El presente post es el tercero dedicado al hipercapitalismo de manera continuada. En este caso, encontramos como posible antecedente de ese término la palabra «supercapitalismo», la cual tiene, sin duda, el mismo significado. Ambas hacen referencia a un capitalismo de excesos y extremos en el que el dinero y la propiedad privada tienen un rol superior al que nunca antes habían tenido en los tres últimos siglos. Se ha llegado a formar una economía financiera de tal magnitud y tan distante de la economía real de producción de bienes y servicios que asusta pensar los resultados que tal hecho puede producir. Entre ellos el deterioro de la democracia que vemos en los últimos tiempos. Es una economía de rentistas que no podrá subsistir dependiendo solo de ella misma. Concluimos haciendo un resumen del significado de hipercapitalismo.
(Figura de arriba tomada de la Web, Soulsight, en un post relacionado con la «economía de la abundancia»; https://soulsight-thoughts.com/s%C3%BAper-abundancia-el-creative-mode-del-mundo-b7680674a26d )
Supercapitalismo
![Hyper-Capitalism: the modern economy, its values, and how to change them (English Edition) de [Gonick, Larry, Kasser, Tim]](https://images-eu.ssl-images-amazon.com/images/I/618LQwWlB-L.jpg)
En el post anterior hemos relacionado el hipercapitalismo al capitalismo zombi con el que algunos autores marxistas han denominado a la economía de nuestros días.
Quizás la referencia más cercana al término que comentamos puede que esté en el libro de Robert Reich (Nacido en 1946) de 2009, Supercapitalism: The Battle for Democracy in an Age of Big Business. Relata en él el éxito del capitalismo desde la liberación profunda del mismo de los años 80. Un éxito con externalidades negativas o efectos colaterales no deseados.
Explica la desaparición a partir de esas fechas de instituciones equilibradoras del capitalismo, como los grandes monopolios fuertemente regulados de las épocas anteriores. Y también, la pérdida de poder de los sindicatos, la desaparición de agencias reguladoras y la autorización de los movimientos internacionales del capital facilitados por la tecnología digital.
Así como, la autorización de de los derivados, la liberación de los bancos eliminando las diferencias entre bancos comerciales y de inversión, el abandono de legislatura relacionada con el funcionamiento de los ayuntamientos y comunidades locales y otras muchas instituciones y limitaciones institucionales.
Menciona la aparición de gigantescas corporaciones globales, la acumulación de grandes fortunas, la concentración del poder y de las decisiones y otros fenómenos cada vez más extremos de nuestros días. El capitalismo de los excesos se ha extendido por Europa, Rusia, China y la India y en realidad por todo el mundo.
Dice de forma muy concreta que todo ese liberalismo no dejó otra cosa que hacer a las empresas que la consecución de cada vez más beneficios. No tenían que preocuparse de nada más, puesto que nada más se les exigía.
Deterioro de la democracia
Ese éxito del capitalismo sin limitaciones ni regulaciones ha contribuido al deterioro de la democracia y a la aparición de los grandes problemas sociales — desigualdad, precariedad, desempleo, pobreza, deterioro del bien común, populismos, ingobernabilidad– repetidamente citados en este blog.

Desde la publicación del libro de Reich la situación del mundo se ha deteriorado de forma considerable. La desaceleración económica, la expansión de la economía financiera, el cambio climático y la desigualdad, que no deja de aumentar, son varios de los fenómenos que nos afectan. A los que habría que añadir, la pérdida de confianza en los políticos, la diversificación del voto con el fortalecimiento de partidos extremistas, los independentismos, las protestas masivas de las poblaciones y muchos otros problemas actuales.
A todo ello se refiere también el reciente libro, escrito en forma de comics, Hyper-Capitalism. The Modern Economy, its Values, and How to Change Them. Sus autores son: Larry Gonick (Nacido en 1946) y Tim Kasser (Nacido en 1966) . El primero, dibujante de comics dedicado a obras de historia, filosofía y economía, como en este caso, y el segundo, psicólogo y estudioso del materialismo de nuestras sociedades y de la sociedad del bienestar.
También aborda temas parecidos sobre el capitalismo actual y su futuro, el catedrático de la Universidad de Oxford, Paul Collier (Nacido en 1949), al cual citamos porque estamos utilizando su último libro, The Future of Capitalism. Y porque dará una conferencia en la Fundación Rafael del Pino, el próximo miércoles, día 20 de noviembre de 2019.
Y habría que citar adicionalmente la obra del australiano John Quiggin (Nacido en 1956), Zombie Ecnomics. How dead Ideas still walk among us. Secuela quizás del de Chris Harman mencionado en el post anterior,
Conclusiones
En cuanto al término, “hipercapitalismo”, al que hemos dedicado tres posts, las conclusiones son:
1) puede tener sentido el uso del término para referirse al capitalismo de extremos y excesos, particularmente los de tipo financiero, de nuestros días;
2) no debe olvidarse, sin embargo, que es un término claramente de origen marxista, en línea con su posición histórica de denigrar al capitalismo y esperar su agotamiento y desaparición;
3) al alto porcentaje de las poblaciones de muchos países desarrollados que viven bien en el capitalismo y no creen que haya alternativas (digamos que un 50 %) y que cuentan con la economía financiera para el mantenimiento de sus ahorros, no les gusta el término en absoluto y lo consideran artificial e innecesario;
4) a los partidarios del liberalismo económico radical y del mecanismo de mercado sin restricciones, que no aceptan la palabra capitalismo para definir lo que ellos defienden, lo de hipercapitalismo les parece sencillamente ridículo;
5) la palabra de la que hablamos no es, al fin y al cabo, importante, pero sí lo es la situación de grandes desequilibrios y grandes problemas del mundo en la actualidad;
6) los desequilibrios y problemas a los que la palabra, de una u otra manera, hace referencia, si que necesitan actuaciones destacadas de reforma, o dicho de otra forma, no sabemos si el capitalismo necesita reformas, pero sí que las necesita el hipercapitalismo, o lo que cabe llamar así;
7) y lo más grave es, que no sabemos cómo hacerlo: las revoluciones han sido un fracaso total, el keynesianismo llegó a agotarse, el liberalismo extremo está amenazando con dar al traste con todo lo alcanzado en nuestras sociedades, y en cuanto a otros modelos, o no los conocemos o son más de lo mismo.