La desigualdad y la guerra de Ucrania (50)

La desigualdad, y especialmente su aumento en el mundo en los últimos años, sigue siendo un tema fundamental de análisis y preocupación en nuestros días. Se trata de algo ampliamente tratado en este blog y sobre el que su autor ha impartido conferencias diversas recientemente. Nuestra intención en este nuevo post era inicialmente revisar alguna de las nuevas publicaciones sobre la materia, y así lo intentamos al final, pero la guerra de Ucrania se ha intercalado inexorablemente en nuestras vidas y en nuestras reflexiones.

Comenzamos con algunos comentarios sobre este acontecimiento, peligroso y de importancia mundial, para al final, y a duras penas, seguir con nuestras consideraciones sobre los problemas, diríamos que “normales”, que nos acucian en términos, económicos, sociales y políticos. Hacemos referencia también al impacto de las guerras en la economía, señalando que en la Segunda Mundial, las economías europeas perdieron casi un 12 % del PIB acumulado en siete años. Mencionamos también el impacto posible sobre la economía española de la crisis de Ucrania en este mismo año, 2022, calculado por CEPREDE y fijado en una disminución del PIB previsto de entre -0,6 % y -0,8 %,

(Imagen de arriba, playa de matinloc en filipinas)

La pérdida de sentido del análisis de la realidad

El gran humorista gráfico y destacado filósofo de la vida, El Roto, acierta de nuevo en su viñeta del pasado sábado, día 5 de marzo, en El País. Recoge el dibujo de un monje oriental en el centro de la imagen y sobre sus hombros, a los dos lados, derecho e izquierdo, incluye el símbolo del yin y del yang. El texto dice: ¡vete tú a hablar del yin y del yang en una guerra!

Ver las imágenes de origen
(Ucrania)

Es el sentimiento que nos ha embargado a muchos la visión de lo que está ocurriendo en Ucrania y de los nubarrones que se ciernen sobre el mundo. ¿Cómo podemos seguir hablando de la marcha de la economía y de sus problemas como hablábamos hasta hace unos días, ante las dificultades, el sufrimiento y la muerte de tantas personas que estamos viviendo y visionando en directo y ante las barbaridades cometidas por un país históricamente aletargado y un dirigente malvado y absolutamente insano?

De pronto han dejado de tener sentido los análisis de la realidad a los que se venía dedicando este blog. Ni el deterioro del bien común ni el aumento de la pobreza ni la desigualdad creciente que afecta al mundo y a los países hasta ahora “desarrollados” ni tan siquiera la emergencia climática y la sostenibilidad del planeta, sobre lo que razonábamos, tienen hoy el atractivo de hace unas semanas.

Ayudar como norma más que estudiar, reflexionar y analizar

Al igual que ante el hambre, la pobreza, las migraciones, o las necesidades extremas de muchas personas existente en el mundo antes de lo de Ucrania, nos parece que todo se detiene y que solo la ayuda inmediata y directa a la gente puede tener algún sentido. Nos dan ganas de salir corriendo a ayudar con las manos y el corazón a los que lo están pasando muy mal. Al igual, por cierto, que muchas de las personas que montan en sus furgonetas y se van a Polonia a intentar traer a España a mujeres, niños y ancianos.

Sufrimos por los que sufren y mueren, por los niños desplazados y desamparados, por los enfermos y los médicos que los atienden, por las familias separadas, por el hambre y las necesidades de todo tipo, por la destrucción de ciudades, por la desesperanza ante el futuro de tantas personas y por muchas otras atrocidades. Además, y como es lógico, por el temor a lo que se nos viene encima al mundo en general en términos, en el mejor de los casos, de crisis económicas, inflación, aumento de tipos de interés, hundimiento del comercio y de la inversión, desempleo, escasez y mil problemas más.

Y eso, sin pensar en una posible escalada de la guerra hasta su mundialización, lo cual no es descartable salvo por lo que tiene que ver con que esta vez lo que de verdad nos jugamos todos es una potencial destrucción apocalíptica de la humanidad.

