La publicación del libro “Neuroscience & Philosophy. Brain, Mind & Language”, traducido al español con el título, “La Naturaleza de la Conciencia. Cerebro, Mente y Lenguaje”, nos permite volver a tratar el tema de las neurociencias ya tocado en este blog.
Como hemos dicho en anteriores entregas de este blog todo lo relativo al cerebro y a la mente está cargado de futuro. Esos dos componentes del ser humano, tan esenciales y tan íntimamente relacionados que muchos investigadores reducen a uno solo, constituyen una de las últimas fronteras del conocimiento humano y los avances en ella son hoy continuos y espectaculares.
Cuando el hombre se ha dedicado con tanta energía e interés a algún tema de investigación como lo está haciendo con éste, los resultados han sido siempre notables y eso es lo que cabe esperar en los próximos años para el funcionamiento fisiológico del cerebro y sus relaciones con los aspectos psicológicos del hombre. Los impactos sobre la vida humana y sobre las sociedades del futuro serán, probablemente, muy importantes.
Es un terreno en el que colaboran estrechamente los neurocientíficos y los filósofos, como cabría esperar a priori. La “neurociencia cognitiva” es el nombre que se viene utilizando para referirse a esa actividad conjunta de científicos duros y puros que hurgan en las neuronas y las sinápsis y de profesionales del pensamiento subjetivo y cualitativo más tradicional.
Unos y otros quieren saber en qué consiste la percepción, el pensamiento, los sentimientos, la voluntad, la conducta intencional y la conciencia, y ambos grupos de profesionales están deslumbrados por las posibilidades de simbiosis existentes entre ciencia y filosofía.