¿Por qué es tan difícil encontrar soluciones a las crisis económicas?

La débil recuperación de la economía española está resultando, dadas las condiciones de otros países cercanos de la UE, un pequeño milagro. Hay optimismo en el Gobierno y su presidente no deja de pregonar el éxito conseguido y de insistir en que la crisis económica ha quedado atrás. Ojalá sea así, pero las cosas no están nada claras a este respecto ni para España ni para Europa. Las predicciones más serias indican la posibilidad de una nueva recesión, y si no es eso exactamente lo que puede ocurrir, sí es probable un crecimiento mínimo durante un largo periodo de tiempo. Es lo que se llama «estancamiento secular», a lo que se ha hecho ya amplia referencia en este blog. Preguntarse por las causas de ese estancamiento y por los motivos por los que resulta tan difícil salir de esta crisis económica es muy oportuno ahora y es el tema al que dedicamos éste y los próximos posts. Utilizamos para ello un libro de reciente publicación de George Soros.

¿Por qué es tan difícil encontrar soluciones a las crisis económicas?
Aunque comencé a escribir sobre austeridad en los últimos posts con muchas dudas sobre su actualidad por haber sido un tema tratado desde el punto de vista teórico hace varios años, tras los trabajos de Reinhart y Rogoff sobre las crisis financieras en los ocho últimos siglos, estoy descubriendo que sigue siendo un tema muy actual, sobre todo entre los periodistas. La austeridad es un hecho desde luego en nuestro país en la forma que ya he indicado en posts anteriores, pero el que los periodistas se refieran a él siendo un tema ya antiguo, no deja de sorprender.

En una tertulia reciente le he oído a una miembro destacada de este grupo de profesionales una frase curiosa: “en la dinámica de austeridad en la que estamos metidos…”. Puede que sea una frase afortunada, pero es errónea, porque la austeridad económica no es dinámica ni lleva a ningún dinamismo, muy al contrario, la austeridad lleva al enfriamiento y a la inmovilidad. Es verdad que la palabra “dinámica” está utilizada en esa expresión para indicar generalización o difusión, pero hubiera sido más correcto hablar, por ejemplo, de “círculo vicioso de austeridad”-

La austeridad es un verdadero círculo vicioso que como digo lleva a la parálisis. Hasta tal punto que uno se extraña de que eso no sea entendido por todos los componentes de una sociedad, especialmente por las grandes empresas, de las que dependen muchas otras empresas, por los fondos de inversión y por las personas más acaudaladas y con más liquidez. Todos se perjudican con este fenómeno, sobre todo cuando se confunde el control de costes y el necesario equilibrio de las cuentas con la austeridad como concepción o como actitud.

Pero eso nos lleva a algo que resulta muy difícil no plantearse después de siete años de crisis económica y elevado desempleo: ¿nadie sabe cómo resolver esto?. Con tanta inteligencia, tanto talento, tantas instituciones, tantos economistas y, por decirlo de una forma simbólica, tantos Premios Nobel, ¿cómo es posible que la gente se muera de hambre en el mundo en su conjunto y ahora, casi también, en los países hasta ahora desarrollados?. Y cuando menos, ¿cómo es posible que personas honradas, trabajadoras y a veces bien preparadas, no puedan vivir en sociedades como la nuestra?. Muchos en nuestro país no se dan cuenta de la gravedad de la situación, no sólo por las personas que no pueden vivir, sino por fenómenos como la desaparición de la clase media, el deterioro de las actividades culturales, el empobrecimiento de la base científica y tecnológica del país y las nuevas generaciones que se van a perder si esto continúa así.

No es extraño que mucha gente esté desesperada y que algunos individuos reaccionen con violencia contra los políticos y las instituciones, a los que consideran responsables de lo que está ocurriendo por activa o por pasiva, es decir, por no hacer nada o por no saber qué hacer.

En los últimos días hemos sido testigos en nuestro país de algunos intentos de medidas en la dirección correcta, tanto con planes de ayuda a los desempleados de larga duración como con cierta movilización de las grandes empresas hacia el apoyo a otras empresas, pero son bastante tímidas y no tendrán impacto importante en el conjunto de la economía.

En la calle todo el mundo duda sobre si, es que no se quiere, no se puede, no se sabe o es imposible de por sí arreglar la situación.

El gobierno actual me parece a mi que no lo ha hecho mal en términos económicos, como ya he dicho en anteriores posts, y siento también que el partido en el gobierno es el único que puede seguir encauzando las cosas. Pero al mismo tiempo creo que ha confiado demasiado en la teoría económica más ortodoxa para salir de la crisis, además de comprometerse a cumplir con excesiva exactitud y rapidez las rígidas condiciones exigidas por la Unión Europea.

Lo mismo parece ocurrir con Europa en su conjunto. Hay concepciones de las cosas rígidas y obstinadas por lo que se refiere a los políticos y teorías económicas falsas por lo que tiene que ver con los economistas.

Resulta oportuno tras lo dicho hacer referencia al último libro de George Soros en el que se refiere a estas cuestiones. Un libro hecho en realidad por el periodista alemán Gregor Peter Schmitz en forma de cuatro largas entrevistas a Soros sobre otros tantos grandes temas: 1) ¿Se mantienen en la Unión Europea los ideales sobre los que se fundó?, 2) ¿Que ha causado la crisis del Euro y qué se puede aprender de los errores cometidos?. 3) ¿Cuáles son las relaciones actuales entre las políticas de la UE y de los países miembros y los mercados?. 4) ¿En qué dirección se mueve la UE?.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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