Grandes problemas por los que preocuparse

Hay una gran similitud entre la invasión de las provincias checas de Bohemia y Moravia por parte de la Alemania nazi y la invasión actual de Ucrania por parte de la Rusia del autócrata Putin y de la innombrable KGB. Hasta las fechas parecen coincidir, la primera comenzó el 15 de marzo de 1939 y la actual el 24 de febrero de 2022. Apenas dos semanas de diferencia.

La excusa también es similar, la defensa de los hablantes en alemán en el primer caso y la de los hablantes en ruso en el segundo, en ambos casos en países libres y legalmente constituidos.

Por no mencionar la resistencia a una escalada de la contienda y la actitud de apaciguamiento que existió en el 39 por parte del Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, y que hoy existe, incluso mayor, por parte de los países occidentales. El resultado inmediato de la situación actual será, seguramente, como el de la vez anterior: dejar a Putin que se salga con la suya y concederle todo lo que pida.

 A más largo plazo, “ya veremos”, aunque nada cabe esperar ni de los ciudadanos rusos, los cuales están indignamente con la tenebrosa letra “Z” (¿no tiene el mismo papel que la esvástica?), ni de potencias como China y otras que son socios de Rusia en grandes proyectos.

También hay paralelismo entre la situación en la Alemania de la República de Weimar (1918-1933) y la situación actual del mundo, con populismos, extremismos, polarización y aparición de los radicales de izquierdas y de derechas y con ascenso al poder de personajes como Hitler, entonces, y Putin, ahora.

La verdad es que lo de Putin en Rusia es muy parecido a lo de Hitler en Alemania. Ambos llegaron al poder por medios supuestamente democráticos y ambos se mantuvieron en él por la propaganda, la demagogia, el asesinato y la represión y la guerra.

Más el declive manifiesto, por decirlo todo, de Occidente, que también es claro en la actualidad.

Al periodo de Alemania denominado República de Weimar nos hemos referido en posts anteriores de este blog.

Las consecuencias económicas de las guerras

En relación con las cuestiones económicas que solemos tratar en este blog, surgen las dudas del coste de las guerras en el nivel de vida de las personas, en el crecimiento y en la desigualdad. No son temas fáciles de tratar porque dichas variables tienen sentido en épocas de estabilidad y da, incluso, algo de vergüenza hablar de estas cosas cuando hay personas que mueren o lo pasan muy mal.

La destrucción de recursos que se produce en una guerra, junto con la disminución de la población, la interrupción de la producción y el empleo y todas las situaciones anómalas que se producen en los países afectados generan cambios aleatorios en las variables económicas y en las dimensiones sociales.

La desigualdad tenderá a disminuir como ocurrió en Francia a lo largo de las dos guerras mundiales y en el periodo entre ellas. La disminución del crecimiento y de la riqueza suelen ir acompañadas de una disminución de esa variable. Es un fenómeno capcioso, si todos somos más pobres tendemos a ser más iguales.  Branko Milanovic, otro gran especialista mundial en desigualdad, se refiere a ello como “causas malignas” del aumento de la igualdad.

En cuanto al PIB anual de Europa Occidental, los índices de variación en las dos guerras mundiales fueron los siguientes:

RIMERA GUERRA MUNDIAL
AÑO191419151916191719181919 
Variación PIB en %-4,82,53,9-3,3-3,8-4,5 
Decrecimiento Acumulado en 6 años  -10,2 %
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
  AÑO1939194019411942194319441945
Variación PIB en %   5,7-1,30,4-0,6-0,2-4,6-11,2
Decrecimiento Acumulado en siete años. -11,8 %

Se perdió, como se ve, un 10,2 % del PIB acumulado en seis años en la primera y un 11,8 % en siete años en la segunda, pero, ¿qué es eso en comparación con los millones de muertos de la primera situados entre 10 y 60 millones de personas y la cifra más exacta de 55 millones de la segunda?

