Muerte por “financiarización”(y III)

El presente post es el tercero y último dedicado a la muerte por «financiarización». Abordamos en él los efectos colaterales negativos de un exceso de economía financiera, o, como dicen los economistas, el impacto de las externalidades negativas de tal fenómeno. Como persona que reflexiona y escribe desde dentro del sistema, no consigo otra cosa que inundarme de perplejidad. Vivimos en un mundo, y especialmente en una economía, llena de incompatibilidades, contradicciones y antinomias. La economía financiera que hemos creado exige libertad, regulación mínima y no intervención de los gobiernos, pero, con frecuencia, ello se traduce en caos, irregularidades, fraudes, corrupciones y efectos negativos sobre el bien común. Lo de a río revuelto….

No siendo suficiente la existencia de leyes y de un sistema judicial eficiente. No son delitos muchas veces lo que existe, sino transgresiones y «tierras de nadie», con el desenlace de que unos pocos se benefician y unos muchos se perjudican. Es la existencia de dimensiones negativas en algo creado con intenciones positivas. Hemos construido la economía financiera con el fin de activar la economía, generar empleo y aumentar el crecimiento, pero, en realidad, este tipo de economía no responde a las expectativas. Y lo decimos sabiendo que muchos pequeños inversores tienen el dinero ahorrado a lo largo de una vida digna de trabajo y esfuerzo, depositado en gestoras de fondos. No vamos en absoluto contra las gestoras ni contra los pequeños o medianos inversores. En realidad no vamos contra nadie, y, muy al contrario, pretendemos un sistema que proteja los ahorros de todos.

(Imagen de arriba tomada de la Web de SINC Ciencias. Los atardeceres de cuadros famosos informan sobre la atmósfera del pasado. https://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-atardeceres-de-cuadros-famosos-informan-sobre-la-atmosfera-del-pasado )

El capitalismo financiero genera desigualdad

La dama del armiño
(La dama del armiño, Cuadro de Leonardo da Vinci. The National Museum in Krakow. https://es.wikipedia.org/wiki/La_dama_del_armi%C3%B1o)

En el post anterior hemos aludido a efectos colaterales negativos de la finaciarización, pero hay algo más, dicho sea de paso, porque no nos guía en absoluto criticar a nadie en particular. Solo tratamos de analizar y comprender lo que Stiglitz llama la Era del Malestar, pero sin bajarnos del tren que nos lleva y sin querer destruir el sistema imperfecto del que vivimos.

Creo que todos conocemos las increíbles fortunas que han acumulado determinados gestores de fondos. En estos tiempos de dificultados hablamos de las ganancias de los deportistas de élite, pero nadie menciona a directivos o dueños de gestoras de fondos cuyas fortunas superan con creces a las de dichos deportistas. El esfuerzo, las habilidades necesarias y los riegos en los que se entra, pueden ser elevados, pero las ganancias son siempre considerables en relación con todo ello.

El negocio de las gestoras de fondos

Todos conocemos el caso de personajes que se hicieron millonarios a los 35 años y que a los 50 ya eran multimillonarios. Las cuentas son muy fáciles. Supongamos una gestora de fondos con 4.000 millones de Euros de capital puesto en sus manos por ahorradores diversos, lo cual, no lo dudemos, ha requerido esfuerzo y habilidad por parte de la gestora. Supongamos también una comisión por estar allí de entre 1 y un 1,5 % anual, comisión que en general les parece razonable e incluso baja a los poseedores de capital. El resultado es un tipo de actividad que requiere , como cualquier otra de carácter empresarial, personas, recursos, conocimientos y capacitación, pero que debido al poder multiplicador del dinero a gran escala produce unos resultados muy elevados.

Una actividad admitida que no debemos estigmatizar

Es cierto que dicha gestora de fondos teórica, simplemente por abrir sus oficinas por las mañanas (como dice un amigo mío) ya tiene unos ingresos de entre 40 y 60 millones de Euros anuales. Es un ejemplo, una vez más, de la economía de escala que se produce con el dinero. Un 1 % es una comisión muy baja, pero aplicada a una capitalización tan alta, produce unos resultados espectaculares. Aunque, como es lógico, tampoco debemos engañarnos, el personal necesario para esa actividad puede ser importante en número, necesita estar muy cualificado y está en general muy bien remunerado. No nos podemos olvidar de ello, ni tampoco de que atraer capital es siempre una tarea complicada y hacerla rentable lo es mucho más, a la vez que de alto riesgo.

Es decir, las gestoras de fondos son empresas que constituyen un área de actividad como otra cualquiera, aunque con características especiales y distintas a las tradicionales empresas productoras de bienes y servicios. No debemos, por tanto, estigmatizarlas, aunque sí analizarlas y determinar sus efectos positivos y negativos sobre nuestras sociedades.

El número creciente de gestoras de fondos

Lo cierto es, sin embargo, que si se considera el número creciente de gestoras de fondos, de fondos de inversión propiamente dichos, los múltiples tipos de empresas de intermediación ya aludidas y los altos ingresos de sus dueños y directivos, se puede tener ya una idea clara del motivo del aumento de la desigualdad en el mundo en los últimos diez o doce años.

