Terminamos con este post el breve recorrido por el pensamiento de Teilhard que hemos intentado, utilizando las propias palabras de este autor y las de algunos de sus conocedores más profundos. Desde que iniciamos el tema «Avances científicos y tecnológicos actuales. Posibilidad de una convergencia entre ciencia y consciencia», hace ya bastantes posts, vamos buscando indicios de una convergencia entre lo físico y lo espiritual. Convergencia que cada vez resulta más evidente.
La cita de Teilhard era obligada en este terreno, ya que él se adelantó a este fenómeno hace ya muchos años, en una época en la que todavía no se había avanzado tanto como ahora en temas como la mecánica cuántica, la Física de Partículas y. el Cosmos Cuántico. Así como, tampoco, en temas como la «naturalización del espíritu».

Para profundizar algo más en el pensamiento de Teilhard he acudido a uno de los autores actuales especializado en su pensamiento, jesuita como él y además amigo personal del que esto escribe. Se trata de Leandro Sequeiros autor de las dos monografías recientes, Teilhard en mi corazón y Teilhard de Chardin. Para los que dicen no saber (casi) nada de Theilhard.
De forma esquemática entresaco varios de los aspectos del pensamiento de Teilhard a los que el P. Sequeiros se refiere de la siguiente forma:
“Vivimos en un universo que cambia de forma irreversible”.
“El pensamiento de Teilhard es un pensamiento lineal, hacia adelante y hacia arriba, sin vuelta atrás”.
Un pensamiento unificador
“Se puede decir que el pensamiento unificador de Teilhard en el que se incluye la biología y la paleontología, la prehistoria y la paleoantropología, la filosofía de Bergson, San Pablo, la mística y la poesía va emergiendo dentro de él desde muy pronto”.
“Muy pronto emerge en él la conciencia de una deriva profunda, ontológica, total del universo, no como una noción abstracta sino como una presencia en torno suyo (El corazón de la Materia)”
“Concibe entonces la humanidad como la envoltura pensante de la Tierra (El corazón de la Materia, 2002, 29-30)”.
“Están ya presentes los tres elementos de la cosmovisión teilhardiana: el sentido cósmico, el sentido crístico y el sentido humano que inician su convergencia”.
“En sus primeros años en China en su mente se construye el sentido crístico y el sentido cósmico”.
“Hacia 1934 describe la llamada ley de complejidad-conciencia. Propuesta como una ley científica con fundamentos en la paleontología y con razonamientos filosóficos”
“Hacia 1945 el pensamiento de Teilhard, centrado definitivamente en el porvenir, se preocupa de los fenómenos de socialización y de la colectivización”.
“En sus últimos años está dominado por la visión de un ultra-humano colectivo como término de la historia temporal, hacia la que converge, coherentemente, la visión cristiana de la historia como preparación de la parusía de Cristo y espacio de la incorporación de la humanidad redimida en el Cuerpo Místico”.
A modo de síntesis
Tratando de hacer una síntesis del rico pensamiento de Teilhard, el Padre Sequeiros emite los siguientes comentarios:
“La pasión de Teilhard de Chardin fue siempre el desarrollo de una cosmovisión humana, religiosa, cristiana y mística que puede sintetizarse como la evolución en su sentido espiritual y convergente”.
“Todo lo que existe, incluida la idea que tenemos de Dios mismo, está sujeto a un proceso de cambio irreversible, de gran transformación cósmica, biológica, humana y social”.
“El mundo en que vivimos no es un mundo hecho, sino que es un mundo que se va haciendo. Existe física, social y espiritualmente, un proceso ininterrumpido de transformaciones naturales dirigidas hacia la aparición de lo humano. El universo lo percibe Teilhard místicamente dirigido, orientado, convergiendo”.
La dirección de la evolución está en lo espiritual
“La novedad y originalidad de Teilhard estriba en que pretende encontrar la dirección de la evolución en lo espiritual”.
“El futuro supera a la persona y se expresa en la humanidad y la superhumanidad. Y esa superhumanidad está siendo atraída por un foco que identifica como Punto Omega el final de todo”.
“En la última tesis de su gran sistema, aparece el último eslabón del proceso: la concepción teilhardiana del Cristo cósmico”.
Todo su pensamiento, nos dice Sequeiros, gira alrededor de los tres conceptos, “divergencia”, “convergencia”, “emergencia”. Los tres muy actuales hoy y que son los que impregnan este trabajo.