Economía para el Futuro (VI) (57) Economía rosquilla


Continuamos en este nuevo post revisando publicaciones recientes críticas de la situación del mundo y buscadoras de soluciones para sus problemas. Revisamos ahora un libro destacado de la británica Kate Raworth, Economía Rosquilla. 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI. Es un libro notable que ha sido muy citado y utilizado, aunque han transcurrido ya seis años desde su publicación y el mundo ha sufrido muchos cambios desde 2018. Estamos revisando todo el pensamiento de los últimos años para poder enfrentarnos a formular conjeturas sobre lo que puede ocurrir en un futuro cercano en nuestro mundo, en nuestras sociedades y en nuestras economías, así como sobre lo que podría hacerse para remediar nuestros males. El libro en cuestión, sobre cuyo contenido se ha escrito mucho, se enfoca a cambiar la mentalidad de las personas y las instituciones y propone para ello un cambio radical en la forma de concebir la economía y en la manera de enseñar la teoría económica.

(Imagen de arriba: Rio Merced, Yosemite National Park)

Nuevas maneras de pensar la economía

Otro de los autores — en este caso, autora — que merece la pena mencionar en relación con el análisis de los problemas actuales de todo tipo y de sus posibles soluciones es, Kate Raworth (nacida en 1970). Su libro de 2018, Economía Rosquilla. 7 maneras de pensar la economía del siglo XXI (Doughnut Economics, en inglés) ha sido muy utilizado y citado en los últimos años y la propia Raworth, profesora de las universidades de Oxford y Cambridge, considerada por algunos como la John Maynard Keynes del siglo XXI. Hay motivos para ese último título porque Raworth es una economista pura profundamente conocedora de la teoría económica y con amplia experiencia en la explicación de la misma y de la economía en general.

La rosquilla: una brújula para el siglo XXI

En su libro se nota muy afectada por la rebelión de los estudiantes de todo el mundo surgida en los primeros años de este siglo contra la economía y la teoría económica impartida en las universidades, su estrechez de miras y sus errores. Ante ello se propone renovar profundamente dicha teoría y hacerla más adaptada al mundo actual y a sus necesidades.

Relata en su libro el plante masivo de los estudiantes de la Universidad de Harvard en 2010 contra el conocido profesor de economía Gregory Mankiw (nacido en 1958), un brillante economista autor de los manuales de macro y microeconomía más utilizados de los últimos años. A muchos nos impresionó dicho plante, a pesar de ser críticos con la teoría económica y haber escrito mucho sobre ello en el blog Economía de la Web del autor, Economía y Futuro (https://economiayfuturo.es/). La figura de Mankiw como economista era muy atractiva y todos habíamos leído con avidez sus manuales.

Algunas citas

Raworth cita en su libro parte de las protestas de los estudiantes, referidas a, “la estrecha y sesgada perspectiva ideológica que consideraban impregnaba su asignatura” y menciona sus preocupaciones, “ante la posibilidad de que ese sesgo influyera en los alumnos, en la universidad y en el conjunto de nuestra sociedad.”

Recoge lo escrito por un grupo internacional creado por una de sus estudiantes en una carta abierta publicada en 2014:

“No es solo la economía mundial la que está en crisis. También está en crisis la enseñanza de la economía, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de los muros de la universidad. Lo que se enseña configura la mente de la próxima generación de responsables políticos y, en consecuencia, configura asimismo las sociedades en las que vivimos […]. Estamos disconformes con la drástica restricción del currículo que se ha producido a lo largo de los dos últimos decenios […]. Ello limita nuestra capacidad para afrontar los retos multidimensionales del siglo XX: desde la estabilidad financiera hasta la seguridad alimentaria y el cambio climático.”

