INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA) (Notas para un debate) (I)

Estas notas han sido preparadas para animar el debate en una tertulia formada por un número reducido de amigos. No tienen nada realmente notable. Son comentarios muy comunes, conocidos y nada espectaculares, aunque si es verdad que tratan de desmitificar algo la Inteligencia Artificial. Sugerimos la conveniencia de distinguir entre Inteligencia Artificial Normal e Inteligencia Artificial Fuerte, manifestando que se está avanzando mucho en la primera y muy poco en la segunda.

A diferencia de lo realizado en otros posts de esta Web, hemos numerado los distintos apartados y hemos incluido un Índice que se repite en los tres posts dedicados a este tema.

(Imagen de arriba, tres cimas de lavaredo, Italia)

1.- ¿A que llamamos IA?

Índice

A conseguir que los ordenadores hagan actividades típicas de los seres humanos, aunque sean las actividades más mecánicas y rutinarias del cerebro.

A programas en ordenador que dirijan a los ordenadores a hacer cálculos, deducciones lógicas y manejo de algoritmos. Un algoritmo no es otra cosa que una expresión matemática o una concatenación de deducciones lógicas como la que muestra el gráfico que sigue:

Esa deducción lógica puede ponerse en instrucciones al ordenador expresadas a través de un lenguaje de programación, por ejemplo, FORTRAN (un lenguaje en el que junto al BASIC, al APL e, incluso, al COBOL, el que esto escribe tuvo que programar a fondo para ganarse la vida en USA).

Los lenguajes no son otra cosa que formas de programar cercanas a una persona que a través de sucesivas capas de lenguajes terminan dando instrucciones al ordenador en términos de ceros y unos que es casi lo único que un ordenador entiende.

La IA se ha desarrollado mucho porque la programación ha evolucionado de forma espectacular. A partir de un cierto momento en forma de programación de páginas Webs. Una breve lista de los lenguajes de programación recientes es la siguiente:

HTML. HTML permite la programación de la estructura básica de una página Web. …

CSS. CSS es un lenguaje para dar riqueza y estilo a una página Web.

Java. Java es el lenguaje general de Webs más popular

JavaScript.

Python. …

SQL. …

PHP. …,

Fuerte desarrollo de la Inteligencia Artificial Normal

La IA está hoy difundida masivamente en multitud de tareas y áreas de actividad. Internet, por ejemplo, y Google en particular, están llenas de IA. Y hay muchas capacidades de los hombres en las que los ordenadores nos superan miles de veces. ¡Ya me gustaría a mi tener las capacidades, por ejemplo, de mi sistema de e-mail, en forma de almacenar, ordenar, buscar…, miles de mensajes!

Los algoritmos de inteligencia artificial semántica se utilizan para infinidad de cometidos en Internet sin que nos demos mucha cuenta de ello. Los chabots en relación con el mismo tema de interpretación de textos son bastante populares en muchas webs y las redes neuronales empleadas en procesos de machine learning y deep learning son muy utilizadas en la cloud. La práctica del Big Data y Analytics, por otra parte, está haciendo que programas de IA específicos permitan descifrar el significado de grandes masas de datos en los que haya que buscar en primer lugar los patrones de comportamiento embebidos en ellos. La IA Normal es y lo será más en el futuro, una enorme ayuda para el hombre en miles de aspectos, pero no creo que compita con él en cuanto a autoconsciencia.

Los robots de ayuda a mayores o de servicios domésticos generales están haciéndose muy populares y pronto los veremos por doquier como los vemos hoy en la automatización de actividades manufactureras y de montaje.

Cercanía a la inteligencia pero lejanía de la autoconsciencia

En términos de visibilidad hay que recordar los programas de ajedrez de IBM (Deep Blue (una supercomputadora en realidad) y WATSON (un sistema basado en IA)) o el muy popular de Google, AlphaGo, de juego al GO (juego chino mucho más complicado que el ajedrez).

No se ha avanzado mucho, sin embargo, en el POKER, juego en el que se necesitan capacidades humanas, diríamos que más profundas.