Y no es ese solo el impacto colateral negativo del capitalismo financiero o hipercapitalismo. De acuerdo con ciertos estudios la financiarización de la economía produce bajo crecimiento y alto desempleo, además de una tendencia del capital a abandonar la economía real y a unirse a la economía financiera. La cual, en los buenos tiempos, tiene una rentabilidad considerablemente mayor que el dinero puesto en empresas industriales o de servicios.

La inestabilidad es otra de las secuelas que se mencionan, estableciendo algunos observadores y estudiosos una correlación entre euforia financiera y crisis financieras periódicas. Las crisis ponen a cero los marcadores y, de hecho, tenemos muchos conocidos, amigos y familiares, inversores en los mercados de valores, y algunos de ellos, después de muchos años de experiencia nos dicen que el mercado financiero es como un casino. Si tienes suerte y eres cuidadoso, al final te quedas como estabas. Pero en los casinos, y como sabemos, hay alguien que siempre gana. Y, hay también, por decirlo todo, profesionales serios que ganan un dinero de forma honesta y razonable en este sector.

Nuevas ecuaciones para la teoría cuantitativa del dinero

El dinero acumulado en el mundo es impresionante y la verdad es que la economía productiva no podría hacer uso de todo él, sobre todo en una época en la que hay escasez de revoluciones tecnológicas superpuestas y las que hay no necesitan las grandes inversiones de las tecnologías del pasado. Eso exige algunas variaciones en la teoría económica y en sus ecuaciones, por ejemplo, en la teoría cuantitativa del dinero. Menciono esta vieja teoría siendo consciente de su baja utilidad en la economía actual.

En un post anterior de este mismo blog hemos glosado la teoría cuantitativa del dinero, formulada por el gran economista americano, Irving Fisher (1867 — 1947). Propusimos allí lo siguiente:

En relación con la dualidad entre economía real y economía financiera, tengo la opinión de que deberían formularse dos ecuaciones en la teoría expuesta por este autor. Una para las inversiones monetarias, financieras o especulativas, y otra para la economía real de producción e intercambio de bienes y servicios. Algo así como:

1.- Economía financiera: MFxVF = PFxTF (MF= Masa monetaria dedicada a fondos financieros especulativos; VF= Velocidad de intercambio de dichos fondos; PF= Precios de las transacciones; TF= Transacciones realizadas).

Una ecuación, por cierto, menos robusta que la relativa a productos y con mucho menos significado.

2.- Economía de bienes y servicios: MRxV = PxQ (MR= Masa monetaria realmente dedicada a la producción de bienes y servicios; Resto de variables las utilizadas en la actualidad)

Una ecuación única

O, alternativamente, utilizar un parámetro para especificar que no toda la M3 o Masa monetaria total, puede ser utilizada para hacer cálculos sobre los precios o sobre la producción. Sería algo así como:

(1-m)xMxV = PxQ

Siendo m un valor menor de 1 que muestre el porcentaje o, mejor dicho, el tanto por uno, de masa monetaria total dedicada a la especulación.

A medida que este porcentaje aumente habrá menos masa monetaria dedicada a la producción de bienes y servicios, y como consecuencia, en una época como la actual de precios estables, menos producción y menos crecimiento.

Crowding out bursátil

Se me ocurre además que hay otro término de la economía real aplicable a la competencia por atraer dinero entre la economía real o productiva y la economía financiera o especulativa. Es el conocido como crowding out, muy utilizado años atrás cuando el gasto público era importante. Hace unos años se hizo muy popular para designar la competencia entre el gasto público y el consumo e inversión privados. Si el primero aumentaba, se reducía el dinero disponible para el segundo, y,como consecuencia, subían los tipos de interés.

Lo mismo puede estar ocurriendo ahora entre el “capital financiero” y el “capital productivo”, aunque, en esta ocasión, no se produzca impacto algunos sobre los tipos de interés. Puede que estemos ya en lo que podría denominarse un “crowding out bursátil”

Con la particularidad de que en esta época de baja inflación y tipos de interés cero, no detectamos con facilidad las distorsiones producidas en la economía por ese fenómeno.

Todo apunta a que la economía financiera, el capitalismo financiero o el hipercapitalismo, como quiera que lo llamemos, es muy peligroso para el capitalismo mismo y para la marcha de nuestras sociedades. Si se deja funcionar sin control y sin regulación es peligrosísimo, puede acabar con el propio capitalismo, aunque, al mismo tiempo, se entienda que es un tipo de economía que no funciona sin libertad, supuestamente absoluta.

Como tantas veces ocurre en nuestras sociedades avanzadas, es una incompatibilidad, antítesis o contradicción más de las muchas existentes en ellas, especialmente en el terreno económico. La «eficiencia es incompatible con la igualdad», es una de las más conocidas.

El resumen es, dicho exageradamente, que la financiarización puede matarnos. Y que el capitalismo, al que consideramos un sistema de organizarnos bastante válido, debe protegerse de sí mismo.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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