La Era Cognitiva

Después de un cierto tiempo volvemos a colgar nuevos posts en este blog dedicado a conjeturar sobre el futuro de nuestras sociedades. Lo hacemos refiriéndonos a tendencias claramente identificadas en nuestros días relacionadas con lo digital, lo cognitivo, lo biotecnológico y lo nanotecnológico, entre otros fenómenos en gran manera tecnológicos. El futuro depende mucho, como sabemos, de las tecnologías que desarrollemos e introduzcamos, es decir, de la innovación. Este último término significa en sentido técnico y específico, la difusión en la sociedad de nuevos inventos, su éxito comercial y su incorporación a los procesos productivos y económicos en general. No hay nada en ese sentido tan significativo como la tecnología digital, la cual está dando lugar ella sola a una nueva economía. Pero a continuación, y en parte producto de ella, viene otra gran innovación: la relacionada con el conocimiento, las ciencias cognitivas y la Inteligencia Artificial. 

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Logo de la Era Cognitiva de IBM

Hay en nuestros días una cierta competencia en cuanto a la definición de la época en que vivimos tomando como referencia las tecnologías que constituyen el río que nos lleva a todos. La Cuarta Revolución Industrial es el nombre apoyado por el World Economic Forum que lo utilizó como uno de los “claims” de su reunión en Davos de enero de este año. Google y otros hay que pensar que se esfuerzan por imponer el de Era Digital y nombres asociados como Analytics y Big Data. IBM trata de introducir desde hace algún tiempo el de Era Cognitiva.

Los motivos están sin duda relacionados con el marketing de esas empresas e instituciones, y el caso de IBM parece claro y lógico, ya que lleva mucho tiempo invirtiendo de forma importante en los superordenadores, con el Watson como última estrella, y en Inteligencia Artificial en general. ¡Ya es hora de monetizar lo realizado!, se imagina uno que dicen los directivos de esta compañía. No es extraña, por tanto, la orientación comercial de todo lo relacionado con la IA y con lo cognitivo. En sus páginas webs se puede descargar uno, previamente a dejar todos los datos personales y de su empresa, por supuesto, informes específicos por industrias. Entre ellos: El Futuro cognitivo del sector asegurador, El futuro cognitivo del sector de las telecomunicaciones, El futuro cognitivo del sector y varios otros.

El superordenador Watson es presentado como la gran herramienta actual y de futuro ya que no sólo es capaz de recoger toda la información que se genera en una empresa, sino de analizarla encontrando pautas y patrones, y de utilizarla para actuar y tomar las mejores decisiones posibles. El Watson puede además aprender igual que aprendemos las personas interrelacionándonos unas con otras o más recientemente interactuando con Internet, sus plataformas, sus enciclopedias y sus redes sociales (o social media). Todo ello además por medio del habla natural de los hombres tal como se dice en  artículos explicativos colgados en las plataformas de IBM y empresas asociadas:

“El Superordenador IBM Watson lee y entiende el lenguaje natural de las personas. Es capaz de responder a preguntas complejas en pocos segundos a partir de su avanzada capacidad para analizar ingente cantidad de información. Ante una pregunta, formula hipótesis y escoge la respuesta en la que tiene un mayor nivel de confianza. Muestra los pasos que ha dado para llegar a esta respuesta de una forma clara y sencilla, es decir, presenta su razonamiento. Y, además, aprende de su experiencia, así que es cada vez más inteligente”.

 Machine Learning

Estamos hablando, por tanto, de Máquinas que aprenden, es decir acercándonos de verdad a la verdadera inteligencia humana, la cual hemos relacionado siempre con las capacidades de pensar, entender, razonar, asimilar, elaborar información y emplear el uso de la lógica, exclusivas del ser humano. Y de forma más específica, como lo indican muchos diccionarios, con la habilidad para entender, comprender y en definitiva, con la facilidad para aprender y resolver problemas.

La memoria, el cálculo, la búsqueda de relaciones, la clasificación y muchas cosas más son componentes de esa habilidad y en las más comunes hace mucho tiempo que las máquinas superaron ampliamente a los hombres. Otra cosa es el aprendizaje, la imaginación, la creatividad y otras, detrás de las cuales van los ingenieros informáticos dedicados a la Inteligencia Artificial, el Machine Learning, el Deep Learning y otras materias consideradas hoy parte de la ciencia de los ordenadores, o Informática. Detrás de todo ello está la programación y los algoritmos que permiten reproducir las actuaciones de nuestros cerebros, es decir, el software.  Aparte, claro está, del potentísimo hardware de nuestros días.

Da la impresión de que la Sociedad de la Información y el Conocimiento, como hemos llamado hasta ahora al mundo surgido de la convergencia de las telecomunicaciones, los ordenadores, los audiovisuales y los móviles, va a culminar con una entrada del hombre en el mundo de su cerebro, su inteligencia, su conocimiento y quizás, lo más difícil de alcanzar, su consciencia. El futuro parece estar en estos terrenos.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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