Las tecnologías exponenciales de nuevo

El libro del BBVA que venimos comentando va de tecnologías exponenciales, aunque en su interior no se hable mucho expresamente de este concepto. Lo exponencial está presente en nuestros días en todo, y a veces nos envuelve y angustia. Todos tenemos hoy que hacer un gran esfuerzo para no quedarnos atrás en temas tecnológicos y de nuevas aplicaciones de las tecnologías avanzadas. En este post hacemos referencia a algunos de los autores que han difundido este concepto y a una de las instituciones que lo tiene como consigna.

Imagen relacionadaEl origen de la expresión «tecnologías exponenciales»

Desde hace varios años hemos escrito en este blog y en otros de esta plataforma  sobre las tecnologías exponenciales, pero hemos vuelto a ellas al comentar el último libro del BBVA al que hemos dedicado los dos posts anteriores. Hemos dicho que la idea de tecnologías exponenciales procede de la conocida como Ley de Moore y, probablemente, de los trabajos de Ray Kurzweil y su “ley delos rendimientos acelerados de la tecnología”. El uso que este autor, inventor y futurista,  a cuya obra he dedicado mucha atención y muchos posts, ha hecho del término «exponencial», es masivo. Sus libros en particular están llenos de curvas exponenciales de todo tipo. Lo exponencial se respira en todos ellos, y más bien lo «acelerado». Su propia página Web, Kurzweil, lleva el subtítulo de “ACCELERATING TECHNOLOGY”.

Kurzweil es un autor muy conocido debido a obras destacadas como, La era de las máquinas inteligentes (1987-1988), La era de las máquinas espirituales, cuando los ordenadores superen la mente humana (1999), Are We Spiritual Machines, Ray Kurzweil versus the Critics of Strong AI (2002), Fantastic voyage: live enough to live for ever (2004), La Singularidad está cerca (2005),  y Cómo crear una mente (2012), entre otras.

Singularity University: el reinado de lo exponencial

En 2008, junto con Peter Diamandis, fundó, como se sabe, la Singularity University, una universidad de verano muy especial, situada en NASA Research Park Moffett Field, California.

Ese mismo año tuve la ocasión de conocer y hablar con Ray Kurzweil en el congreso anual de la World Future Society celebrado en Toronto. Llevaba entonces un cierto tiempo leyendo y analizando su libro, Singularity is Near, y tuve ocasión de hablar de él con su autor. Posteriormente lo he saludado dos veces más y tuve además la ocasión de presentar hace varios años, su libro en español, Cómo crear una mente.

Todo en Sigularity University suena a exponencial, desde su claim inicial, «Be Exponential», hasta las explicaciones diversas de sus objetivos y actividades y hasta la guía de los conceptos principales de la institución, incluida en su Web, y que lleva el título de Exponential Primer. Otros temas relacionados como, Exponential Thinking, Exponential Growth, Exponential Mindset, plagan las explicaciones dadas en dicha Página Web.

La abundancia es otro de los conceptos básicos que se utilizan en la presentación de esta institución, ya que Peter H. Diamandis, cofundador junto a Kurzweil de la SU, como hemos dicho, es el autor junto con  Peter Kotler de un libro de título Abundancia. Todos los que participan en este proyecto son muy optimistas en cuanto al futuro de nuestra sociedad y hablan de abundancia, distribución de la riqueza y calidad de vida para todos.

Su misión, tal como aparece en la descripción de su actividad, es la de «educar, inspirar y empoderar a los líderes mundiales para aplicar las tecnologías exponenciales para hacer frente a los grandes retos de la humanidad». Todos los que han asistido a sus cursos, por cierto, no hablan de educación en relación con lo que allí se hace, sino de inspiración e innovación. Es una Universidad para «inspirar». Tan simple como eso.

La definición en una sola frase que se puede ver en su mencionada Página Web es: «Singularity University (SU) is a global community using exponential technologies to tackle the world’s biggest challenges».

Las tecnologías exponenciales y sus consecuencias: el hombre posthumano

La ley de rendimientos acelerados de las tecnologías, especialmente de las tecnologías de la información y comunicación, es de hace unos años, aunque su difusión en la sociedad haya requerido un cierto tiempo. Dichos rendimientos acelerados producen crecimientos exponenciales en la línea indicada por la Ley de Moore y desencadenan fenómenos exponenciales de, por ejemplo, las capacidades de cálculo de los ordenadores, el número de sus microchips y su miniaturización, el tamaño de las memorias, el tamaño, los algoritmos, la inteligencia que es posible crear con ellos, el precio (exponencial negativa), el tamaño (también exponencial negativa) y varios otros.

Últimamente, además, la exponencialidad puede generarse en fenómenos ligados a la digitalización, tales como: las prestaciones de los móviles; la ubicuidad de las redes sociales; la realidad virtual y la aumentada; la impresión 3D; el internet de las cosas; los wearables, el Big Data, la Industria 4.0; la inteligencia artificial fuerte; la robótica avanzada; el uso generalizado de la nube; la integración de sistemas; y el “blockchain”.

Más importante que la ley de Kurzweil en sí misma, es el hecho de que este autor ha predicho que llegará un momento en el que el hombre tal como lo conocemos hoy será incapaz de manejar la velocidad del cambio tecnológico. En ese momento surgirá un ser posthumano, resultado de una mejora substancial del hombre biológico. Un ser que mantendrá dicho origen biológico pero que tendrá su fisiología, su salud, su longevidad y su inteligencia, enormemente mejoradas. La tecnología en general y especialmente la biotecnología, la infotecnología, la nanotecnología y la cognotecnología, serán responsables de dichas mejoras.

A tal momento o situación, es a lo que Kurzweil llama, Singularidad, la cual supone este autor que está muy cerca de nosotros. Ha dado fechas, de hecho, fijándola para los años 29 ó 30 de este siglo, aunque recientemente la han retrasado, él y sus seguidores, hasta el año 45. Este afán de dar fechas y de predecir acontecimientos puntuales es lo que desacredita un poco a este autor.

Predecir y conjeturar

El futuro no es predecible, por definición, y menos aún en cuanto a ocurrencia de acontecimientos concretos y fechas precisas. La Prospectiva no consiste en predecir sino en conjeturar. De nada vale además recrearnos en el futuro si no es para impulsar la creatividad en el presente, tomar mejores decisiones, y, en todo caso, tratar de hacer posible los escenarios beneficiosos que construyamos como posibilidad para el tiempo venidero que estemos considerando. El hombre sólo puede vivir, sentir, decidir y actuar, en la delgada, imperceptible e imparable línea a la que llamamos presente.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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