Importancia de la economía, la empresa y la producción (y III)

La producción . Autores: Adolfo Castilla y José María González del Álamo. Innovation Wars, S. L. CIBUC. https://www.innovationwars.com/

Terminamos en este post la revisión de actividades de nuestro mundo de las que dependemos todos para subsistir que hemos comenzado a tratar en los dos anteriores. Aparte de fenómenos y procesos físicos en sí, como la producción y el intercambio, o de instituciones, como la empresa, estamos refiriéndonos con especial atención, a lo que hay que saber para que dichos fenómenos y dichas instituciones terminen existiendo y funcionen adecuadamente. Es, en general, el mundo del management, o la gestión.

Entramos ahora en aspectos muy destacados de ese mundo como son la estrategia y el liderazgo, los cuales, junto con el management propiamente dicho, son los tres componentes más generales de la dirección de empresas.

Abordamos también temas como la ética de los negocios y la deontología profesional, concluyendo con una breve referencia a la Era Digital, en la que entramos a gran velocidad, y a la gestión de empresas que se necesitará en ella. Siendo los comentarios sobre los dos últimos temas solo una cita rápida de lo que desarrollaremos en los próximos posts

(Imagen de arriba, Río Tajo a su paso por Toledo)

Estrategia

Es una imagen simplemente bonita, que proporciona una cierta frescura al lector
(«JÓVENES TOCANDO EL PIANO» de Pierre-Auguste Renoir)

En su sentido más elemental y directo, y en el terreno de la empresa, la Estrategia es “el conjunto de actuaciones que unos determinados directivos ponen en marcha para alcanzar ciertos objetivos y metas en una empresa concreta o en una Unidad de Negocio determinada”

Concebir una estrategia es definir los objetivos de la empresa y escoger la forma de emplear los recursos disponibles para alcanzarlos.

Se trata de escoger un campo de acción en el que la situación relativa de la empresa respecto de sus competidores se vuelque a su favor y, así, conseguir para la empresa una situación de ventaja sostenible frente a la competencia.

La estrategia es imaginar el futuro que deseamos para la empresa y planear cómo construirlo, desde la certeza de que lo lograremos.

Una estrategia de éxito no suele ser la consecuencia de una gran experiencia en la actividad, ni el resultado de una maravillosa intuición del empresario. Aunque hay empresarios que son magníficos estrategas, los cuales suelen tener en su cabeza lo que llamamos “estrategias implícitas”.

Las estrategias de éxito son, siempre, el fruto de una reflexión profunda, sistemática y rigurosa (son las que llamamos “estrategias explícitas”),

         sobre las circunstancias externas que rodean a la actividad

         y sobre las características internas de la empresa

Una reflexión que permite encontrar opciones de actuación adecuadas.

Dirección Estratégica de la Empresa

“La forma de gestión más genuina, más avanzada y más completa de llevar empresas (dirigir, gestionar, administrar) basada en la formulación continua de estrategias y su utilización para conseguir objetivos”. Eso, como es lógico, es lo dicho hasta ahora, pero, en los nuevos tiempos, habrá que unir a esa actividad otras dimensiones como la agilidad y la inteligencia colectiva.

Ya no tienen mucho sentido ni los planes estratégicos ni la planificación en sí misma. Los primeros por las rigideces que introducen en las actividades de las empresas y la segunda porque las cosas cambian hoy a gran velocidad.

Liderazgo y motivación

La dirección de empresas, desde un punto de vista general, a un primer nivel de responsabilidad y hablando ya de empresas en marcha, necesita tres tareas básicas: management, estrategia y liderazgo.

El liderazgo, del que hemos dicho muy poco hasta ahora, es sencillamente la capacidad para dirigir personas, incentivarlas y motivarlas. Se llama líder de una forma general al director o jefe de un grupo, pero el liderazgo es algo más que eso. Es un conjunto de cualidades o habilidades poseídas por determinadas personas, o poseídas en mayor o menor grado por dichas personas, que movilizan a un grupo de personas y las animan a trabajar y esforzarse por algo. Son personas con las que es fácil trabajar, colaborar y compartir objetivos, tareas todas muy necesarias en las empresas.

Un jefe debe ser un líder, pero no necesariamente todos los jefes son líderes. Hoy sabemos que el verdadero liderazgo es el que surge entre pares o iguales. Es decir, el que naturalmente desencadena el seguimiento y la complicidad hacia una persona, de todas las que trabajan juntas.

Ética y deontología profesional

Solo recordar que nuestro mundo debe estar regido por la ética y la moral y que gran parte de nuestros problemas históricos con el capitalismo, la economía y la empresa, se deben a la actuación incorrecta de las personas en cuanto a lo justo y lo aceptable. La ética de los negocios es algo imprescindible si queremos que las cosas de las que estamos hablando funcionen.

