Se hace una breve reseña sobre un libro notable publicado en español al principio del presente año y citado bastante en Internet desde entonces
Los libros sobre el cerebro, su funcionamiento y la forma cómo sus funciones han ido evolucionando hasta llegar a lo más esencial de este órgano, es decir, a la mente, el pensamiento, la conciencia, los sentimientos o la intencionalidad, son muy numerosos en los últimos tiempos. La neurociencia, o neurociencias como prefieren llamarlas algunos, tienen hoy gran predicamento y difusión. No es extraño, ya que el cerebro y la mente son consideradas en la actualidad como las últimas fronteras del conocimiento y de la investigación. A todos nos toca saber hoy qué es lo que se hace en este terreno, particularmente a los dedicados a la reflexión sobre el futuro y a la identificación de las conjeturas diversas hechas en nuestros días sobre la evolución de la especie humana y de las sociedades por ella creadas. En este blog el interés por estos temas es declarado. El cerebro y la mente, así como la Neurociencias, son componentes de las Ciencias Cognitivas a las que se dedica. Los avances en cognotecnología, que constituyen su área de concentración, están muy ligados, como parece lógico, al conocimiento del cerebro y del pensamiento. No se debe olvidar en este sentido que hay autores, como Ray Kurzweil, absolutamente convencidos de que estamos muy cerca de que la inteligencia de los ordenadores supere a la de los humanos y que se muestran totalmente partidarios de la llamada Inteligencia Artificial Fuerte y de la Ingeniería Inversa del cerebro, para conseguirlo.
David Linden un profesor e investigador de Neurociencia en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Maryland (USA), con mucho interés en la divulgación de conocimientos científicos, consecuencia, probablemente, del hecho de ser director de la revista «Journal of Neurophysiology».
El libro merece atención porque desmitifica al cerebro como órgano perfecto y poderoso, producto de la evolución. Su título nos habla de ello y su contenido insiste en la evolución bastante vacilante, engorrosa y poco elegante de este órgano fundamental del hombre y de todos los animales del planeta. Está dedicado, como otros libros recientes, a explicar el funcionamiento de las distintas partes del cerebro, y lo hace, tanto desde un punto de vista morfológico como desde el punto de vista de las neuronas, las sinapsis y otros elementos relacionados con su funcionamiento interno.
Su eje conductor es la evolución biológica del cerebro y, en contra de lo que muchos creen, Linden explica una y otra vez la superposición de tareas, la ineficiencia y la evolución ad hoc y según las necesidades inmediatas, del cerebro y de la inteligencia. No escamotea ningún tema básico desde el aprendizaje, a la aparición de la individualidad, el amor y el sexo, la aparición de los sentimientos y el impulso religioso. Pero en todos ellos nos habla del «poco inteligente diseño» de este órgano.
Utiliza al principo del libro una palabra común al parecer entre los estudiantes jóvenes de su generación, que recoge el hecho de algo ineficiente, falto de elegancia e incomprensible que, sin embargo, funciona. Se trata de «kludge», acrónimo de las palabras inglesas «klumsy» (torpe). «lame» (poco convincente), «ugly» (feo), «dumb» (tonto), «but good enough» (pero lo suficientemente bueno).
La palabra es sacada a propósito del cerebro y de su evolución y como definición da la debida al historiador militar americano Jackson Granholm quien dice que un «kludge» es, «una colección heterogénea y variopinta de partes que apenas se ajustan y corresponden, y que forman un todo de lo más penoso».
Sobre esta visión tan particular e inesperada del cerebro, menciona como inspirador al biólogo francés François Jacob, pionero de la biología molecular, quien escribió: «la evolución actúa más como un «bricoleur» que como un ingeniero, toma los objetos que tiene a mano, los colecciona y los modifica un poco» .
Esta frase quizá constituya el motivo más importante para la referencia que hacemos en este blog al libro de Linden. No es tanto el tema de la neurociencias lo que nos lleva a ello sino la conexión de lo explicado por el autor con la cognotecnología. Se nos antoja que un órgano tan «accidental» y tan poco regido por enfoques ingenieriles, por dercirlo de alguna manera, no puede ser facilmente reproducido por el hombre y su tecnología. Las expectativas de Kurzweil y otros investigadores, la Ingeniería Inversa del cerebro, la Inteligencia Artificial y la cognotecnología en general, puede que sean más complicadas y difíciles de lo que pensamos.