En la contraportada de su libro, por otra parte, se recoge la siguiente cita:

“La economía no funciona. Ha sido incapaz de predecir, y no digamos de impedir, las crisis financieras que han sacudido los cimientos de nuestras sociedades. Sus obsoletas teorías han permitido la existencia de un mundo en el que persiste la pobreza extrema mientras la riqueza de los superricos aumenta año tras año. Y sus aspectos más imprecisos han desembocado en políticas que están degradando el mundo en una escala que amenaza por entero nuestro futuro.”  

Sus críticas al mundo actual, a la economía y a los sistemas organizativos que utilizamos son similares a las de otros autores, pero sus propuestas de cambio y de actuación son bastantes más sólidas y coherentes.

¿Cómo cambiar las cosas?

La autora del libro bajo análisis desea cambiar todo ese estado de cosas y quiere hacerlo empezando por la teoría económica que se enseña en las universidades. Comienza al respecto en su libro, utilizando una idea de Buckminster Fuller (1893-1983) el gran arquitecto e inventor estadunidense a cuyas conferencias en Philadelphia, algunas de ellas en la propia Universidad de Pennsylvania, tuve la ocasión de asistir en mis años en dicha universidad. Fue un personaje extremadamente popular en todo el mundo, constructor de la esfera geodésica del pabellón de los Estados Unidos en la Exposición Internacional de 1967 en Montreal.

La frase en cuestión que menciona es: “Nunca se cambian las cosas luchando contra la realidad existente, si quieres cambiar algo construye un modelo nuevo que haga obsoleto el modelo actual”

Es una frase muy conocida que nosotros mismos hemos utilizado en otras ocasiones, pero enormemente oportuna en estos tiempos. La mayoría de los autores utilizados en nuestros estudios y reflexiones sobre los problemas del mundo, a los que esta colección de posts se dedica, aciertan en los problemas, pero no en las soluciones, probablemente porque no identifican adónde ir “desde aquí hasta allí”.

Ante muchas de las propuestas de cambio que se hacen, las cuales en una mayoría de casos son brindis al sol, uno se pregunta sobre quien le pone los “cascabeles al gato”, es decir, cómo se cambian las cosas que funcionan mal en nuestro mundo. Los hombres de hecho solo hemos cambiado drásticamente lo existente en el mundo previamente a través de grandes revoluciones, unas revoluciones en el sentido más trágico que imaginarse pueda con conflictos sociales y políticos y miles de muertes, como la francesa de 1789 y la soviética de 1917, y otras, más aceptables, de carácter tecnológico y económico, como las cuatro revoluciones industriales documentadas hasta la fecha.

La revolución digital actual, o cuarta revolución industrial, es una oportunidad de cambio notable, ya que sus impactos son pervasivos y afectan al mundo de la información, la inteligencia y la cultura. Puede que en unos años la humanidad cambie tanto como lo que cambió entre primeros y finales del siglo XVIII, con el final de la revolución científica europea de los siglos XV, XVI y XVII y la primera revolución industrial del XVIII, británica en su primera parte.

Aunque también habría que hablar de la profundidad del cambio a que nos referimos. Adam Tooze (nacido en 1967), historiador británico, profesor de la Universidad de Columbia y autor de varios destacados libros actuales, dedica uno de ellos a la crisis financiera de 2008-2009: CRASH. Cómo una década de crisis financieras ha cambiado el mundo, y considera que los cambios ocurridos en nuestro mundo son muy importantes y el inicio de un gran cambio global.

¿Qué nuevo modelo propone Kate Raworth?

Cree Raworth en el cambio de mentalidad de los hombres y considera necesario para ello modificar drásticamente la forma de explicar la economía, y más propiamente, la enseñanza de la teoría económica. En lo que se imparte en las universidades sobre esta materia se han utilizado los gráficos y las imágenes desde sus comienzos en el siglo XVIII, y considera nuestra autora que la representación gráfica y el uso de figuras en el terreno de las explicaciones económicas está llena de ideología y de interpretaciones erróneas.

Conviene, en consecuencia, utilizar nuevas imágenes y nuevas representaciones gráficas representativas del pensamiento económico actual. Aporta el gráfico general en forma de rosquilla incluido arriba a la izquierda.