La deontología relativa al conjunto de principios, deberes, obligaciones y normas de funcionamiento de una profesión y del que la ejerce, debe también, ser tenida en cuenta y practicada.

Sociedad de la Información y del Conocimiento

La denominación de «sociedad de la información y del conocimiento» es la que hemos acuñado para denominar una nueva forma de organizarnos en sociedad en la que la información, y por extensión, los conocimientos, constituyen una parte importante de todo lo que hacemos en términos, económicos, productivos, educativos, sociales y políticos. La innovación misma, elemento fundamental del mundo desarrollado, se apoya y se relaciona estrechamente, con las tecnologías de la información y las comunicaciones. A veces se ha utilizado el término, Era de la Información, el cual está siendo sustituido con rapidez por otras denominaciones.

No hay nada seguro en cuanto a fechas, pero es probable, y el tiempo lo dirá, que la “Sociedad de la Información y el Conocimiento” se utilice históricamente para designar una etapa del desarrollo de la humanidad que vaya desde principio de los años 70 hasta las fechas actuales (2016-2020).

Responsabilidad Social Corporativa

La empresa, como institución, es verdad que está hecha para que el capital tenga todo el poder. No solo los accionistas son dueños de los edificios, las instalaciones y las máquinas, sino de los productos terminados y del beneficio. Puede que esto haya sido necesario históricamente para hacerla efectiva, y la historia nos ha demostrado los resultados desastrosos de los proyectos comunales.

Los empleados y los obreros, por otra parte, no suelen querer otra cosa que un puesto fijo y un buen sueldo. Cualquier alternativa relativa a correr riesgos, a unir sus sueldo a los resultados u otras, no suelen ser bien recibidas. Hay, además, alternativas como las cooperativas y otras formas institucionales que resuelven el problema de la propiedad unilateral de la empresa. Y existen, por cierto, los sindicatos, que deben proteger los intereses de los trabajadores. Por supuesto, sin ideologías previas o sin pretender destruir el sistema productivo. Cosas, hay que decirlo, muy antiguas ya, pero que algunos hemos vivido en propia carne.

Con el tiempo, sin embargo, parte del poder ha pasado a los directivos, los cuales son considerados componentes de la empresa y protegidos con altos sueldos, contratos sustanciosos, acciones y stock options. Ha habido épocas doradas de contratos blindados y condiciones para estos profesionales similares a los de los managers, o entrenadores, de los equipos de fútbol o baloncesto. Aparentemente superadas, por cierto, tras las crisis diversas de los últimos años y la entrada en un cierto estancamiento secular en el mundo en su conjunto.

Empoderamiento

Desde hace tiempo, existe también un movimiento general hacia la consideración del trabajo, no como una materia prima, sino como una parte de la empresa. Una parte, a la que hay que prestar mucha atención y con la que hay que contar en todos los sentidos. El enriquecimiento del trabo y el empoderamiento del personal son tendencias actuales.

Las empresas tienen que ser responsables y atender, no solo a sus empleados y obreros, sino a las sociedades en las que llevan a cabo su labor. O, dicho de una manera general, a los «stakeholders» y a aspectos imprescindibles para todos como la protección del medio ambiente.

El beneficio empresarial es necesario, pero no debe ser nunca un beneficio basado en la explotación excesiva de los recursos.

La atención a todas las cosas mencionadas es en el fondo a lo que llamamos Responsabilidad Social Corporativa.

Era Digital

No hay acuerdos formales y totales tampoco sobre esta y otras denominaciones actuales. Algunos utilizan, por ejemplo, la denominación alternativa, Era Cognitiva. Distintas personas las utilizan de formas diferentes,

Es bastante razonable pensar, sin embargo, que la Era Digital coincida con lo que en otro orden de cosas se llama la Cuarta Revolución Industrial. Una nueva etapa de evolución en la que se utilizarán las Redes Sociales y la Inteligencia Artificial. Así como las Apps y la explosión de todo lo que sea digital, on-line e interactivo.

Dirección de Empresas en la Era Digital

Si todo va a ser, on-line, digital, interrelacionado y basado en la Inteligencia Artificial y en las redes, la empresa tendrá que adaptarse a ello. La transformación digital tiene que ser universal.

La Dirección de Empresas seguirá siendo la actividad de “conseguir que las cosas se hagan a través de las personas y la organización”. También, a través de las tecnologías de la información y comunicación, a través de las redes sociales, a través de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning y a través de la colaboración hombre-máquina.

Nada de esto se podrá llevar a cabo sin la potenciación de la Inteligencia Colectiva y sin la utilización de la Inteligencia Artificial Colectiva

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

Deja tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.