanzadas, pasa por ser hoy un documento básico y sólido en el que la nanotecnología se asienta. Aunque no desarrolla en profundidad muchos de los avances que describe, sus intuiciones y sus propuestas han resultado enormemente válidas.

Los autores americanos en general no mencionan demasiado el microscopio de efecto túnel (Scanning Tunneling Microscope (STM)) como antecesor de la nantecnología, pero es difícil no tenerlo en cuenta al estudiar la evolución de las tecnologías de actuación a nivel molecular y atómico. Sus inventores fueron Gerd Binnig y Heinrich Rohrer del IBM’s Zurich Lab de Zurich, Suiza. Lo terminaron en 1981 y recibieron la mitad del Premio Nobel de Física de 1986. Además de para representar en tres dimensiones la estructura de la materia a nivel molecular y atómico, — basándose en el también llamado “efecto de barrido de túnel”, fenómeno relacionado en la mecánica cuántica–, los microscopios de efecto túnel han sido utilizados para producir cambios en la composición molecular de los materiales, por lo que deben considerarse como instrumentos básicos para la nanotecnología.

A partir de estos inventos pioneros otros científicos, tecnólogos, ingenieros y hombres de empresa, así como divulgadores de conocimientos avanzados, han hecho aportaciones destacadas en la aplicación de la nanotecnología. Así, por ejemplo, Robert Freitas es un teórico de la nanotecnología; Ralph Merkle ha estudiado la aplicación de la nanotecnología en la medicina: Sumio Iijima es el descubridor de los nantubos; Richard Smalley y Henry Kroto son los descubridores de los llamados buckminsterfullerene y muchos otros que hacen avanzar a diario este interesante terreno de actividad.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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