La crisis de corte financiero y bancario comenzada en 2007/2008 de la que empezamos a salir en el caso de España en 2014, pero en la que todavía permanecen muchas personas, necesita explicaciones adicionales. Sobre todo en términos de por qué se produjo y qué o quienes fueron responsables de ella. Vamos buscando en esta última colección de blogs, como se sabe, las claves del deterioro del bien común entre nosotros. Deterioro que tiene un primer componente económico pero también otros, sociales y políticos, potencialmente más desequilibrantes, y, desde luego, de más difícil explicación. Los disturbios relacionados con la Cumbre del G20 en Hamburgo de los pasados día 7 y 8 de julio, nos permiten encontrar pistas. A revisar brevemente las claves de las protestas se dedica este post.
Las crisis como desastres naturales
Después de haber revisado en los dos últimos posts los efectos negativos de la Gran Recesión en España hasta 2014, con el correspondiente deterioro de Bien Común, vamos a pasar ahora a determinar los responsables en sentido amplio de lo ocurrido.
No hay que olvidar al respecto que España ha sido uno de los países desarrollados más afectados por la última crisis, a la que estamos haciendo referencia, con una disminución acumulada del PIB cercana al 10 %.
Las crisis para muchos llegan como desastres naturales. Les afectan seriamente, sin haber tenido parte en su desarrollo y sin disponer de protección alguna. Los más débiles y aquellos a los que alcanza directamente son arrastrados y vapuleados sin remisión. Igual, igual, que en las inundaciones y los terremotos.
Surgen muchas cuestiones en relación con el tema, como, ¿por qué se producen tales “desastres”?, ¿por qué unos países se defienden mejor que otros de ellos?, ¿por qué los afectados son siempre los mismos?, ¿por qué se deteriora el bien común, es decir, el consenso, las relaciones humanas y la unidad de las personas?, ¿por qué en países como el nuestro surgen tendencias desintegradoras de todo tipo, como los independentismos, los radicalismos, los movimientos antisitema y otros fenómenos irracionales y algo suicidas?.
Entraremos en esos tasuntos, pero antes conviene prestar atención a lo ocurrido en la reciente reunión del G-20 en Hamburgo (7-8 de julio).
G2o en Hamburgo
Incluso visto a distancia resulta aterrador, especialmente porque antes o después, a la vista de la gravedad de los enfrentamientos habrá sangre y desgracias. Y porque el mundo parece estar cada día más enfrentado y da la impresión de que hay cada vez más personas en contra del sistema de funcionamiento que hemos creado y de sus gobernantes. Ya hubo un muerto en la reunión de Génova del 2001 pero tal como van las cosas habrá más en el futuro.
La batallas campales de Hamburgo, de hecho, han producido cerca de 1000 heridos (476 de ellos policías) y del orden de 200 detenidos. Se han utilizado cócteles molotov por parte de los manifestantes y las autoridades locales, incluido el alcalde de la ciudad, el socialdemócrata Olof Ocholz, han admitido no haber podido hacer frente a los más de 100.000 manifestantes y activistas concentrados. Los desperfectos han sido cuantiosos y por unos días el eslogan de alguno de los grupos organizadores, “Bienvenidos al infierno”, ha sido una realidad.
Sorprende además el apoyo recibido por los manifestantes de instituciones locales diversas, incluidos los partidos políticos de izquierdas. El organizador de la manifestación mencionada, “Bienvenidos al Infierno”, la más virulenta, ha sido un líder socialista local bastante conocido, Andreas Blechschmidt. El objetivo de su manifestación ha dicho él mismo que era: “simbolizar que las políticas del G20 a nivel mundial son responsables de condiciones infernales como el hambre, la guerra y el desastre climático” (Ver: El Universal)
Apoyo local a los manifestantes
Muchos periódicos de todo el mudo han contado el caso del club de fútbol local ST Pauli, que ofreció 200 plazas para acampar en su estadio Millerntor, situado a corta distancia del centro de convenciones donde se celebraban las reuniones del G20.
Diversas crónicas periodísticas han tratado sobre este último asunto, pero una de las más sabrosas, quizás por tener un trasfondo futbolístico, es la publicada por Ezequiel Fernández Moores en La Nación de Buenos Aires. Con el título, “Yes, we camp”: St. Pauli contra el G20, publicó una columna el 12 de julio pasado, recogiendo en ella las declaraciones del centrocampista del equipo desde 1971 a 1992 y hoy Director Técnico, Ewald Lienen (nacido en 1953)[1].
