La presencia de fuerzas armadas españolas en distintos puntos mundiales es cada vez más frecuente
La sociedad española tiene que acostumbrarse y prepararse para las diversas intervenciones de las FAS en cualquier parte del mundo. Esto no debe interpretarse como un problema a solucionar sino como un hecho al que hay que hacer frente. En la actualidad nuestro país tiene varias misiones activas en el extranjero: en el Líbano con 1.070 personas, en Kosovo con 550 personas, en Bosnia y Herzegovina con 250 personas y en Afganistán con 690 personas. Esto hace un total de 2.560 personas permanentemente desplegadas. En diciembre de 2006, el Gobierno de España acordó mantener en 3.000 el número máximo de soldados desplegados en estas intervenciones. Actualmente la cifra oficialmente permitida rebasa las 7.000 personas.
Las Fuerzas Armadas Españolas, también han participado en los últimos años en otras misiones, sobre todo humanitarias y de observación: en Albania en 1999, Mozambique, en marzo de 2000, Macedonia en 2001; Haití en 2004, e Indonesia, en 2005. En 2006, España participó en Darfur (Sudán) con el envío de observadores y en República Democrática del Congo.
Las Fuerzas Armadas Españolas, tras la retirada del servicio militar obligatorio, cuentan con un número relativamente reducido de 132.000 personas (79.127 de tropa y marinería (dato del 12/01/07) y 48.000 oficiales y suboficiales).
Recientemente España ha anunciado la retirada de sus tropas de Kosovo, pero al mismo tiempo se ha comprometido a aumentar las tropas españolas destinadas en Afganistán. Su participación en la vigilancia contra la piratería de Somalia ha aumentado recientemente con el envío de tropas.
España pertenece a la OTAN desde 1982 y lo ratificó en referéndum en 1986. Las condiciones fueron la reducción de bases aéreas y militares de utilización conjunta ubicadas en España desde 1953, año en que se firmaran los primeros acuerdos con EE. UU. desde la Segunda Guerra Mundial, y la no integración en el aparato militar de la Alianza Atlántica. Ambas siguen sin cumplirse del todo. Desde la llegada de la democracia, el contacto directo con naciones democráticas, la progresiva introducción de España en los asuntos internacionales, la profesionalización del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, junto con el esfuerzo económico realizado, han hecho que las Fuerzas Armadas españolas hayan mejorado considerablemente.
El presupuesto de Defensa del año 2008, de acuerdo con el informe anual de la OTAN, es de 12.771 millones de euros.
Es previsible en el futuro la participación en misiones militares bajo la supervisión de la Unión Europea (UE). Debe recordarse a este respecto la existencia desde 1948 de la Unión Europea Occidental (UEO), una organización de defensa y seguridad del ámbito europeo formada por los estados miembros de la UE y los miembros europeos de la OTAN.
A pesar de que la UEO contaba con una estructura propia bien definida, la creciente importancia de la OTAN, establecida en 1949, impidió que la UEO actuara de forma independiente quedando relegada a un segundo término.
Actualmente se plantea que la UE, que pretende tener competencias en seguridad y defensa gracias a su segundo pilar, acabe absorbiendo a la UEO, puesto que todos los países que forman parte de ésta última pertenecen a su vez a la UE y su actividad, además, ha sido casi nula durante todos sus años de existencia.
Durante algún tiempo, en el marco del Tratado de Ámsterdam, se le dio un papel integral a la UEO para dotar a la UE de una capacidad de defensa, pero esa situación está cambiando. El 13 de noviembre de 2000, el Consejo de Ministros de la UEO se reunió en Marsella y acordó iniciar la transferencia de sus competencias a la Unión Europea, en virtud del desarrollo en la UE de estructura de política exterior y seguridad común (PESC) y de una política europea de seguridad y defensa (PESD).