La Prospectiva en España

El término «Prospective», traducido al español como «Prospectiva», fue adoptado tempranamente en España y también la práctica de la disciplina que se creó alrededor de él. Curiosamente, y en una línea mucho más americana, fueron las fuerzas armadas las que más se interesaron por esta materia. El instituto Nacional de El término «Prospective», traducido al español como «Prospectiva», fue adoptado tempranamente en España y también la práctica de la disciplina que se creó alrededor de él. Curiosamente, y en una línea mucho más americana, fueron las fuerzas armadas las que más se interesaron por esta materia en nuestro país. El instituto Nacional de Prospectiva que fue la primera institución oficial que se creo para llevar adelante actividades relacionadas con el estudio del futuro, tuvo como patrocinadores a los ejércitos españoles y al mismo Rey de España. Además de a relatar algunos acontecimientos históricos, este post se dedica a dar indicaciones, muy ligeras por cierto, sobre los distintos enfoques con los que la Prospectiva se ha practicado y sobre algunas de las técnicas que ella se emplean.

(Continuación)

Hay que decir en relación con lo ya indicado en el post anterior, que hablamos de Francia y de los tiempos posteriores a la segunda guerra mundial, años de recuperación, esperanza y renovación intelectual, que estuvieron precedidos de unos años de ocupación alemana y de dificultades sin límite en los que los europeos no eran libres pero luchaban por su libertad. La preocupación intelectual por el futuro parece que surge en esos años en los que los franceses no eran libres físicamente, efectivamente, pero en los que sí lo eran intelectualmente y disponían de su mente y de su imaginación para pensar en años mejores y para visionar futuros más brillantes. “Yo no soy libre”, parece que dijeron los intelectuales de esa época, “pero si lo es mi mente para crear futuros posibles mejores que el presente en el que vivimos”.

En otros países ha habido también movimientos y autores similares, en parte, como es el caso de España, derivados de lo ocurrido en Francia y quizás en otros países. La palabra que aquí se acuñó para denominar a la reflexión sobre el futuro fue, Prospectiva, traducción directa de la palabra francesa.

Con el transcurso del tiempo otras influencias actuaron sobre nuestro país, particularmente la americana sobre la que hablaremos en breve. Todas ellas contribuyeron a que desde el punto de vista del Estado y con la participación muy directa del Rey (entonces príncipe) y de las Fuerzas Armadas, se decidiera crear, hacia el año 1973 ó 1974 del siglo pasado, una institución de estudios prospectivos en Madrid. Se creó de hecho, a primeros de 1976, pero el nombramiento de Adolfo Suárez en julio de 1976 como Presidente del Gobierno y los hechos posteriores obligaron a volver a constituir (o darle forma definitiva a) dicha institución a últimos de 1976, durante la presidencia ya de Adolfo Suárez (nombrado por el Rey Juan Carlos presidente de su primer gobierno, fundador posteriormente de UCD y ganador de las primeras elecciones en democracia de junio de 1977).

Fue lo que se denominó “Instituto Nacional de Prospectiva” institución que se hizo depender del Ministerio de la Presidencia del primer gobierno del Rey Juan Carlos I, Alfonso Ossorio García, quien posteriormente, ya con Suárez, fue nombrado Vicepresidente Segundo del Gobierno. La forma definitiva de esta institución y el comienzo de sus actividades se produjo, por tanto, a finales de 1976, época en la que ya habíamos vuelto a España el grupo inicial de investigadores enviados en 1974 a distintos puntos cardinales del mundo para constituir la primera hornada de investigadores de dicho Instituto.

El que esto escribe, en concreto, estuvo dos años y medio en la Universidad de Pennsylvania (Filadelfia), becado por la Fundación March, estudiando y trabajando con Hasan Ozbekhan (1921 – 2007), Russell L. Ackoff (1919 – 2009), Eric Trist (1909 – 1993), Fred Emery (1925 – 1997) y otros, en temas relacionados con la Previsión Tecnológica y la Prospectiva. Trabajó allí también en Economía de los Cambios Tecnológicos con Edwin Mansfield (1930 – 1997) y muy especialmente con el Premio Nobel de Economía de 1980, Lawrence R. Klein (1920 – ), con el que trabajó en Econometría, Modelos Econométricos y Predicción Económica.

El Instituto Nacional de Prospectiva tuvo una corta vida, fue creado en 1976 y desapareció abrupta y definitivamente en 1982, tras la primera victoria electoral del Partido Socialista. Fue, de hecho, una de las primeras instituciones que hicieron desaparecer sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, y, por supuesto, sin prestar atención a las Fuerzas Armadas y al Rey que tanto interés se habían tomado en fundarla.

El que esto escribe fue pronto contratado por otra institución señera en nuestro país para hacer también trabajos de Prospectiva aunque algo más especializados sectorialmente y con fuerte orientación a las entonces llamadas “Nuevas Tecnologías de la Información”. La institución fue FUNDESCO, antecedente de la actual Fundación de Telefónica, y la fecha la que va de los primeros años 80 a los primeros 90 del siglo pasado.

Comentamos estos aspectos para ver las distintas áreas por las que la Prospectiva puede moverse. Por un lado la Prospectiva a la francesa es una disciplina amplia, intelectual, y cualitativa, que incorpora a muchos profesionales y a disciplinas distintas y que trata de determinar, de conjeturar, de hecho, el futuro en el que viviremos. Las componentes sociales, económicas y políticas de la realidad son siempre más importantes que las tecnológicas en esta aproximación, y el objetivo es más la búsqueda y argumentación lógica del futuro hacia el que vamos que la cuantificación y la determinación concreta de hechos y acontecimientos. Si hay alguna técnica que le vaya mejor a este enfoque es la de construcción de escenarios alternativos.

La identificación de las tecnologías que surgirán en nuestro mundo y su evolución, es otra aproximación a la materia y, de hecho durante muchos años el nombre con el que se conocía al estudio del futuro en los Estados Unidos, que fue el país que más la practicó hace algunos años, fue, precisamente, el de “Technological Forecasting”. Los métodos Delphi, Árboles Morfológicos, Impactos Cruzados y otros son característicos de este enfoque.

Existe también el área de la predicción económica, con modelos econométricos, que aunque algo más especializada suele incorporarse también a los grandes proyectos de Prospectiva.

En la actualidad, por cierto, no existen grandes centros de Prospectiva en el país aunque diversos investigadores jóvenes realizan una meritoria labor en cátedras de diversas universidades. Enric Bas es uno de ellos, es Catedrático de Sociología de la Universidad de Alicante, Director de FUTURLAB y autor de varios libros sobre la materia, incluido el más reciente, en el que actúa como Editor, «Prospectiva e Innovación» (2)

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(2) E Bas y M. Guilló (Editores) (2012), Prospectiva e Innovación, Plaza y Valdés Editores, Pozuelo de Alarcón, Madrid.

(Continúa en el post siguiente)

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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