Dudas razonables sobre el papel de las gestoras de fondos

Las gestoras de fondos son empresas muy populares en nuestros días. Nos hemos referido a ellas en los posts anteriores y continuamos en éste prestando atención a la economía financiera y a la financiarización de las que forman parte. Son fenómenos actuales que nos parecen bastante peligrosos y creadores de desigualdad en nuestras sociedades. Después de los tres últimos posts habíamos decidido no insistir mas en la actividad de dichas gestoras, pero un reportaje reciente publicado en FInancial Times de 14 de junio pasado, nos hace volver al tema. Se aborda en él la misma cuestión tratada por nosotros, relativa a las ganancias desorbitadas de dichas empresas.

(imagen de arriba, paisaje islas feroe)

A vueltas con la “financiarización”

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(south devon inglaterra)

Los últimos posts de este blog han tratado de la peligrosidad de un exceso de economía financiera en los países desarrollados. Dicha economía, cuya existencia, separada de la actividad propiamente productiva, no es siempre aceptada por los economistas, tiene al dinero como origen y final de los procesos económicos en los que interviene. El dinero no pasa nunca por agregación de valor en productos y servicios en los que se combinen capital, mano de obra, tecnología y capital humano.

Hay que decir, desde luego, que parte de ese mundo financiero está constituido, sin duda, por actividades muy respetables como la intermediación bancaria, cuando se hace bien, y otras, en las que se agrega valor y se crea empleo.

Parece que lo especial, y peligroso, de ese mundo, es la “financiarización”, es decir, la dedicación del dinero existente en nuestro mundo a actividades especulativas, en las que el dinero crea dinero por sí solo. O si crea algún valor añadido en forma de trabajo, se hace en cantidades mínimas en comparación con otras actividades productivas.

Economías de escala

En la explicación de dichos procesos de financiarización habíamos entrado en la actividad desarrollada por las “gestoras de fondos” y el número importante de millonarios que se ha generado en el mundo a través de esas compañías. De las que existen miles en los países desarrollados y cada vez se crean más. Todas con el mismo esquema de cobrar una comisión al capital que acude a ellas para su gestión y obtención de ganancias.

La economía de escala, según la cual para gestionar miles de millones de Euros se necesita muy poco personal y muy poca infraestructura, así como, la ingente cantidad de capital acumulado en los países desarrollados, es lo que da como resultado el fenómeno de aparición de muchos jóvenes multimillonarios, gestores de fondos.

Un reportaje reciente sobre las gestoras de fondos

No iba a insistir más en el tema porque, como he dicho en varias ocasiones, yo soy un hombre del sistema que lo único que deseo es que las cosas funcionen y no se deteriore en nuestras sociedades capitalistas la vida en común, más de lo que lo ha hecho en los últimos años. Como también he dicho en otras ocasiones, soy un seguidor en estas cuestiones financieras, del Premio Nobel de Economía de 2013, Robert J. Shiller (nacido en 1946), uno de cuyos libros lleva por título, Las finanzas en una sociedad justa: Dejemos de condenar el sistema financiero y, por el bien común, recuperémoslo.

No tengo que insistir en que este enfoque es el que domina mis reflexiones sobre estos temas: “salvemos el capitalismo por el bien de todos”. Y tampoco, en que esta posición es la que rige muchas de las obras recientes de autores con los que estoy muy familiarizado como, además de Shiller, George Akerlof (nacido en 1940), Robert Reich (nacido en 1946), Jeffrey Sachs (nacido en 1954), Branko Milanović (nacido en 1953), Dani Rodrik (nacido en 1957), James Galbraith (nacido en 1952), o los mismos, Joseph Stiglitz ( nacido en 1943), Paul Krugman (nacido en 1953) o Thomas Piketty (nacido en 1971). Los tres últimos algo más radicales e ideológicos.

Un artículo reciente de Financial Times me hace volver al tema, al entrar en esta materia de la misma forma, más o menos, que lo he hecho yo. Y, además, de la mano de una investigación reciente de un joven profesor de finanzas de la Universidad de Oxford.

El artículo en cuestión es, Private equity barons grow rich on $230bn of performance fees, de fecha 14 de junio y firmado por Chris Flood.

Una labor de investigación previa

La labor de investigación a la que se hace referencia es la llevada a cabo por Ludovic Phalippou, profesor de economía financiera en la Saïd Business School de la Universidad de Oxford. Parte de ella publicada en el libro, Private Equity Laid Bare, de 2017. En español sería, las “Private Equity desnudas, o desnudadas”, o con más precisión, “Las empresas de Private Equity al desnudo”.

Para los menos familiarizados con estos temas, solo indicar que las empresas PE (Private Equity) no son otra cosa que fondos de inversión gestionados por profesionales expertos en inversiones que ponen el dinero de sus clientes en acciones de empresas, en general, no cotizadas en bolsa., El término puede ser utilizado con más amplitud y ese puede ser el caso de la investigación a la que hacemos referencia. Más bien parece que dicha investigación tiene en cuenta a las gestoras de fondos, que suelen hacer todo tipo de operaciones. Las PE, propiamente dichas, se centran fundamentalmente en potenciar las empresas en las que invierten.

El trabajo de Phalippou, revisado por el periodista Chris Flood de Financial Times, destaca el fenómeno de los multibillonarios propietarios de grandes empresas de PE, tales como, Blackstone, Apollo, KKR y Carlyle. Menciona sus nombres y las fortunas en forma de miles de millones de dólares acumuladas por todos ellos en periodos de tiempo relativamente cortos.