La zona sólida de la rosquilla es el lugar donde debe desarrollarse la vida de las personas y sus sociedades. Existe una frontera inferior relacionada con el fundamento social de nuestro mundo que debemos proteger y una frontera superior constitutiva del techo ecológico que no debemos traspasar. En el interior se sitúan los recursos y todos los elementos organizativos que los hombres debemos cuidar y mantener y en los que con frecuencia hay grandes deficiencias. En el exterior se situa una serie de componentes de tipo planetario y ecológico exigentes de cuidados y en los que a menudo nos sobrepasamos y caemos en excesos.  

Hace una revisón histórica del uso de gráficos y figuras por parte de ecomistas conocidos desde François Quesnay (1694-1774) hasta Stanley Jevons (1835-1882) o Alfred Marhall (1842-1924), para terminar en Paul Samuelson (1915-2009). Este último padre de la economía moderna y autor de los textos más usados y más influyentes en todo el mundo duarante muchos años. Señala que era sumamente partidario de las figuras, los gráficos y las ecuaciones y se detiene en las curvas por él aportadas en cuanto al crecimiento del PIB y otros componentes de la economía y, especialmente, en la figura del flujo de la renta como si fuera una conducción de agua.

La propuestas de nuevas concepciones y nuevas figuras

En entrevistas diversas Raworth ha indicado que “Somos adictos a un crecimiento que no llega a la gente” y una y otra vez se hace la siguiente pregunta: ¿Está el crecimiento económico matando al planeta?

En cuanto a sus aportaciones, se refieren a las nuevas representaciones de los fenómenos económicos, comenzando por la “rosquilla”, la cual contrapone a las curvas del crecimiento del PIB y a la figura del flujo de la renta. Une todo a sus “7 maneras de pensar la economía del siglo XXI”. Para cada una de ellas introduce nuevas representaciones estableciendo gráficos y figuras relacionadas con lo que es hoy la enseñanza de la economía y lo que debería ser. Establece la siguiente lista:

1.- Cambio de objetivos: del PIB a la rosquilla

2. Panorama general: del mercado autosuficiente a una economía incardinada

3.-Cultivar la naturaleza humana: del hombre económico racional a humanos sociales adaptables

4.- Aprender a dominar los sistemas: del equilibrio mecánico a la complejidad dinámica

5.- Diseñar para distribuir: de la idea de que el crecimiento lo nivelará todo a la distribución por diseño

6.- Crear para regenerar: de pensar que el crecimiento lo limpiará todo a la regeneración por diseño.

7.- Ser agnósticos con respecto al crecimiento: de ser adictos al crecimiento a ser agnósticos respecto a él.

Un resumen

El trabajo que venimos glosando es, en resumen, un buen ejercicio, imaginativo, comprensivo y orientado a la actuación, pero peca de las mismas deficiencias que otros como los que venimos comentando: ¿cómo se implantan en nuestro mundo las soluciones que la autora propone?

Es verdad que se orientan desde el principio a cambiar las concepciones teóricas de la economía y a transformar radicalmente la forma de enseñarlas, lo cual es entendible y un terreno en el que es posible actuar. Aunque su planteamiento básico está orientado al cambio de mentalidad de las gentes y los plazos necesarios para que tal cosa ocurra se nos atojan larguísimos, para la velocidad con que se transforman las cosas en nuestro mundo en la actualidad.

No debemos olvidar, por otra parte, que han transcurrido seis años desde la publicación del libro y que desde entonces han tenido lugar acontecimientos como: la pandemia, con un decrecimiento elevado del crecimiento; las políticas expansionistas y de corte social mal aplicadas;  el “austericismo!”  a ultranza como medida correctora; la guerra de Ucrania; la crisis energética; la inflación; la subida de los tipos de interés y la posible recesión que se avecina.

De nuevo, y una vez más, la necesidad de dedicarse a lo urgente en vez de a lo importante.

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Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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