Dedicamos este post a revisar muy por encima los desencadenantes de la Gran Recesión. Empezamos haciendo referencia al liberalismo como gran concepción general sobre el funcionamiento de nuestras sociedades. Señalamos que las actuaciones contra la crisis, causadas por un exceso de liberalismo económico, pueden no funcionar al principio de las crisis, o ser inadecuadas a lo largo de su desarrollo. Tal concepción, en la que se espera que el mecanismo de mercado corrija todos los desequilibrios, fue utilizada en la crisis y especialmente en su gestación por gobiernos de derechas y de izquierdas. Prestamos atención a los desiguales perfiles de la crisis en los Estados Unidos y en España y nos detenemos en la gestación de la crisis, en sus comienzos y en las primeras actuaciones contra ella
(Las imágenes utilizadas en este post son todas viñetas cómicas de Forges, al que admiramos mucho. No somos, sin embargo, tan contrarios al liberalismo económico y al mecanismo de mercado como él parece serlo. Solo estamos muy en contra de sus excesos).
Liberalismo económico
En el post anterior hemos visto cómo la concepción dominante en los años anteriores a la crisis fue de liberalismo extremo, declarado como en el caso de los Estados Unidos, y no declarado pero practicado, como en el caso de España. Se creyó que la burbuja inmobiliaria, en países como Estados Unidos y España, sería absorbida por el mecanismo de mercado, y no ocurrió así ni mucho menos. Muy al contrario, los bancos y otras instituciones financieras que crearon la burbuja, aprovecharon la ocasión para actuar delictivamente y crear una burbuja financiera paralela, echando con ello leña al fuego. Así como acelerando la crisis con la bancarrota de bancos e instituciones hipotecarias.
Haciendo un resumen se podría decir que el problema de los países y gobernantes es que sólo saben gobernar dejando que las cosas funcionen automáticamente, esperando que en términos económicos sea el mercado el que arregle las cosas. No saben utilizar políticas de actuación que corrijan las derivas negativas en las que las economías entran en esas condiciones. Ni prever que finalmente las burbujas explotarán. Les cuesta admitir, por otra parte, que instituciones serías como los bancos y otras instituciones financieras, sean capaces de engañar a todo el mundo actuando incorrectamente. El interior de nuestras economías y sociedades, además, parece estar lleno de personas e instituciones dedicadas a obtener beneficios desorbitados y a delinquir pase lo que pase, con el resto de los ciudadanos y con la economía misma. Son capaces de actuar contra el sistema del que ellos mismos dependen.
Actuaciones
Nadie parece darse cuenta en esas situaciones de que mantener el sistema en funcionamiento es lo mejor para todos y lo más importante. Ocurre además que aunque las instituciones básicas reguladoras de nuestros sistemas, como los bancos centrales, responsables de las políticas monetarias, y los propios gobiernos, con sus políticas fiscales, impositivas y presupuestarias, actúen con rapidez, los resultados pueden ser negativos por causas diversas. La espiral del hundimiento de una economía cuando comienza, es muy difícil de detener.
No se puede decir, desde luego, que no hubo actuaciones en contra de la crisis a partir de 2007, sobre todo en los Estados Unidos, pero fueron poco efectivas en los primeros momentos.
Es decir, y en relación con esto último, las actuaciones no garantizan el restablecimiento del equilibrio tras una crisis. Incluso pueden agravar más la crisis en cuestión, como es el caso concreto de España. Todo ello además con gobiernos de un signo o de otro, aunque es cierto, por lo menos en nuestro país, que las izquierdas gobiernan peor las crisis económicas que las derechas, acudiendo a una distinción entre partidos políticos que personalmente rechazo totalmente.
¡Ya está bien, dicho sea de paso, de utilizar los términos izquierda y derecha en el ámbito de la política, los cuales sirven para enfrentarse unos a otros y para mantener el falso diagnóstico de la lucha de clases, pero no para resolver los verdaderos problemas de nuestras sociedades!.
La crisis y el signo político de los gobiernos
Acudiendo a grandes periodos, la Gran Recesión en España con su fuerte impacto negativo, ha tenido lugar bajo gobiernos socialistas. El PSOE gobernó desde 2005 a 2011 (Legislaturas VIII y IX). Mientras que la recuperación de la crisis, con los espectaculares resultados de los últimos tres años, se está produciendo bajo gobiernos del PP (Legislaturas X, XI y XII). Con un periodo de transición, 2012 y 2013, negativo todavía, en manos del PP. Periodo en el que, por un lado había una inercia difícil de detener, y, por otro, fue utilizado para adoptar medidas correctoras de gran calado. Entre ellas la reforma del mercado de trabajo, la reforma bancaria y la disminución del gasto público. Se redujeron también de forma importante las transferencias sociales,
Es curioso porque en los Estados Unidos el proceso ha sido totalmente el contrario, el partido republicano, bajo el presidente George W. Bush (nacido en 1946), gobernó desde 1993 a 2009, y fue, por tanto, responsable de la crisis en ese país, que se transformó en crisis mundial, mientras que los demócratas con Barack Obama (nacido en 1961) como presidente, lo han hecho de 2009 a 2016, años claros de recuperación y vuelta a la estabilidad.
