En línea con la posible convergencia de lo físico y lo mental, tema recurrente en este blog, especialmente en los últimos posts, entramos brevemente en lo que sigue en la posibilidad de una economía basada en bienes intangibles. Da la impresión de que en el futuro próximo más miembros de nuestras poblaciones estarán dedicados a la reflexión, a labores intelectuales, culturales, de información y de conocimiento.
Hay una pregunta básica relativa al nuevo mundo hacia el que vamos y se refiere a cómo viviremos en la nueva sociedad que se avecina. ¿Será posible ver a muchas personas viviendo del intercambio de bienes intangibles como los mencionados en el post anterior?. ¿Será posible crear valor añadido para que nuestras sociedades sigan creciendo y evolucionando?. ¿Será posible vivir de otra forma en la que lo intangible, lo cultural, lo intelectual, lo reflexivo, tenga más importancia entre nosotros y vivamos todos de forma más simple en relación con los bienes materiales y de forma más compleja en relación con los psíquicos y los morales?
Si nos fijamos en los acontecimientos históricos, también en paralelo con la Primera Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, algunos economistas pensaron que sólo la naturaleza posibilitaba la creación de valor y la eficiencia, es decir, sólo la agricultura permitía que la producción fuera superior a la materia prima utilizada. Los “fisiócratas”, como fueron llamados, creían que la industria y la manufactura serían actividades estériles en términos de creación de valor y rendimiento económico. No hay nada más parecido a lo que muchos creen de la Sociedad de la Información en relación con las etapas industriales vividas. No se cree que Internet y la Sociedad de la Información y el Conocimiento permitan vivir a grandes porcentajes de población de nuestras sociedades.
Lo indicado, relacionado con la tecnología actual y con la nueva economía, el nuevo trabajo, y la nueva sociedad a la que tal tecnología dará lugar, es una línea de reflexión sobre el mundo actual, pero hay otra más encajada con lo que queremos decir en este trabajo. Esta segunda línea tiene que ver, como indicaremos, con una mayor atención a la mente, al cerebro y a las actividades intelectuales del hombre, incluida la consciencia y el espíritu.