Un resumen sobre la importancia de los dos conceptos «Complementariedad» y «Entrelazamiento»

Los dos conceptos mencionados en el título de esta entrega han permitido una serie de comentarios en los que se ha hecho uso de forma destacada de las aportaciones de Amit Goswami en varios de sus libros, con particular referencia al último publicado en español «Evolución Creativa». Teminamos dicha serie de comentarios con una llamada a la utilización de las ideas surgidas en ambitos diversos, con particular referencia al de la Física, en la investigación científica de todo tipo.

En resumen, las dos palabras Complementarity y Entanglement, que se han venido utilizando, abren unas posibilidades impresionantes a nuestro mundo. Son junto a la interpretación cuántica a la que pertenecen, parte de una nueva cosmogonía, o interpretación, de lo que los hombres somos y hacemos en el universo. Como tal, y de la misma forma que ha ocurrido en el pasado, su difusión en la sociedad y su conocimiento y aceptación por un porcentaje elevado de hombres y mujeres dará lugar a una nueva sociedad, una nueva tecnología, una nueva economía y, en definitiva, a un “nuevo mundo”. Algunos hablan hoy de nuevas civilizaciones y no resulta extraño pensar que probablemente estemos a las puertas de algo de ese tipo.

Por lo que se refiere a la ciencia materialista y reduccionista contra la que esas concepciones van, sería deseable que los científicos que la practican estuvieran al tanto de estas, digamos, hipótesis de trabajo. El que la consciencia emerja de la materia, los procesos de emergencia producto de la complejificación den lugar a cosas consustancialmente distintas y que partes distantes de la materia orgánica e inorgánica puedan relacionarse sin ninguna conexión entre ellas, son ideas que los científicos duros y puros no deberían echar en saco roto. Incluso los más complicados elementos tratados por Goswami y muchos otros autores actuales, relativos a la existencia de una consciencia cósmica, a la preeminencia de la consciencia sobre la materia y a la existencia de una causalidad descendente, son cuestiones quizá útiles cara al futuro.

Mis dos hijas mayores a las que siguen otros tres hermanos, y perdón por esta referencia a mi vida personal y familiar, son científicas comprometidas y dedicadas. La mayor, Cristina, es doctora en Medicina por la Universidad de Salamanca en donde hizo su MIR y trabajó con el Doctor Jesús San Miguel. Está especializada en Hematología y dedicada a los trasplantes de médula. Aparte de haber hecho prácticas en el famoso Jefferson Hospital de Philadelphia, hizo su programa post doctoral en el Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle trabajando allí con el Dr. Richard A. Nash con el que sigue colaborando. Combina su actividad clínica con la investigación en el terreno de los microarrays de RNA, microchips a los que se fijan partes de ADN y de RNA para averiguar la expresión de genes, pudiéndose monitorizar miles de ellos a la vez.

La segunda, Virginia, es bióloga molecular y ha sido investigadora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid. Ha formado parte del equipo de Margarita Salas y ha llevado a cabo allí su tesis doctoral. Hizo prácticas con Ángel Pellicer en el Laboratorio Central de la Universidad de Nueva York (NYU) y en la actualidad es investigadora en el Memorial Sloan- Kettering Cancer Center de Nueva York. En la actualidad trabaja en un proyecto que tiene como objetivo el “Entendimiento del silenciamiento de genes mediado por microRNAs e implicación de los p-bodies (Cytoplasmic Porcessing bodies)”

Como se indica en la descripción del proyecto, los MicroRNAs (miRNAS) representan una gran familia de pequeños RNA (o ARN en español) no codificantes que funcionan como los mayores desencadenantes endógenos de las interferencias sobre el ARN. Cientos de miRNAs han sido identificados a través de la clonación de pequeños RNA, predicciones bioinformáticas, y altos volúmenes de pyrosecuenciación (método especial de secuenciación del ADN basado en el principio de secuenciación por síntesis). Se ha predicho que más del 40 % de los genes del genoma humano son objetivos de la regulación por parte de los miRNAs. Ciertos estudios han mostrado que los miRNAs están implicados en un amplio rango de procesos fisiológicos incluyendo la proliferación de células, su diferenciación y su apoptosis (muerte). También resulta hoy claro que los mRNAs están emergiendo como factores importantes en el desarrollo de enfermedades. A pesar de ello todavía se conoce muy poco sobre cómo trabajan las moléculas de esos pequeños RNA no codificantes.

Mis hijas son científicas y sé que buscan en sus trabajos la explicación real de los fenómenos, las relaciones causa-efecto y las leyes que rigen, en su caso, las partes más profundas de la fisiología humana. Tienen que aplicar el método científico y tratar de demostrar todo empíricamente. Sus trabajos, por tanto, se desarrollan a través de experimentos continuos en el laboratorio.

Pero ellas saben también que la investigación más dura y pura debe completarse con ciertas hipótesis sobre cómo pueden ser las cosas en nuestro mundo, especialmente cuando, como ocurre en sus casos, trabajan sobre la vida y sobre los seres humanos. Saben además que la imaginación y la creatividad son características imprescindibles de un buen científico. Goswami señala a la creatividad como la función más genuina de esa “consciencia cósmica” a la que llama Dios. Mi sugerencia a las dos es que sin abandonar el rigor y la disciplina de la investigación científica se abran a conceptos como los de emergencia, complementariedad y enredo, o entrelazamiento, tratados en este Blog.

En el fondo es lo que hacemos en Prospectiva. Para entender mejor el presente y poder actuar más inteligentemente sobre sus problemas, imaginamos hipótesis sobre el futuro y describimos escenarios alternativos. No es necesario que tales hipótesis y tales escenarios se cumplan, sólo los necesitamos para saber más y decidir mejor en el presente.

Y, por último, una pequeña nota en relación con mi atención a estos temas sin ser físico, químico o biólogo. La respuesta es simple, un prospectivista debe tratar de entender todo lo que se mueve a su alrededor y debe ser imaginativo y creativo. Es la única manera de poder pensar en el futuro y en lo que puede ocurrir en nuestras sociedades en los años por venir. De ninguna forma me considero especialista en estos temas, sólo trato de entender nuestro mundo y las cosas mágicas que en él se producen.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

Deja tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.