Después de un número elevado de posts dedicados a la desaceleración económica y a sus consecuencias, intentamos en el presente y en el siguiente hacer un resumen de lo indicado. Confirmamos la desaceleración en cuestión citando diversos medios y autores, los cuales no hablan ya solo de un enfriamiento de la economía mundial sino de una nueva Gran Recesión. Con esa confirmación terminamos el presente post, dedicando el siguiente al resumen en sí de los problemas de que hemos hablado y de las soluciones propuestas.
(Imagen de arriba tomada de la Web Funds&Markets, artículo, «Las razones de la próxima recesión económica» https://dirigentesdigital.com/bolsas-y-mercados/las-razones-de-la-proxima-desaceleracion-economica-EN395633 )
La desaceleración es algo especialmente grave para países con destacados desajustes económicos

El pasado diez de 10 de abril colgamos un post en este blog con el título de, “Desaceleración a largo plazo de la economía mundial”. Lo hicimos con la intención de dar a conocer informes diversos discutidos en la reunión del Proyecto LINK de las Naciones Unidas de septiembre de 2018, y a la vista de la confirmación de la desaceleración en cuestión por parte del Fondo Monetario Internacional en los primeros meses de 2019.
No teníamos otro interés que comentar los anuncios de tales predicciones y sugerir la actuación con antelación de los poderes públicos y de la iniciativa privada.
Lectores de este blog preguntaron enseguida sobre qué se podría hacer ante una eventualidad muy peligrosa para países como el nuestro, con numerosos y elevados desajustes macroeconómicos.
La extensión de nuestras explicaciones
Para dar una respuesta a sus preguntas hemos tenido que colgar 17 posts, más el presente y siguiente, en los que intentamos unas breves conclusiones.
El motivo ha sido que no es fácil en estos tiempos encontrar soluciones a un enfriamiento generalizado de la economía mundial, producto de tendencias diversas presentes entre nosotros desde hace algún tiempo. No hay que olvidar a este respecto que los procesos económicos son, en gran manera, espontáneos, libres y automáticos. Están llenos de inercia y nadie tiene dominio absoluto sobre ellos.
Así como la constatación de que nuestro país tiene desajustes estructurales serios, siendo el primero de ellos el alto desempleo. Algo se ha mejorado desde el 25,77 % alcanzado en el 2012, pero el actual porcentaje, del orden del 14 %, parece imposible de mejorar en una situación de estancamiento a largo plazo.
La confirmación de la desaceleración
Desde las fechas de las que hablamos en el apartado anterior, las tendencias anunciadas hacia un bajo crecimiento a nivel mundial, con mayor incidencia en los países desarrollados, no han hecho otra cosa que confirmarse.
Reportajes muy diversos de acreditados medios vienen hablando cada vez más insistentemente no solo de la desaceleración económica sino de una posible próxima recesión mundial.
Guillermo de la Dehesa, por ejemplo, un autor de referencia en temas económicos, nacionales y mundiales, publica un artículo en el último suplemento Negocios, de El País de 1 de septiembre, precisamente con el título, “La próxima recesión mundial”. En la misma publicación, la pagina de Coyuntura Nacional elaborada por Raymond Torres de Funcas, lleva el nombre de “España ante el riesgo de recesión global”.
Por no hablar, en lo concerniente a nuestro país, de la disminución de la venta de viviendas y del número de hipotecas firmadas y solicitadas, sobre lo que también hay un buen reportaje en el mencionado medio dominical.
Sin dejar de mencionar la espectacular caída de la venta de automóviles sobre la que recibimos noticias a diario.
G. de la Dehesa habla de una nueva Gran Recesión similar a la de 2008-2009, aunque se apresura a indicar que nunca llegará a ser tan importante como la Gran Depresión del siglo pasado. Una mención que asusta con solo leerla.
Los datos originales
Utiliza los informes del FMI, especialmente el último World Economic Outlook (WEO). Recoge gran parte de las predicciones de crecimiento de un elevado número de países y regiones, la cuales marcan claramente la desaceleración económica mundial en el presente año con unas recuperaciones mínimas para el próximo.

Analiza también la deuda pública de muchos países, tanto desarrollados como emergentes, así como las medidas extremas de los bancos centrales bajando los intereses a niveles nunca vistos hasta ahora.
Concluye que no hay alternativas para evitar otra recesión, la cual anuncia para 2021.
En cuanto a R. Torres, el subtítulo de su análisis deja todo claro: “La desaceleración mundial y las incertidumbres internas anuncian un otoño complicado”.