Inteligencia Colectiva . Autores: Adolfo Castilla y José María González del Álamo. Innovation Wars, S. L. CIBUC. https://www.innovationwars.com/
Volvemos a referirnos a un tema general relacionado con la Inteligencia Artificial Colectiva (IAC) a lo que está dedicado este blog. Tiene que ver con la popularización del término “Inteligencia Colectiva” en el lenguaje corriente de la gente. No es que nos parezca mal, pero indicamos que, sobre todo, nuestra propia denominación, IAC, es algo más profundo y detallado que lo que la gente tiene en mente al repetir esta expresión. Explicamos en lo que sigue que conseguir una inteligencia superior a la individual de un colectivo de personas, no es fácil y necesita un proceso riguroso, una metodología y unas técnicas bastante elaboradas.
A los seguidores de este blog pedimos disculpas por abordar de nuevo a un tema general relacionado con nuestra materia y no cumplir nuestra promesa de entrar en la cuestión de la IAC como base del nuevo Management para la Era Digital que teníamos anunciado. Estamos en ello y lo desarrollaremos sin falta, aunque es verdad que estamos dedicando mucho tiempo y esfuerzo a analizar todo lo que se está haciendo y publicando en relación con esa cuestión. Hemos prometido desarrollar lo que llamamos Dirección Inteligente Colectiva y lo haremos en próximos posts.
(Imagen de arriba, zona de conservación de ngorongoro, Tanzania)
Una expresión que atrae
La denominación “Inteligencia Colectiva” se está poniendo peligrosamente de moda. Cuando uno de estos términos y expresiones cae en las manos de periodistas o escritores de discursos, los que no dedicamos profesionalmente al tema tenemos motivos para preocuparnos. No porque no sea bueno que se conozca la materia sino porque la simple utilización de la expresión sin referencia a lo que encierra, a su importancia y a cómo se consigue, terminará por trivializarla y dejarla sin sentido. Ha ocurrido y ocurre a diario con muchas otras expresiones.
En las redes sociales hace tiempo que esta denominación está presente, pero en los últimos días la hemos visto utilizada por el Rey en su intervención con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Girona 2022 por Leonor, la Princesa de Asturias, y por Yolanda Díaz en el lanzamiento de SUMAR. Nos tememos que a partir de ahora la utilizará todo el mundo como muletilla.
El discurso de la princesa fue breve pero enjundioso y como dice la prensa, “feminista, social y en tres idiomas”. La princesa, a la que apreciamos y respetamos a distancia, como a sus padres los reyes, ha dicho textualmente a los jóvenes: “En momentos tan difíciles como éstos pienso en las chicas y los chicos de nuestra edad que han podido perder la esperanza en un futuro mejor y que no pueden acceder a oportunidades como las que desde aquí impulsa la Fundación Princesa de Girona”.
El Rey, por su parte, en un momento de su intervención, breve también, dijo lo siguiente: “Nos enfrentamos a enormes desafíos y los jóvenes debéis prepararos para afrontar con sensibilidad e inteligencia colectiva, los innumerables retos.”
Yolanda Díaz, a la que también respetamos, utilizó la expresión, “inteligencias colectivas”, en plural, en su discurso de presentación del nuevo movimiento, plataforma o partido, que todavía no sabemos lo que es.
Uso de la expresión y conocimiento y aplicación de lo que encierra
No nos parece mal su utilización y mucho menos en el caso del Rey, que la utilizó con más propiedad que la Sra. Díaz, pero los que llevamos tiempo dedicados a esta materia sabemos que la generación de inteligencia superior a la de los individuos no es una tarea simple. La inteligencia colectiva existe y su posibilidad ha emergido en esta época de digitalización, transformación digital, hiper conectividad y desarrollo de la Inteligencia Artificial. Pero, no es algo fácil y automático y, de hecho, las decisiones en grupo pueden resultar fallidas como hemos explicado en posts anteriores.
Para que de un grupo se puedan sacar ideas superiores a las de los individuos que lo componen hace falta metodología, técnicas y un uso apropiado de la Inteligencia Artificial Normal (la IA que existe), además de un proceso de trabajo detallado. Es lo que hacemos en Innovation Wars, S. L./CiBUC después de años de elaboración y después de muchas aplicaciones a empresas y actividades diversas.
Para empezar, hay que crear un grupo de personas al que solemos llamar “Cerebro Colectivo”. A continuación, hay que establecer una dinámica de “Red Neuronal Empresarial”, si trabajamos para una empresa, o “Red Neuronal Social”, si trabajamos para cualquier otra institución. Dicha Red, al igual que las verdaderas redes neuronales del cerebro humano, crean interconexiones (sinapsis) y transmiten mensajes (en el cerebro en forma electromagnética y química) de unas neuronas a otras. La nueva idea o teoría explicativa de algo, como la consciencia, de la que emergen las ideas, surge del funcionamiento de la Red y si seguimos al neurocientífico Giulio Tononi (nacido en Italia en 1960) en su “Teoría de la Información Integrada (IIT)”, de la intensificación de conexiones en una o varias neuronas.