Precisamente eso es lo que cabe anunciar aquí: se ha avanzado mucho en lo que llamamos “IA Normal”, pero muy poco en la “IA Fuerte”. Es decir, y en cuanto a esta segunda expresión, en la IA ligada a la intuición, la imaginación, la creatividad, la inventiva y otras capacidades, todas ellas relacionadas con la consciencia y con la autoconsciencia del hombre. Y también a las emociones, los sentimientos y otras dimensiones del mundo interior del ser humano y de todo lo que es su cuerpo además del cerebro.

Uno de los grandes debates actuales es, precisamente, si los ordenadores, los robots o las máquinas en general, podrán llegar a ser conscientes. Yo no creo que la verdadera consciencia, similar a la del hombre, pueda programarse o pueda surgir de un programa ni siquiera con las grandes velocidades y manejos masivo de datos que prometen los ordenadores cuánticos. No creo que la consciencia sea sólo una cuestión de muchos datos y mucha velocidad de procesamiento de los mismos.

2.- Breve historia de su origen

Hoy sabemos, y está todo muy bien documentado, que la denominación “Inteligencia Artificial” fue una idea feliz del profesor de matemáticas de la Universidad de Dartmouth, John McCarthy (1927-2011) en la reunión fundacional de este área de conocimientos celebrada en el campus de dicha universidad en el verano de 1956.

La verdad es que este destacado profesor había trabajado bastante en el tema antes de dicha reunión y había definido la IA como “el proceso de hacer que una máquina se comporte de formas que serían llamadas inteligentes sin un ser humano las hiciera”[1]

Pero, aparte de la importancia del objetivo que se intentaba conseguir de reproducir en una máquina el pensamiento y la inteligencia del hombre, lo más destacado quizás fuera la carga de marketing positivo que la denominación de “Inteligencia Artificial” consiguió acumular. A ello se refiere Jerry Kaplan (Nacido en 1952) en el libro mencionado diciendo que si la denominación adoptada hubiera sido de menos calado como, por ejemplo, ”pensamiento simbólico” o “computación analítica”, lo que en realidad hacían las máquinas entonces, el impacto social y político hubiera sido mucho menor.

3.- IA. Inviernos y primaveras

Para empezar, la IA ha atraído desde sus comienzos el interés de los gobiernos, de los ejércitos, de los centros de investigación y de otras instituciones, y con ello presupuestos millonarios a todos los grupos que se dedicaron a esta materia, especialmente en los Estados Unidos.

McCarthy había pedido ayuda a personajes como Marvin Minsky (1927-2016), Claude Shannon (1916-2001) y Nathaniel Rochester (1919-2001). A la conferencia de Dartmouth asistieron al final diez personas procedentes de destacadas instituciones como Princeton, IBM, MIT y otras. Los que más brillaron por sus aportaciones fueron Allen Newell (1927 – 1992) y Herbert Simon (1916-2001) del Carnegie Tech. Los dos llevaron a la conferencia un programa en ordenador de razonamiento teórico[2].

La IA quedó desde entonces firmemente establecida como una nueva área de actividad y de investigación y su historial ha sido perfectamente registrado, incluyendo sus inviernos y sus primaveras. A las grandes expectativas iniciales siguieron pronto grandes decepciones y estos altos y bajos han tenido lugar en varias ocasiones hasta ahora.

Muchos grandes personajes, como hizo el mismo Herbert Simon, han abandonado el terreno de la IA porque no llegaban a nada importante. Otros, intentan desde hace algún tiempo avanzar en cuanto a la verdadera inteligencia cambiando totalmente de orientación. La Inteligencia Artificial Colectiva es, en nuestra opinión una alternativa. En relación con ella se puede ver el blog que mantenemos con ese nombre en esta misma Web. Aquí.


[1][1] Jerry Kaplan, Inteligencia Artificial. Lo que todo el mundo debe saber, TEELL, 2017

[2][2] Simon, por cierto, abandonó pronto ese mundo y se dedicó al tema de la “racionalidad limitada”


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Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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