El presente post hace el número 15 de los dedicados al tema, «Nuevos horizontes en innovación científica y tecnológica. ¿Qué mundo nos aguarda?». La mayor parte de lo indicado constituye el contenido de uno de los capítulos de un libro actualmente en fase de publicación.
Hemos hecho una revisión del intenso debate actual sobre la crisis iniciada en 2007 y 2008 mencionado una serie importante de publicaciones, nacionales e internacionales relativas a ese tema. Hemos sugerido que el final de la historia como propuso Fukuyama hace unos años, está lejos de cumplirse, ya que nunca como ahora ha habido una falta de consenso tan grande en cuanto a lo que conviene hacer para resolver los problemas del mundo, y nunca como ahora ha habido más propuestas alternativas. Entre ellas la vuelta a los más rancios marxismos y comunismos, que ya es tener ganas de confundir.
El análisis de la situación económica internacional nos ha llevado a considerar diagnósticos alternativos e interpretaciones diversas sobre el futuro de nuestras sociedades. Las revoluciones científicas y tecnológicas, así como los valores y la cultura en desarrollo, analizados, nos han posicionado en una plataforma de ideas desde la que es posible construir escenarios alternativos para nuestro mundo.
Será el tema de los próximos posts, pero de momento, en el presente, señalamos la información como gran modelo de interpretación de nuestro universo y aportamos una visión más bien positiva de las cosas basada en que la imaginación, la creatividad, la invención y la innovación, capacidades fundamentales del hombre, no están en peligro.
Como ha sido señalado en estudios diversos, la Sociedad de la Información y del Conocimiento, y la Nueva Economía por ella generada, constituyen procesos bien estudiados que además se han desarrollado en su totalidad hasta ahora por estudiosos de no demasiada edad. El principio de los años 70 es la fecha que muchos autores señalan como comienzo de la nueva sociedad en términos de estadísticas y hechos concretos. En poco más de treinta años los cambios han sido muy destacados y las previsiones apuntan a transformaciones aún más radicales de las vividas.
Mucho más importante resulta además saber, que la revolución digital y el paradigma de la información, –por referirnos de alguna manera a esa omnipresencia de la información, su reproducción y su transmisión, constituyen el soporte o el fundamento de nuevas revoluciones científica y tecnológicas.
Todo es información
He hablado mucho de esto en mis blogs pero puedo insistir en que para muchos autores actuales, con particular referencia a Ray Kurzweil, uno de los más conspicuos autores y de los más radicales en sus propuestas, al que además hemos citado extensamente en este blog, el modelo explicativo que hay detrás de la revolución genética, de la nanotecnología y de las ciencias del conocimiento, no es otro que el aportado por la información. El interior de la materia inorgánica, la vida y las profundidades de la materia orgánica y el cerebro y las complejidades de la materia gris, no son otra cosa que procesos de información, o al menos es con el modelo de la información y su reproducción, con el que el hombre se está enfrentando a los nuevos avances en cuanto al conocimiento de su mundo
Vivimos una época de búsqueda del infinito en todas direcciones, un tiempo de investigación en las profundidades de la materia, la fisiología y el cosmos, un periodo de acercamiento a la última frontera del cerebro, la mente y la consciencia, es decir, a la esencia del hombre, y un momento muy próximo, además, al salto del hombre a las estrellas. Para final de este siglo según mis propias predicciones el hombre estará colonizando activamente el espacio exterior a nuestro planeta. Hoy está dando pasos importantes en esa dirección, pero para entonces será una actividad mundial generalizada.
La creatividad no está en peligro
No parece ante todo eso que la creatividad y capacidad del hombre se detenga. Muy al contrario da la impresión de que lo que el hombre es en realidad, imaginación, creatividad, capacidad de invención y habilidad para la innovación, no se va a detener en absoluto.
Puede haber turbulencias, dificultades, crisis y colapsos y muchas personas lo pasarán mal, como siempre ocurre en nuestro mundo, pero la humanidad no parece estar en peligro a medio y largo plazo, sobre todo si encontramos la forma adecuada de actuar correctamente para solucionar nuestros problemas de convivencia y de sostenibilidad.
Es difícil predecir lo que nos aguarda pero las posibilidades pueden ser analizadas a través de escenarios alternativos.