En este breve post se señala la Convergencia NBIC (Nano-Bio-Info-Cogno) como otro de los campos activos en nuestros días que contribuirán a la mayor atención a la psique y a las dimensiones intelectuales del hombre. Se están relacionando las áreas científicas y tecnológicas que nos parecen más destacadas en nuestros días, y después de la relacionada con Internet, digitalización e Inteligencia Artificial, creemos que la mencionada Convergencia es la segunda en importancia. Hay otras más que mencionaremos en los próximos posts.

En los últimos apartados hemos insinuado que la revolución digital actual, con el fuerte desarrollo de Internet y muchos otros avances relacionados con la información, la comunicación, el conocimiento y la inteligencia, están permitiendo una nueva atención de los hombres a la componente intelectual, psíquica o espiritual de su naturaleza.
Existe, en efecto, la posibilidad de que porcentajes altos de nuestras sociedades vivan del desarrollo e intercambio de productos y servicios relacionados con esas dimensiones y capacidades del hombre. Eso puede significar que todos nos hagamos más sabios, más intelectuales, más cultos y más inteligentes.
Puede también ser posible, como hemos dicho en el apartado anterior, la aparición en la Red de una inteligencia colectiva superior a la inteligencia individual de los hombres.
Y eso a pesar de las críticas profundas al mundo de Internet que algunas publicaciones están haciendo y difundiendo en la actualidad. Una de las últimas es el reciente libro del periodista Andrew Keen, Internet no es la respuesta[1]. Tema que exigiría cierta reflexión, la cual aplazamos de momento.
Materia y espíritu
Preferimos seguir ahora con el hilo conductor de nuestras consideraciones últimas relacionadas con el resurgir del mundo intelectual y su posible combinación con el mundo científico. Es por lo que venimos abogando: la reconciliación del mundo de la ciencia y el de la filosofía, o, lo que es lo mismo, la unión en una misma reflexión humana de, materia y espíritu, física y consciencia, e, incluso, naturaleza y fe[2].
Hemos sugerido también que a esa reconciliación contribuyen los avances recientes en los terrenos científico y tecnológico, en los cuales se abren cada vez más posibilidades para esas dos dimensiones de la humanidad y para su práctica conjunta.
Después de haber sugerido que Internet abre ciertas posibilidades a tal reconciliación, entramos en otra de las revoluciones actuales, a la cual se ha dado en llamar Convergencia NBIC, o Convergencia Nano-Bio-Info-Cogno (Nanotecnología-Biotecnología-Infotecnología-Cognotecnología).
Se trata de cuatro áreas de actividad científica, y sobre todo tecnológica, relacionadas con el interior profundo de la materia que convergen todas en gran manera en el conocimiento del cerebro, del pensamiento y de la inteligencia.
Diremos algo sobre dicha convergencia en lo que sigue, pero lo importante para la línea de argumentación que estamos siguiendo es que también la ciencia y la tecnología actuales parecen tener necesidad de unir a sus explicaciones el mundo sutil del psiquismo. Un mudo a veces dejado al margen y casi acorralado en los últimos tiempos por el avance espectacular de la ciencia.
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[1] Andrew Keen, Internet no es la respuesta, Casa Catedral, Barcelona, 2016
[2] Hay muchas referencias actuales sobre esta cuestión, pero una de las más destacadas es la obra ¿Cómo habla Dios?. La evidencia científica de la fe. de Francis S. Collins, publicada en español en 2007 por la editorial, Temas de hoy.