El posible impacto sobre la economía española

Esperando que no lleguemos a una situación de este tipo y que la invasión de Ucrania sea un fenómeno localizado y corto, sí que cabe preguntarse por su impacto en la economía española y en la de los países europeos.

CEPREDE, el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha apresurado a hacer cálculos y acaba de indicar que el impacto sobre el crecimiento español para el 2022 será de entre -0,6 % y -0,8 %, con un aumento de precios entre el +1 y el +1,5% y una pérdida de entre -75 y -105 mil empleos.

Para la economía mundial en su conjunto establece una posible disminución del 0,5 %

El mundo sigue su marcha y la desigualdad prevalece

Aunque estemos afectados por la pérdida de sentido de los temas tradicionalmente tratados en este blog, en la mesa de trabajo del autor se siguen acumulando nuevas aportaciones sobre la desigualdad en el mundo, sobre lo que nos pasa y sobre cómo arreglar todo.

Varias nuevas publicaciones están siendo, no solo leídas, sino estudiadas, analizadas y quizás deconstruidas, pero lo estamos llevando a cabo con menos entusiasmo que antes de la invasión de Ucrania. Entre ellas mencionamos, Combating Inequality, editada por Olivier Blanchard y Dani Rodrik; Breve historia de la igualdad, de Thomas Piketty; una más sociológica y filosófica, La frágil piel del mundo, de Jean-Luc Nancy; y una adicional de carácter geopolítico que ya estaba en nuestras estanterías, Entre Águilas y Dragones, de Emilio Lamo de Espinosa.

El primero de estos textos es el resultado de un esfuerzo hecho por grandes profesores e investigadores de la economía coordinados por dos pesos pesados de la misma, a los que seguimos desde hace tiempo: Olivier Blanchard y Dani Rodrick.

Se trata de un libro editado por dichos dos personajes de la economía internacional que recoge las ponencias de la conferencia organizada en octubre de 2019 por el Peterson Institute for international Economics. Fue publicado en 2021 con un total de 29 capítulos y 33 participantes.

Parece ser un intento colectivo por parte del mundo académico, internacional, pero en gran manera estadounidense, por poner junto, precisar y actualizar, mucho de lo que se ha escrito en los últimos años sobre la desigualdad.

Se comienza señalando a la desigualdad económica como uno de los temas más preocupantes de nuestro tiempo y precisando que en los Estados Unidos, el país más desigual del mundo, la riqueza del 1% más rico ha subido desde el 25 % a finales de la década de los 70 a un 40 % actual. Así como que los jóvenes profesionales viviendo mejor que sus padres han caído del 90 % de 1940 al 50 % de hoy.

Otras publicaciones a glosar

El segundo texto, que también comentaremos en los próximos posts, se debe al ya clásico en estos temas y especialista mundial de la desigualdad, Thomas Piketty, el cual, después de su bestseller mundial El Capital en el Siglo XXI, de 2013 en francés y 2014 en español, de sus secuelas, La economía de las desigualdades, de 2015 y Capital e Ideología, de 2019, ha publicado en 2021, Breve historia de la igualdad.  

Reconoce en este último, la existencia en el mundo desde últimos del siglo XVIII de una tendencia hacia una mayor igualdad social, económica y política. Interpretación contraria, por cierto, a la defendida por Gonzalo Pontón en su libro de 2017, La lucha por la desigualdad: Una historia del mundo occidental en el siglo XVIII, ya mencionado, y en parte glosado, en este blog.

Abordaremos también en próximos posts los temas tratados por los otros textos mencionados anteriormente, el de Nancy y el de Lamo de Espinosa.

Y, finalmente, mencionar que Branko MIlanovic habló en su libro de 2016, Global Inequality. A new approach for the Age of Globalization, de la desigualdad excesiva dentro de los países occidentales como una de las causas de la Primera Guerra Mundial. Algo para anotar y tener en cuenta.


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Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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