Nuevo modelo productivo

Introducimos en este nuevo post las ideas de un «crecimiento potencial especial» y de un «nuevo modelo productivo», unas ideas nuevas (sobre todo la primera) surgidas ante el hecho fehaciente en nuestro país de que «hay muchas cosas que hacer en términos económicos y muy pocos puestos de trabajo para hacerlas». La cuestión subyacente es, que si hay factores de producción en exceso, como es el caso de la mano de obra, ¿por qué no utilizarlos?. La existencia de factores de producción excedentes debe ser interpretada en principio como una ineficiencia del mercado y esto es algo que se puede y se debe corregir. Aunque el tema del alto desempleo español ha sido estudiado y discutido por decenas de estudiosos y de mil maneras distintas, no se han encontrado soluciones hasta ahora. La conclusión más extendida es que es algo estructural, lo cual es sinónimo de que no sabemos por qué hay una tasa de paro tan alta permanentemente.

(Imagen de arriba tomada de tsostenibles, Nuevo Modelo Productivo,
https://empresa.unlugarmejor.com/nuevo-modelo-productivo/ )

Nuevas instituciones productivas

En el post anterior hemos entrado en el tema de nuevas áreas de producción y actividad económica. Es algo que necesitaría una dinámica económica de la que carecemos hoy en nuestro país, y no debemos esperar que el Estado protector la ponga en marcha. La Sociedad Activa, como he decidido denominar a la Sociedad Civil, para evitar el sentido particular de esta expresión para referirse a la empresa como institución, debe generar, no solo nuevas actividades, sino los mecanismos para hacerlas posibles de manera autónoma y espontánea. Uno de ellos debe ser, por supuesto, la atracción de capital hacía estas “nuevas actividades”.

Sería la respuesta a la cuestión de que, “hay muchas cosas que hacer en nuestras sociedades y pocos puestos de trabajo para hacerlas”. Las empresas son las llamadas a generar dichos puestos y el beneficio obtenido con ellas el motivo para crearlas. En pro de los beneficios la gente está dispuesta a poner su dinero en actividades productivas y correr un riesgo en ello. Las sociedades han creado dichas instituciones, hoy en forma de responsabilidad limitada, a través de un largo proceso de prueba y error

Hoy debemos encontrar la forma de seguir creando empresas y buscar, quizá, otras formas institucionales más cercanas a la gente común y a sus posibilidades.

Como bien sabemos, en las sociedades actuales hay otras instituciones, distintas de las empresas, involucradas en los procesos productivos y generadoras de puestos de trabajo. Por ejemplo, las Fundaciones, Asociaciones, Cooperativas, ONGs, instituciones de beneficiencia y otras.

Economía Colaborativa

En cuanto a crear actividad económica desde dentro de la sociedad y apoyándose en la idea de prestarse servicios unos a otros, ya hemos mencionado el movimiento creado por Uber, Cabify, Airbnb, Deliveroo, Glovo y muchas otras empresas en sectores diversos que son menos conocidas. Es lo que se llama, Economía Colaborativa, y permite, por ejemplo, en el caso de Uber y Cabify, que personas educadas y preparadas, pero con cierta edad, consigan el añadido económico necesario para llegar a final de mes prestando servicios de transporte a sus vecinos.

Hay muchas críticas a estas actividades en diferentes direcciones, tanto por los contratos basura que utilizan, los bajos sueldos que imponen y la precariedad general que crean, amén, claro, de ser servicios impartidos por empresas multinacionales que tratan continuamente de evadir impuestos. Así como por el ataque que suponen a sistemas de transporte bien establecidos como el sector del taxi en las grandes ciudades.

Pero mejor es algo que nada, y desde luego en el caso de los servicios de transporte, hay personas enormemente satisfechas de lo que consiguen. En la actualidad, por otra parte, hay un movimiento de empresarios españoles dispuestos a entrar en esos negocios corrigiendo las condiciones deficientes de contratación y sin duda se producirá un proceso de mejora. Lo triste es que no se nos ocurran a nosotros negocios tan simples en principio como llevar al aeropuerto a vecinos de nuestra propia urbanización.

A eso me refiero con encontrar soluciones para el desempleo y el crecimiento desde dentro de nuestras sociedades y poniendo en práctica la capacidad personal de emprendimiento. Es lo que llamo la Sociedad Activa, utilizando el título de un libro del gran sociólogo americano Amitai Etzioni. (Nacido en 1929)

Áreas de actividad generadoras de un crecimiento potencial especial

Hay por lo menos seis grandes áreas de actuación para estas actividades: 1) la innovación científica y tecnológica que es siempre fuente de creación de empresas y de crecimiento; 2) áreas convencionales ya en marcha como la economía de Internet, de las plataformas y de las Apps, en la que hay actividad pero no la suficiente; 3) la economía colaborativa, relacionada con prestarse servicios unos a otros; 4) la economía circular, relacionada con el cambio climático; 5) la economía de la transformación energética, en parte relacionada con la anterior; y 6) la economía social y el emprendimiento social.

Puede haber muchas más y eso da la razón a los que creen que hay bastantes cosas que hacer en nuestro mundo. Las hay, y todas ellas podrían formar parte de un Nuevo Modelo Productivo. Es un modelo potencial, o virtual, es decir, no existente, pero con posibilidades de ser creado.

Dentro de dicho modelo es fundamental la existencia de capital, algo escaso hoy en día a pesar de la enorme liquidez existente en el sistema económico mundial. Hay dinero, pero está muy desigualmente distribuido, se refugia en la economía financiera y no quiere correr riesgos en proyectos empresariales de otras personas.

Cómo conseguir el interés del capital por estas nuevas actividades es fundamental. Formulas como el crowdfunding, los business angels y otras, así como las más tradicionales, empresas de risk capital, venture capital o fondos de inversión convencionales, están llamadas a hacer realidad ese “Crecimiento Potencial Especial” del que hablamos.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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