El fin de la historia (2)

El fin de la historia. El modelo de capitalismo liberal unido a la democracia parlamentaria, al liberalismo económico y al mecanismo de mercado parecía haber triunfado como fórmula universal para el gobierno de los distintos países al derribarse el Muro de Berlín en 1989 y disolverse la Unión Soviética con la independencia de las 15 repúblicas que la formaban entre marzo de en1990 y diciembre de 1991. Puede que fuera así, pero lo grave es que los hombres, sobre todo en occidente (digamos que en Europa y USA) nos creímos que con este modelo se había automatizado la vida, especialmente la económica, y que a partir de ahí desaparecerían las crisis económicas e incluso los ciclos de corta duración o Business Cycles. A esto, particularmente, se refiere este nuevo post.

(Imagen de arriba, cascadas rainbow falls de hilo hawái)

(Continuación del post anterior)

La crítica reciente al capitalismo
(Resumen de lo incluido en los tres posts dedicados a las debilidades del capitalismo)

En la actualidad hay un número importante de autores americanos, varios de ellos premios Nobel de Economía, que son críticos con el capitalismo, señalan sus efectos negativos de los últimos tiempos y proponen posibles medidas correctoras. Son economistas en gran manera, pero también sociólogos, politólogos y de otras profesiones.

Para todos ellos es muy difícil desentenderse del sistema capitalista utilizado en los Estados Unidos y basado en: el Capitalismo, como organización económica, la Democracia, como organización política, el Liberalismo Económico, como filosofía de funcionamiento y el Mecanismo de Mercado, como instrumento. Estados Unidos ha sido desde siempre el país en el que más se ha desarrollado y utilizado este modelo y el que lo ha difundido con éxito por todo el mundo.

Aparte de Robert Reich (nacido en 1956), secretario de trabajo con Bill Clinton entre 1993 y 1997, y autor del libro de 2015, Saving Capitalism, la crítica al capitalismo es una actitud de muchas de las obras recientes de autores con los que estoy muy familiarizado. Algunos de ellos son, además de Robert J. Shiller (nacido en 1946), George Akerlof (nacido en 1940), Jeffrey Sachs (nacido en 1954), Branko Milanović (nacido en 1953), Dani Rodrik (nacido en 1957), James Galbraith (nacido en 1952), Kate Raworth (nacida en 1970), Mariana Mazzucato (nacida en 1968), Rebecca M. Henderson o los mismos Joseph Stiglitz (nacido en 1943), Paul Krugman (nacido en 1953) o Thomas Piketty (nacido en 1971). Los tres últimos algo más radicales e ideológicos.

El fin de la historia

Todos conocemos lo ocurrido en los últimos tiempos, la guerra fría que duró bastantes años y durante la que se suponía que existían dos modelos alternativos pugnando uno con el otro por el predominio mundial, terminó en 1989 con la caída del Muro de Berlín y la posterior desaparición de la Unión Soviética. Fue una victoria aparente del capitalismo que pronto fue apoyada y explicada por Francis Fukuyama (nacido en 1952) en su libro de 1992, El fin de la Historia y el último hombre. “Expone en él una polémica tesis: la historia, como lucha de ideologías, ha terminado, con un mundo final basado en una democracia liberal que se ha impuesto tras el fin de la Guerra Fría”.

Tal hipótesis fue apoyada por economistas muy famosos que llegaron a decir que se habían terminado los ciclos económicos, las terribles depresiones del capitalismo y los grandes desequilibrios en precios y otras magnitudes económicas.

Vuelta a las crisis y a los ciclos económicos

Pronto se vio que esto último no era cierto y para demostrarlo solo hay que revisar las crisis de los años 90, la de los punto.com del año 2000 y siguientes, los booms inmobiliarios desaforados posteriores, la Gran Recesión del 2008/2009, la pérdida relativa de posiciones en el mundo de las economías europeas, el fallo de la globalización, los desequilibrios creados por la economía financiera y los fuertes efectos colaterales en términos de pobreza, desempleo y desigualdad.

Más recientemente, la desaceleración económica traída en gran manera por la pandemia, la expansión de la economía financiera, la desigualdad que no deja de aumentar, y el cambio climático y el deterioro del medio ambiente, son varios de los fenómenos negativos que nos afectan. A los que habría que añadir, sobre todo en el caso de nuestro país, la pérdida de confianza en los políticos, la diversificación del voto con el fortalecimiento de partidos extremistas, los independentismos, las protestas masivas de las poblaciones y muchos otros problemas actuales.

Estudio de los ciclos económicos

No es este el lugar adecuado para referirnos con profundidad a los ciclos económicos ni dichos ciclos, especialmente los cortos a los que en inglés se les llama Business Cycles, están hoy de actualidad. Los hemos mencionado en el apartado anterior para indicar la vuelta a una marcha normal de la economía en la que las oscilaciones económicas producto de causas endógenas están de nuevo entre nosotros. Lo están a nivel mundial y a nivel de los países desarrollados y puede que con más virulencia que en otras épocas. Hay autores diversos que proclaman la mayor volatilidad económica de nuestros días, en parte, y precisamente, por la aparición de una economía financiera poderosa y autónoma que funciona sin conexión con la economía real.

No es solo que el libro ya mencionado de Francis Fukuyama insinuara que las cosas irían mejor en el mundo en términos democráticos y económicos y todo sería más estable, sino que autores como Robert Lucas (nacido en 1937) con su teoría de las expectativa racionales y Paul Romer (nacido en 1955) con sus explicaciones sobre el desarrollo endógeno, lo anunciaron en aquellos años. Son teorías económicas, las dos, con mucha verdad en ellas, aunque no con toda la verdad.

El estudio de dichos ciclos tiene una larga tradición desde los primeras explicaciones sobre las oscilaciones de los precios en las bolsas de valores de Ralph Nelson Elliott (1871- 1948), a las primeras mediciones de los ciclos de la economía real de Wesley Clair Mitchell (1874 – 1948) o las posteriores contribuciones de Arthur Burns (1904-1987), los dos últimos gobernadores en distintas fechas de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos y colaboradores en el estudio de los ciclos económicos. Y sin dejar de mencionar al gran estudioso de estos fenómenos Robert J. Gordon (nacido en 1940), autor del conocido libro, The American Business Cycle: Continuity and Change (NBER)

Los ciclos como fenómenos autónomos inherentes al capitalismo

Los ciclos cortos se refieren normalmente a las oscilaciones ocurridas periódicamente en las economías capitalistas en términos de crecimiento. Éste se viene abajo de forma no fija en el tiempo pero si recurrente y los altibajos tienen consecuencias negativas para todo el mundo, especialmente para la mal llamada «mano de obra». Esta última es la válvula de escape del sistema, o una de ellas, y la que sufre el desempleo y la desigualdad

Se suelen distinguir cuatro etapas en ellos: recesión, crisis, depresión y recuperación. Cuando son serios en términos negativos, es decir, con fuertes depresiones y lentas recuperaciones, la gente lo pasa mal, ya que disminuye el empleo y los sistemas protectores del bienestar no suelen tener la solidez necesaria para conseguir que los afectados dispongan de lo necesario para vivir.

Aparte de los ciclos causados por circunstancias externas y especiales, los ciclos normales tienen procedencia interna, forman parte de la economía capitalista y tienen un cierto papel en la eliminación de ineficiencias, con el efecto colateral de hacer que la gente lo pase mal.

(Continúa en el siguiente post)


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Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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