Este post es continuación directa del anterior. Es la segunda parte del resumen realizado de lo indicado en los posts dedicados a la desaceleración económica actual, a su impacto en países como el nuestro y a lo que cabe hacer para evitar el impacto negativo de la misma. Se recoge la lista de problemas que puede causar la crisis hacia la que vamos y se mencionan brevemente las posibles medidas a adoptar.
(Imagen de arriba tomada de Mercados. https://www.abc.es/economia/abci-sanchez-compromete-mas-gasto-puertas-desaceleracion-economica-201808281953_noticia.html )
Un resumen de los problemas mencionados

Un resumen de todo lo dicho en los últimos 17 posts es el siguiente:
1.– La desaceleración económica es una realidad que parece venírsenos encima sin remisión
2.- Nada parece detener esa tendencia de bajo crecimiento hacia la que vamos. Sobre todo, porque no hay margen de maniobra para las políticas fiscales y monetarias tradicionales. Además de la inmovilidad actual de los políticos y la ingobernabilidad en la que estamos entrando en muchos países.
3.– Unos países sufrirán más que otros en ese estancamiento secular al que nos dirigimos. España, con elevado desempleo, alta desigualdad, problemas con la seguridad social y las pensiones, notable deuda pública y un déficit nacional que no se acaba de controlar, es candidata a vivir malos tiempos.
Sobre todo, si a lo anterior se unen los flujos migratorios, el cambio climático y otros problemas globales como la crisis del comercio internacional, los brexits e independentismos, por un lado, y las bien conocidas deficiencias en educación, innovación tecnológica, capital y cultura de emprendimiento de nuestro país, por otro.
4.- La teoría económica no está ayudando a resolver la situación, ya que, aparte de sus fracasos recientes y de la necesidad de replanteamiento de sus principios básicos, todo lo conocido ha sido ensayado ya sin resultados apreciables. Ni liberalismo, ni intervencionismo, ni soluciones mixtas parecen tener vigencia en nuestros días.
La no existencia de revoluciones tecnológicas superpuestas
5.- No hay en la actualidad revoluciones tecnológicas superpuestas como las del siglo pasado, y las que hay, como, la digitalización, biotecnología o nanotecnología, están de momento produciendo resultados negativos, como la primera, o se mueven en sus fases iniciales como las otras dos.
6.- El país tiene un importante retraso en la revolución digital, sobre todo en cuanto a crear negocios en este terreno y moverse adecuadamente en la economía de las plataformas, la movilidad, las redes en Internet, la nube, etc…
7.- Mantenemos desde hace tiempo desajustes estructurales de gran importancia que mostrarán su cara más negativa en una situación de bajo crecimiento como la que se pronostica.
Las reacciones de los afectados
8.- Los jóvenes profesionales y otros grupos afectados por la situación de falta de trabajo, precariedad de los sueldos, reducida duración de los contratos, facilidades para el despido y otras condiciones actuales del mercado laboral, optan por soluciones diversas.
Entre ellas las siguientes: la emigración, aceptación de cualquier trabajo y cualquier condición, reciclaje duro y puro, dependencia de los padres y familiares, transgresión y delincuencia blanda, delincuencia dura, vivir como se puede, incluida la vida en la calle y la dependencia de la beneficiencia de cualquier tipo, por no mencionar otras medidas mucho más drásticas adoptadas por una minoría cada vez más abultada.
9.- Y el problema es que al hablar de estas cuestiones algunos indican que en España, “la personas con bajos sueldos tienen educación pública que es buena, ayudas para comedor y otras ayudas materiales, salud pública con tiempos largos de espera pero no en temas urgentes, precios en el super bajos, libros de texto en el colegio prestados, diferentes ayudas si tienes discapacidad, si vives solo, sin trabajo y otras circunstancias, posibilidad de optar a viviendas tuteladas para mayores que viven solos, teleasistencia gratis, cursos culturales y deportes para niños y adultos con precios muy bajos gestionados por los centros culturales de los ayuntamientos, tarjetas de transporte para mayores de precio reducido y muchas cosas más” (Comentarios de mi amiga Ana Ibis)
Lo cual es absolutamente cierto, pues disponemos de un estado del bienestar bastante avanzado, que esperamos no se deteriore ni empeore. Pero la cuestión es que a ese mundo no acceden todos los habitantes de nuestro país. En estas cosas no podemos vivir de promedios ni prestar atención solo a los porcentajes de nuestras poblaciones que viven bien, hablamos, y debemos hablar también, de los excluidos, aunque se trate de porcentajes bajos de la población.