Lista que podría extenderse a las miles de gestoras de fondos existentes en el mundo, las cuales producen también, si no, multibillonarios, con b, si multimillonarios sin más. Muchos de cuyos dueños se han convertido en personas adineradas antes de los 45 años.

Ganancias desmesuradas de las gestoras de fondos

El reportaje de Financial Times indica que la cifra de 230 mil millones de dólares (230 billones americanos) que aparece en el título del reportaje que comentamos, es lo que han pagado los inversores a los dueños de las gestoras de fondos, en comisiones por el capital depositado en ellas, y quizás también por participación en las ganancias obtenidas, en diez años (del 2006 al 2015).

Y la traca final de los resultados de la investigación es que las ganancias promedio de dichos fondos en periodos largos de tiempo son similares a las de los mercados públicos de acciones y valores. Hecho relevante porque el motivo de que mucho capital vaya a las gestoras es su publicidad, la cual promete unos resultados muy superiores a los obtenidos en el mercado público.

Cita al respecto el caso de los grandes planes públicos de pensiones de los Estados Unidos, que obtuvieron en los diez años mencionados unas ganancias totales de un 11 %, es decir, un resultado similar al del mercado público de valores.

¡Es fascinante este mundo de la economía financiera! Aparecen en nuestras sociedades personas que acumulan riquezas que van desde los cientos de millones a los miles de millones, sin que se cree más valor que el que se crea en las bolsas.

Aunque, explicándolo mejor, se añade, de hecho, gran valor, pero se distribuye muy mal. La riqueza creada va a las manos de un reducido grupo de personas, las cuales, por el juego entre mucho capital y pocas empresas manejándolo, acumulan un exceso de riqueza.

Es, una vez más, un mecanismo creador de desigualdad de los que tan plagado está nuestro sistema capitalista.

Pros y contras de los negocios financieros

El artículo del Financial Times que estamos glosando recoge la siguiente frase de Ludovic Phalippou:
«Es posible que la industria de las private equities deba repensar su modelo de negocio para seguir siendo sostenible. Sin embargo, esto probablemente generará menos multimillonarios».

Es probable, ciertamente, que una corrección sea necesaria, pero conviene, tras analizar los hechos, hablar de los pros y contras de estas instituciones. En ningún caso, podemos ni queremos, demonizarlas.

En el sentido positivo, no debemos olvidar al respecto que tenemos familiares y amigos trabajando en ellas, y por nada del mundo deseamos que pierdan sus trabajos o reduzcan sus ingresos. Asimismo, estamos cerca de personas que tras una larga vida de esfuerzos, han conseguido unos ahorros que colocan en gestoras de fondos para conseguir una cierta rentabilidad. De nuevo, un fenómeno relacionado con el ahorro que debemos proteger. Muchas de ellas, por cierto, nos dicen una y otra vez, que están conformes con las comisiones que pagan y, contando con que, sobre el papel, en unos periodos de tiempo ganan y en otros pierden, no están en contra de estas instituciones y de estos mecanismos de inversión.

En el lado positivo hay que mencionar también el caso de muchos PE, o grupos de inversión en general, que buscan aumentar el valor real de las empresas en las que participan. Es, supuestamente, el modelo de Warren Buffett (nacido en 1930), el cual es mucho más aceptable que otros, y solo invierte en empresa cotizadas en bolsa. Aunque, claro, su fortuna de unos 87.000 millones de dolares, no sabemos bien si es beneficiosa o no para la sociedad, a pesar de haber puesto el 99 % de ella en la Fundación Bill y Melinda Gates.

También cabe mencionar el hecho de que para que una gestora de fondos funcione bien, su dueño y su equipo tienen que trabajar duro recopilando información y estudiando y analizando todo tipo de empresas y circunstancias. Así como ser inteligentes y hábiles, y, hoy en día, competir duramente con otras gestoras.

Se podría mencionar también que hay códigos éticos, en los fondos y en los inversores, que obligan a actuar correctamente, a pagar bien al personal, a practicar la responsabilidad social corporativa y a otras formas éticas de llevar sus actividades

Contras

En sentido contrario solo mencionar que hay gestoras de fondos y productos de inversión muy diferentes. Unas y otros pueden ser más especulativos, más apalancados y más opacos, rayando en algunos casos en lo ilegal.

También hay un aspecto que no parece muy justo. Se trata de que las comisiones por capital depositado se mantengan fijas en las gestoras de fondos, se gane o se pierda, o el fondo tenga cientos de millones o miles. Y en las que participan con, digamos, un 20 % de las ganancias, que las consigan cuando los resultados son positivos y no pase nada cuando los resultados son negativos. Aunque es verdad que el castigo de una gestora que no responde bien en términos de ganancias, es la salida del capital de sus fondos. Es decir, la marcha de la economía y la competencia, como en otros mercados, son mecanismos reguladores a tener en cuenta.

Y, finalmente, las dudas sobre el papel de estas empresas son elevadas. Ya que aprovechando el enorme capital existente en el mundo y su acumulación continuada, así como la poca inversión necesaria para gestionarlo, producen una acumulación exagerada de ganancias en manos de unos pocos, sin que el conjunto se beneficie especialmente. El desequilibrio generado en los mercados al «retirar» capital de la economía productiva y llevarlos a la «financiera» (y ponemos estos términos entre comillas porque muchos no estarán de acuerdo con ellos), es una de las razones de dichas dudas. Así como, la aparición de multimillonarios, sin suficiente esfuerzo, riesgo o labor social, que genera gran desigualdad en nuestra sociedad.

Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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