Similitudes con el cerebro humano y diferencias
Buscamos similitudes con el cerebro humano, pero no intentamos copiarlo ni reproducirlo, aunque es verdad que parte de lo que hacemos en Innovation Wars es estar muy al tanto del funcionamiento del cerebro y de los avances que se producen en el terreno de las neurociencias, así como en las actividades cercanas de la Inteligencia Humana y la más lejana de la Inteligencia Artificial.
No somos científicos y la mayor parte de lo que hacemos está orientado a la empresa y a la obtención de resultados muy concretos en términos de qué hacer y cómo hacerlo, pero sí nos adscribimos mucho a la expresión asignada al filósofo británico del siglo pasado Bertrand Russell (1872-1970): “no hay nada más práctico que una buena teoría”.
Intentamos siempre, en este sentido, entender muy bien la racionalidad y la lógica de lo que hacemos y pretendemos que también la entiendan todos los grupos con los que trabajamos.
Solemos comenzar todos nuestros proyectos estableciendo un reto a superar y elaboramos alrededor de él un par de preguntas para solicitar respuestas a todos los participantes sobre estos tres elementos. Preguntamos a los participantes, pero, ni mucho menos en plan de cuestionario o encuesta. Solicitamos, de hecho, reflexión libre y sin interferencias sobre las cuestiones planteadas.
Las respuestas, que deben tener una cierta extensión y que son en realidad reflexiones, como decimos, deben ser analizadas y sintetizadas, proceso en el cual contamos con la destacada ayuda de algoritmos de Inteligencia Artificial Semántica y clusterización, así como software de hibridación.
En una segunda ronda de interacción con el grupo practicamos análisis de comparación y prevalencia y, de nuevo, utilizamos algoritmos de inteligencia de enjambre.
Finalmente, empleamos para la presentación de resultados y su comprensión, algoritmos de representación poliédrica.
La tercera parte de nuestra metodología
Hay una tercera parte de nuestra metodología que consideramos muy importante y que recomendamos a todos nuestros clientes. Se trata de la organización de bootcamps, hackáthones o simples reuniones de trabajo presencial, en las cuales hacemos participar a todos los que han formado parte del grupo de personas implicadas o Cerebro Colectivo.
Conseguimos con esto último varias componentes de nuestra actividad muy importantes: 1) comprensión y entendimiento profundo por parte de los participantes de todo lo que hemos hecho; 2) aprender haciendo o jugando sobre inteligencia colectiva; 3) establecer los objetivos a conseguir por el grupo con toda nitidez y con la contribución de todos; y 4) adquirir compromisos de implicación.
Resolvemos en gran manera la parte más delicada de la Planificación Estratégica, actividad de la empresa con la que nuestra metodología compite o a la que complementa. Nos referimos a la Implementación de la Estrategia, hasta no hace mucho bastante olvidada. Como se sabe todo el esfuerzo en un Plan Estratégico se ponía hasta no hace mucho, en el Análisis Estratégico y en la Formulación de Estrategias, olvidando otras dos actividades importantes, la Implementación de Estrategias y el Control Estratégico.
Hoy, sabemos muy bien, que “una buena estrategia puede fallar por una deficiente implementación y una mala estrategia puede ser salvada por una buena implementación, especialmente en términos de implicación de los participantes”.
La metodología I[A]C de Innovation Wars, S.L./CiBUC, resuelve muy bien estas tesituras.
La popularización del término Inteligencia Colectiva
A lo que hacemos en Innovation Wars, S.L./CiBUC denominamos Inteligencia [Artificial] Colectiva, lo cual es algo original, exclusivo y propietario. Nos ha llevado tiempo desarrollarlo, como decimos, y lo mantenemos continuamente en evolución.
Ponemos la palabra Artificial entre corchetes para dejar claro que no hacemos Inteligencia Colectiva Artificial, como podría interpretarse, sino solo que aplicamos la Inteligencia Artificial existente en la consecución de la Inteligencia Colectiva.
Esta última no es otra cosa que conseguir ideas superiores o más disruptivas que las que puedan surgir de las individuales de los miembros de un colectivo. Como también hemos dicho en posts anteriores, lo que nos gusta de los resultados conseguidos no es que uno de los participantes, prepotente en la mayoría de los casos, diga, “veis, lo que yo decía”. Nos gusta más cuando ese mismo individuo dice, “bueno, yo iba por ahí, pero la idea obtenida es mucho mejor de la que yo tenía en mente”.
Esto último es el objetivo deseable de nuestros trabajos y la verdad es que lo conseguimos en la mayoría de los casos.
Cada vez son más la empresas e instituciones que nos llaman y nos gustaría que la cosa siguiera así. Por eso nos preocupa un poco que el término, simplemente el término, se haga popular en el lenguaje diario de políticos, periodistas de bajo nivel y petulantes varios.
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