El peligro de las estadísticas
Ya sabemos que las estadísticas dicen, según una explicación antigua, simplona y un poco estúpida, que «si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, el promedio en las estadísticas nacionales es de uno por persona». Ese el problema al que me he querido referir en los posts dedicados a la desaceleración económica. No importa cual sea el promedio si hay gente que lo pasa mal o muy mal. Y sabemos, además, que el deterioro de las condiciones económicas afecta más a los más débiles y aumenta el número de estos.
En un estudio de hace un par de años de la OCDE sobre sociedades del bienestar, España ocupaba el puesto 19 de las 38 estudiadas, lo cual no está mal, pero, ¿a quien les bastan las estadísticas para estar tranquilo?
Emprendimiento, Innovación y Sociedad Activa como respuestas
En cuanto a lo que cabe hacer, hay que mirar a la actuación de los gobiernos, los cuales, a pesar de lo dicho en los posts anteriores sobre la imposibilidad de políticas fiscales y monetarias, no se quedarán parados.
Se está preparado ya el camino, y en contra de lo que ha dicho hasta ahora la teoría económica, resulta que, la deuda pública puede todavía ser más elevada de la soportada hoy por muchos países, los tipos de interés pueden ser hasta negativos, la subida de aranceles no afecta a los intercambios comerciales[1], e, incluso, una de las reglas de hierro de la economía que establece la incompatibilidad entre eficiencia e igualdad, parece ahora no ser cierta[2].
La movilización de nuestras sociedades
Nosotros, en nuestras reflexiones, hemos hablado, no digo, al contrario, sino, alternativamente, de movilizarnos los miembros de la sociedad, buscando soluciones propias. Nadie nos tiene que sacar del atolladero que se avecina, nosotros mismos tenemos que salir de él.

Vivimos una época en la que debemos combinar el uso de las tecnologías más avanzadas, los sistemas productivos más sofisticados y las innovaciones más disruptivas, con las actividades más antiguas e individuales, con la colaboración personal, y con el servicio de unos a otros.
No repetimos lo dicho en estos blogs sobre el emprendimiento social, la economía circular, la economía colaborativa y varios otros fenómenos. Solo recordamos que los hombres hemos vivido siempre de los intercambios de bienes y servicios entre todos y que si el intercambio de bienes y servicios, sofisticados, industrializados, avanzados y elaborados, se viene abajo, no es mala idea acudir a intercambios tradicionales, simples y cercanos.
Es lo que hemos recogido con el nombre de Sociedad Activa, utilizando la expresión acuñada por Amitai Etzioni (Nacido en 1929) y título de un gran libro, manual del comunitarismo, del que aprendimos mucho años atrás. Asistimos en nuestros años de universidad en los Estados Unidos a más de una de sus conferencias y desde entonces lo hemos seguido con entusiasmo.
Y para terminar una frase de otro de nuestros maestros excelsos, Isaiah Berlin (1909-1997), que cito de memoria: “navegamos en un barco sin timonel y sin saber adonde vamos, no tenemos más remedio que seguir remando”
[1] Como indica el mismo Guillermo de la Dehesa citando otros estudio del FMI, este debido a Johannes Eugster, Florence Jaumotte, Margaux MacDonald y Roberto PLazza
[2] A ello se refiere Antón Costas en su artículo; “Una epifanía económica” del mismo Negocios que comentamos. Cita las investigaciones de Jonathan D. Ostry, Andrew Berg y Charalambios G. Tsangarides del FMI publicadas en un informe que ya hemos descargado y al que nos referiremos más detalladamente en próximos posts.