La gravedad de la crisis actual y la búsqueda de soluciones

Vamos a orientarnos a partir de ahora a la búsqueda de actuaciones posibles para salir de la crisis. Lo haremos analizando lo que se ha dicho y se ha escrito recientemente sobre ello por autores diversos. Comenzamos por el libro reciente de entrevistas a George Soros que presentamos en el post anterior; pero antes dedicamos éste a recrear un poco más el impacto de la crisis actual, no ya en cuanto a desempleo, sino en cuanto a varios otros aspectos como, la desaparición de la clase media, el fin del progreso y la vuelta al subdesarrollo. Son fenómenos a mitad de camino de ser reales que según Soros podrían evitarse en Europa si se actuara en la dirección de hacer de la UE una verdadera unión de países y al Euro la base de un único presupuesto, una única política monetaria y fiscal y una única y real fuente de financiación.

La gravedad de la crisis actual y la búsqueda de soluciones
Por lo visto hasta ahora en los últimos nueve posts dedicados a la situación económica mundial, las perspectivas son poco halagüeñas especialmente para los países desarrollados, con más incidencia en los europeos. Muchos de estos países, entre ellos España, no están en condiciones de soportar una nueva recesión en la UE ni mucho menos un largo periodo de estancamiento y quizá de deflación. Nuestras circunstancias, especialmente las relacionadas con el fuerte desempleo, con las dificultades de muchas familias para mantener un nivel de vida decente, el bajo poder adquisitivo de los profesionales, la falta de horizontes de los jóvenes y el deterioro de todo el sistema social, incluida la educación, la cultura y la investigación, nos llevarían de bruces a un subdesarrollo del que creíamos haber salido hace tiempo para no retornar.

Sólo pensar en épocas de las que algunos tenemos vagos recuerdos pero que están ahí, en las que la pobreza era generalizada, el empleo mínimo y en gran parte funcionarial, la protección social inexistente, la educación escasa y las oportunidades de progresar ilusiones sólo conseguidas por muy pocos, lo sobrecogen a uno. Épocas a las que se ha referido el autor francés Thomas Piketty y sobre las que ha advertido que pueden volver.

Sabemos que la vida en este mundo es dura, sometidos como estamos todos, de por sí y naturalmente, a los accidentes, las enfermedades, la vejez y la muerte. Pero si a eso añadimos nuestra dependencia de lo económico y de los procesos cíclicos de hundimiento de la economía en los que muchas personas terminan por no poder subsistir, la cosa se complica sobremanera. No le demos vueltas a esta cuestión, hay muchos españoles para los que la vida hoy es un infierno después de casi siete años de crisis en los que la renta del país ha caído del orden de un 8 %. Y no son sólo los pobres y desfavorecidos de solemnidad, sino los autónomos, los pequeños empresarios, los profesionales y muchos, muchísimos, jóvenes sin horizontes. Son familias y personas dignas que prefieren morirse en un rincón antes de molestar a los demás. Personas emprendedoras que intentan una y otra vez buscar trabajo y actividad sin encontrarlo, y que además, se echan a sí mismas la culpa de lo ocurrido y no protestan ni exigen nada. Lo vemos a diario a través de casos puntuales de desahucios, conflictos familiares, homicidios y suicidios; o, sencillamente, de los casos de los que no pueden pagar sus deudas, tienen que malvender sus viviendas, no llegan a final de mes, o no pueden enviar a sus hijos a la universidad, Una gran mayoría de nosotros, entre ellos los políticos, no nos hacemos eco de ello y nos mantenemos agarrados a nuestros privilegios, grandes o pequeños. Creemos que el país y sus gentes pueden resistir todavía más y que el tiempo lo arreglará todo.

Ante un panorama como ese uno se pregunta si, ¿es posible que no se pueda hacer nada efectivo sobre la salida de la crisis, salvo esperar que las leyes de mercado funcionen poco a poco y la dinámica económica vuelva naturalmente a nuestro país?. Y también, y con estupor, si, ¿es posible que las cosas puedan volver a ser como en la antigüedad cuando una mala cosecha podía desencadenar una gran hambruna y llevar a situaciones humanas desastrosas?. Con el desarrollo creíamos que todo eso había quedado atrás y, de hecho, todos nos habíamos acostumbrado a un crecimiento continuo del nivel de vida de acuerdo con el cual los hijos siempre iban a vivir mejor que los padres.

La preocupación por conocer los errores que nos han llevado a esta situación o por las actuaciones correctas para resolverla, han sido objeto, como es lógico, de muchas reflexiones y producido muchos análisis, diagnósticos y propuestas. Algunos de ellos pueden verse en el libro de George Soros que hemos elegido como referencia, The Tragedy of the European Union. ¿Desintegracion or Revival?.

Nos estamos demorando en entrar en lo que este libro dice, cosa que haremos en los posts siguientes, pero había que insistir en la gravedad de la situación económica actual.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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