Queremos tratar pronto en este blog el gran proceso de transformación industrial y económica conocido como «Segunda Revolución Industrial», relacionado muy directamente con los generadores de electricidad, el motor eléctrico y la electrificación e iluminación de las ciudades y de todas las actividades productivas, pero antes debemos dedicar algunos posts a los grandes avances que supusieron el teléfono por un lado y la telegrafía sin hilos por otro.

Después del telégrafo y su impacto económico, que fe muy importante, sobre todo en los Estados Unidos, se produjo el avance destacadísimo del teléfono del que fue figura central, como sabemos, Alexander Graham Bell.
Nos hemos referido ampliamente a este inventor y a su obra en etapas anteriores de este blog por lo que sólo haremos un resumen de algunos aspectos destacados.
Alexander Graham Bell (1847-1922) fue un escocés, nacido en Edimburgo, cuya profesión hasta sus 25 ó 26 años fue la de logopeda en línea con una tradición familiar que se extendía a su padre y a su abuelo. El primero Alexander Melville Bell (1819-1905) fue un conocido profesor e investigador en el terreno de acústica fonética y autor de numerosos trabajos sobre elocución y creador del llamado en inglés Visible Speech. En cuanto a su abuelo, Alexander Bell (1790-1865), fue maestro de elocuencia en Londres y tuvo por alumnos a muchos actores de teatro. Una historia no confirmada dice que escribió una pequeña novela sobre la enseñanza de un buen inglés a una chica joven de baja clase social, en la que al parecer se apoyó el dramaturgo George Bernard Shaw (1856-1950) para escribir su famosa obra Pigmalión.
Alexander Graham Bell emigró con su familia al Nuevo Mundo en 1970, instalándose en la ciudad de Paris cercana a Toronto. Desde allí muy pronto se mudó a Boston en donde a su profesión de logopeda y a la misión de difundir el Visible Speech de su padre y enseñar a hablar a los muchos sordomudos de la zona, desarrolló su pasión por la ciencia y su vocación de inventor. Anteriormente en su Gran Bretaña natal había dado muestras de sus habilidades y había llevado a cabo varios inventos además de haber construido junto a su hermano menor Edward un autómata que reproducía vagamente la voz humana. Hizo experimentos transmitiendo el sonido a través de un sistema de diapasones y resonancias y se interesó muy seriamente por la teoría del sonido, estudiando a fondo el libro de Hermann von Helmholtz (1821-1894), famoso en la época, Sensation of Tone.
Boston era entonces una ciudad ideal en relación con sus intereses ya que existía desde 1861 el MIT, era una ciudad culta, científica e industrialmente muy activa y en la que había en la época un gran interés por el telégrafo y la electricidad en general. Sonaban ya jóvenes inventores-emprendedores como Thomas Alva Edison (1847-1931), Elisha Gray (1835-1901) y otros. El primero tenía ya 70 patentes hacia 1974 ó 1975 cuando comenzó la carrera por el teléfono y había sido fundador de Western Electric Company, una compañía dedicada a la fabricación de equipos para las redes telegráficas.
Edison, por otra parte, probablemente el inventor más prolífico de la historia, ya había propuesto una solución al gran problema tecnológico del momento: la multiplexación de frecuencias, o, dicho de otra forma, la emisión de más de un mensaje a la vez por una misma línea telegráfica.
Precisamente este tema, de actualidad en la época, por el que luchaban muchos inventores y empresarios fue lo que captó la atención de Gardiner Greene Hubbard (1822-1897) y otros inversores de la ciudad, en relación con las ideas de Bell. Ya en Gran Bretaña había sugerido la posibilidad de que los sonidos, no sólo de las vocales sino de las consonantes, pudieran ser reproducidos eléctricamente. A Gardiner Hubbard y otras personas adineradas de Boston, como el dueño de una enorme finca de caballos y comerciante en cueros, Thomas Sanders, a las cuales tuvo acceso Bell por ser profesor de sus hijos sordomudos, les parecieron muy interesantes las ideas de multiplexación basadas en las vibraciones de instrumentos musicales como el violín que él les explicaba. Bell que era un buen pianista y muy sensible a la música, les había indicado que igual que de una misma cuerda podían salir muchos tonos, por una misma línea telegráfica se podrían transmitir diversas frecuencias[1].
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[1] Alexander Graham Bell, como se sabe, se casó con la hija de Gardiner Hubbard, Mabel, que había sido su alumna. La boda tuvo lugar el 11 de julio de 1977 poco más de un año después de la presentación del teléfono en la exposición internacional de Philadelphia organizada para celebrar el primer centenario de la independencia de los Estados Unidos.