Activista, verde y vegetariano, Lienen, al que algunos llaman Lenin, lideró uno de los grupos portando una pancarta en la que se leía, “Tiempo para la indignación contra el G20. Tiempo de involucrarse». Antes había dicho en la TV local, «Queremos decirle a los políticos reunidos aquí, que no tienen legitimidad para resolver los problemas globales del mundo de los que ellos son en buena parte responsables». Todo ello según la magnífica columna de Fernández Moores.
Se supone que gran parte de los manifestantes son violentos, desesperados, pacifistas, ecologistas, antiglobalización y antisistema, pero los argumentos que enarbolan son muy contundentes en contra de lo que existe hoy en el mundo, de los gobiernos, del sistema general de funcionamiento de nuestras sociedades, y, muy especialmente, de los bancos y del sistema financiero mundial. El anticapitalismo es manifiesto en una mayoría de ellos.
Protestas racionales e irracionales
Hay participantes razonables que dicen cosas como, “Me manifiesto porque el mundo no puede seguir girando en contra de los intereses de la gente. La causa principal de la crisis actual son líderes como Trump, Merkel, Erdogan o Putin, que este fin de semana se reúnen en Hamburgo y miles de personas les están demostrando que no son bienvenidos”.
Pero hay también anarquistas radicales cuyo objetivo es destruir lo existente y el orden que nos mantiene a todos. Declaran, por ejemplo, que su objetivo es, “poner fin al capitalismo y reemplazarlo por un sistema libertario donde el dinero y el Estado no tengan poder”.
Puede que haya gente que no de mucha importancia a etas manifestaciones, pero a mí me parecen muy graves, y, desde luego, si yo estuviera entre los dirigentes mundiales estaría preocupado y me preguntaría seriamente por los motivos de tanta protesta y tanta contestación.
Porque lo peor no son las protestas y manifestaciones propiamente dichas, sino que los componentes, diversos, anárquicos, radicales, antisistema, indignados, rebeldes sin causa, etc…, se transforman en votos en países como el nuestro. Y no sólo en votos de protesta sino en partidos con representación parlamentaria que francamente asustan a las personas normales y a las que queremos que el sistema permanezca, se transforme y mejore.
Y lo más grave de todo es que en el G20 de Hamburgo estaba representado un 85 % de de la actividad económica mundial, a través además, de gobernantes elegidos democráticamente en la mayoría de los casos.
(Ver: El Universal. Tomamos citas de otras fuentes, pero en ningún caso copiamos. Somos muy respetuosos con la gran labor de los periodistas, una profesión, muy querida por mi parte, golpeada por la crisis y por el hecho de que en estos tiempos todos queremos escribir y opinar.)
La agenda de trabajo
La agenda de trabajo era impresionante en cuanto a temas discutidos, todos ellos orientados al bien común de los ciudadanos. Se pueden ver dichos temas en la Web con su contenido y acuerdos alcanzados, pero una simple lista de los mismos es la siguiente:
Misión principal: convencer a Trump de que vuelva a “abrirse”
Europa quiere presentarse ‘unida’
Globalización en peligro: salvar los tratados de libre comercio
Cambio climático y el Acuerdo de París
Implementar la Agenda 2030
La lucha contra el terrorismo
El gasto militar
Suprimir la corrupción
Mayor desarrollo de los mercados financieros
Fortalecer la resiliencia económica
Impuestos justos y paraísos fiscales
Qué política monetaria adoptar
Reunión con sociedad civil
La digitalización, solución para todo
Empoderamiento de la mujer
África en el eterno segundo plano
Seguridad alimentaria en lugar de redistribución
Empleo, dejado como tema prioritario para la próxima reunión
(Ver: Saltamos.net)
¿Qué pasa aquí?. Unos quieren hacer todo lo mejor para el gobierno del mundo y para el bien común de todos sus pobladores y otros no se lo creen, no quieren esperar más y prefieren que todo cambie drásticamente.
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[1] Conocido a nivel internacional por la lesión sufrida en 1981 jugando con otro equipo en una pierna, considerada la más grave de la historia en partidos de futbol. 25 centímetro de herida abierta en el muslo derecho que dejó el hueso al descubierto.