Siempre con gobiernos de uno u otro signo, como decimos, y con políticas de un tipo o de otro, pero todos gobiernos, como es lógico, que no discuten el sistema que hemos creado entre todos. Sistema dentro del cual se incluye: el mantenimiento del sistema productivo; el reconocimiento del papel de las empresas e instituciones privadas de todo tipo, conjuntamente con las públicas; el mecanismo de mercados junto con la regulación; las instituciones y medidas de una sociedad del bienestar, como el sistema de pensiones, la seguridad social, los sistema públicos de sanidad, subsidios sociales diversos y muchos otros. Una economía mixta, en definitiva, que es la más generalizada en nuestro mundo. Así como una democracia liberal representativa y un sistema judicial avanzado.
Perfiles de crecimiento de varios países
Sólo a algunos países descolgados de la lógica y de la racionalidad, como es el caso de Venezuela y varios otros en el mundo, se les ocurre iniciar a estas alturas de la historia formas de gobierno, contrarias a todo lo anterior, que son, trasnochadas por un lado y sin fundamento lógico alguno por otro. También los grupos antisistema y los grupúsculos de todo tipo que han surgido como consecuencia de la crisis, están fuera de lugar en cuanto a arreglar y organizar nuestras sociedades.
Pero volviendo al nacimiento y desarrollo de la crisis, el cuadro que sigue muestra el perfil de crecimiento del PIB de los Estados Unidos y España durante los años a los que nos referimos
Crecimiento del PIB en los Estados Unidos y España | |||||||||||||
AÑO | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 |
Estados Unidos | |||||||||||||
% PIB | 3,8 | 3,3 | 2,7 | 1,8 | -0.3 | -2,8 | 2,5 | 1,6 | 2.2 | 1,7 | 2,6 | 2,9 | 1,5 |
España | |||||||||||||
% PIB | 3,2 | 3,7 | 4,2 | 3,8 | 1,1 | -3,6 | 0,0 | -1,0 | -2,9 | -1,7 | 1,4 | 3,2 | 3,2 |
Como se ve, el decrecimiento en 2009, fue mucho más acusado en España que en los Estados Unidos, y la recuperación fue clara en el segundo país, mientras que en nuestro caso hubo crisis para rato. Si contamos el 2008 y el 2014 que fueron años malos, con aumento notable del desempleo, tenemos un total de 8 años de crisis.
Sólo Portugal y Grecia y quizás Irlanda, país este último que decreció por debajo del 4 % anual en 2008 y en 2009, sufrieron una recesión más amplia que España, aunque todos los países europeos sufrieron dificultades económicas.
Los Estados Unidos en concreto mostraron más experiencia que otros países en superar estas situaciones y emplearon la inyección masiva de dinero en el sistema, que es, por otra parte, lo que aconsejaba la política económica ortodoxa.
El origen de la crisis
La génesis de la Gran Recesión y su desarrollo son muy bien conocidos a estas alturas y todo está bien documentado en informes y publicaciones diversas, además de en Internet en general y en Wikipedia en particular.
Todo comenzó en los Estados Unidos en 2001 bajo la presidencia de George W. Bush. Como era de esperar de un gobierno republicano bastante radical, se desregularizaron los mercados, se bajaron los impuestos y los tipos de interés y se facilitó el crédito, entre otras medidas liberalizadoras de la economía.
En paralelo, las guerras de Afganistán e Irak exigieron gastos multimillonarios.
Y también influyó en la gestación de la crisis el hecho de que los precios de las materias primas, principalmente, el petróleo, el cobre y otros minerales, crecieron espectacularmente. El barril de petróleo, por ejemplo, llegó a 147 dólares en julio de 2008. Y en cuanto al cobre, también en 2008, su precio alcanzó el precio récord histórico de 8.000 dólares por tonelada.
Los productos agrícolas y alimenticios en general también aumentaron sus precios en la primera década del 2000, después de un largo periodo, 1980-2000, de bajos precios.
Hipotecas subprime
Los procesos desencadenantes de la crisis, en cualquier caso, se sitúan en el hundimiento en Estados Unidos de varios bancos dedicados a hipotecas en la segunda mitad del año 2007 y en el descubrimiento del gran fraude de las hipotecas subprime. Las subprime, como se sabe, son hipotecas de baja calidad hechas a personas poco solventes (hipotecas de alto riesgo) que fueron paquetizadas, es decir, incorporadas a fondos llenos de glamour y publicidad, y vendidas en todo el mundo. Sencillamente intoxicaron los sistemas financieros del mundo desarrollado.
La crisis se extendió rápidamente a todos los países desarrollados y ya en 2007 los bancos centrales tuvieron que inyectar liquidez al sistema bancario. Las economías de los países desarrollados se resintieron y el crecimiento comenzó a descender causando pérdidas importantes de empleo.
En el gráfico incluido está tomado de: «Crisis de las hipotecas subprime«. Se ve en él la euforia de dichas hipotecas en los años anteriores a la crisis.