En los próximos posts vamos a referirnos a la convergencia cada vez más clara entre ciencia y consciencia, ciencia y espíritu y ciencia y religión, que se está produciendo en el mundo actual. Argumentaremos que tal fenómeno está basado en los avances tecnológicos recientes, comenzando por las llamadas tecnologías exponenciales o tecnologías digitales. Más adelante mencionaremos también avances científicos como la Relatividad General y la Mecánica Cuántica, las cuales nos están llevando a concepciones de nuestro mundo que se contraponen a las explicaciones de la física clásica y de la mecánica newtoniana.
Son tecnologías llamadas “exponenciales” regidas por la “ley de los retornos acelerados de la tecnología” que pueden llevar al hombre y a la humanidad a una época de “singularidad” en la que el ser humano actual no tendrá más remido que evolucionar. Fenómeno que ya ha ocurrido en otras épocas de la historia del hombre como la “era axial” de la Grecia Clásica a la que Karl Jaspers (1883-1969) se refirió, la revolución científica europea de los siglos XV a XVII y, algo menos, la revolución industrial posterior. Xavier Zubiri (1898-1983), el conocido filósofo español, se refirió a avances de ese tipo en el terreno intelectual al reflexionar sobre la formalización e hiperformalización, o autoperfeccionamiento, de la especie humana.
Las tecnologías exponenciales mencionadas y su interrelación con otras tecnologías avanzadas como las incluidas en lo que se denomina la Convergencia NBIC (Nano- Bio-Info- Cogno) pueden, efectivamente, llevar a una rápida evolución del hombre. La Inteligencia Artificial Fuerte será una de las vías de evolución a las que el hombre debe responder con más inteligencia natural y más capacidad intelectual y espiritual de las que hoy tiene.
A esa evolución contribuirá, no solo los avances tecnológicos mencionados, sino los descubrimientos científicos relacionados con la naturaleza de nuestro mundo físico y las nuevas concepciones e interpretaciones de lo que los hombres somos y de lo que hacemos en este universo.
Hay en mi opinión, y similarmente a las cuatro tecnologías mencionadas (NBIC), otros cuatro avances científicos de gran calado: lo cuántico, lo genético/neuronal, lo energético/informativo y lo cósmico. Las nuevas interpretaciones o cosmovisiones que pueden surgir de ello anuncian una posible “nueva era axial”.
La evolución del hombre, bajo estos supuestos, será a partir de ahora más intelectual y espiritual que fisiológica. El cerebro, la mente y la consciencia constituirán el terreno de acción de la nueva evolución, y como posibles nuevas capacidades del hombre, o nuevos componentes de su naturaleza, se me ocurre mencionar aspectos como: la mayor comprensión y mayor consciencia, la mayor capacidad espiritual y otras capacidades más instrumentales como la comunicación y acción a distancia, la formalización de la intuición, el fortalecimiento de la creatividad y la mayor clarividencia.