Desaceleración a largo plazo de la economía mundial

Interrumpimos de nuevo la publicación de la serie de posts dedicados a la Sociedad del Bien Común para incluir unas consideraciones sobre la economía mundial realizadas tras la reunión del Proyecto LINK de las Naciones Unidas en Santiago de Chile. La economía mundial y el comercio internacional se mantienen de momento en niveles razonables de crecimiento, pero la tendencia a largo plazo muestra una convergencia de los diversos grupos de países del mundo en una peligrosa y larga desaceleración. Países como el nuestro con graves desequilibrios en temas  tales como el alto desempleo, el fuerte endeudamiento público, altos gastos de Seguridad Social y pensiones, y otros, deben preparase para tiempos mucho más difíciles que los actuales.

(Imagen de arriba tomada de TopManagement: http://topmanagement.com.mx/la-preocupacion-de-los-ceos-sobre-la-economia-mundial-se-profundiza/)

Desaceleración económica mundial

(Imagen tomada de Anticapitalistas en Red: https://anticapitalistasenred.org/2018/07/20/economia-mundial-50-anos-de-crisis-cronica-y-una-decada-de-depresion/)

La desaceleración económica está aquí para quedarse con nosotros un largo periodo de tiempo. No me refiero solo a nuestro país, en el que tras tres años de crecimiento al 3 % anual, es lógico un cierto ajuste a la baja de dicho ritmo solo por motivos cíclicos. El asunto tiene más calado, ya que tanto los países desarrollados como los emergentes y el mundo en su conjunto, tienden a una convergencia en tasas de crecimiento bajas que durarán bastantes años.

Lo previsto en términos de perfil de las curvas de crecimiento de acuerdo con ciertos estudios recientes, recuerda un poco al estancamiento secular del que hablábamos hace unos dos o tres años.

Siento hacer esta afirmación especialmente por nuestros gobernantes, quienes, como siempre, se alarman enormemente ante el posible deterioro de la economía. Hemos oído recientemente a la ministra de este área decir que vivimos una “pequeña desaceleración, no confirmada”, y en sus palabras identificaba uno algo parecido a la no aceptación de la crisis del gobierno de Zapatero. Es algo instintivo y casi de ruego a la providencia para que tal cosa no ocurra, ya que como bien sabemos, pocos gobernantes, incluidos los más técnicos, tienen la capacidad de actuar a corto plazo sobre la marcha de la economía.

Mi opinión es que deberían prestar más atención a las predicciones económicas a largo plazo y considerar, al menos como un ejercicio de conjetura, la posibilidad de una larga etapa de bajo crecimiento en el mundo. Dan la impresión de desconocer las predicciones y estudios recientes insistiendo en ello.

The Long View

En lo relativo a nuestro país, las últimas predicciones del Banco de España indican tasas respectivas para los años 2018 a 2020 de 2,6 %; 2,2 % ; y 2,0 %; las más bajas de las publicadas en los últimos tiempos.

La tendencia a la baja, por otra parte, no se detendrá en el 2020, sino que seguirá en ese nivel o en uno inferior, según los países, hasta más allá de mediados del presente siglo. Eso al menos es lo indicado en el informe de la OCDE de julio del presente año: The Long View: Scenarios for the world economy to 2060.

Tal informe ha sido presentado por uno de sus autores y discutido a fondo en la reunión semestral de predicción económica mundial del Proyecto LINK de la Naciones Unidas celebrada en Santiago de Chile del 5 al 7 del pasado mes de septiembre. A la que tuve el gusto de asistir como miembro que soy de dicho proyecto desde 1983.

Las reuniones de otoño de este proyecto tienen lugar normalmente en octubre y en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, pero la de este año, en el que conmemoramos el 50 aniversario de este grupo de predicción económica mundial, ha tenido lugar en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas.

El Proyecto LINK de predicción económica mundial

Para los que no estén al tanto conviene indicar que el Proyecto LINK, fundado por el Premio Nobel de Economía de 1980, Lawrence R. Klein (fallecido en 2013), y con sede en la actualidad en las Naciones Unidas, es en realidad una red de predicción económica mundial en la que participan un número importante de países que mantienen modelos econométricos de sus economías. Dichos modelos se interconectan para crear un modelo econométrico global con el que se hacen predicciones económicas mundiales semestralmente. El CEPREDE (Centro de Predicción Económica) de la Universidad Autónoma de Madrid es el nodo español de tal proyecto.

Más de 100 expertos mundiales en predicción y análisis económico se reúnen, con continuidad desde 1968, con una circunstancia especial aparte de la utilización de modelos econométricos. Se trata de que en sus reuniones no faltan nunca los responsables de predicción económica de las más importantes instituciones mundiales: IMF, World Bank, OCDE, Unión Europea y bancos centrales de muchos países.  Es uno de los pocos foros mundiales en los que coinciden todos presentando sus predicciones y análisis. Esto no garantiza la bondad de las predicciones, desde luego, pero los debates llevados a cabo permiten conseguir un cierto consenso de los asistentes sobre la marcha de la economía mundial.

Por lo que tiene que ver con el informe de la OCDE sobre las perspectivas para la economía mundial a largo plazo, lo más destacado se refiere a la desaceleración continua del PIB mundial desde el 3,5 % actual hasta un 2 %, y su mantenimiento en ese nivel durante un largo periodo de tiempo. Hasta el 2060, de hecho, según la predicción básica de dicho informe.

Cambios en las contribuciones a la economía mundial de los distintos grupos de países

La bajada de los ritmos de crecimiento de las economías emergentes será en gran manera responsable de este hecho, aunque las más grandes de este grupo, incluyendo a India y China, seguirán creciendo por encima de los países desarrollados. La consecuencia de este fenómeno será el aumento de peso de dichos países emergentes en la economía mundial. Según las cifras indicadas, en 2060 los porcentajes de contribución serán, aproximadamente, de un 40 % de la OCDE, de un 24 % de China, de un 22 % de India y de un 14 % del resto del mundo.

El nivel de vida medido por el PIB per cápita seguirá aumentando hasta 2060, así como la convergencia entre países, particularmente la convergencia entre los países BRIICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica) y los países desarrollados. Habrá diferencias sin embargo y aunque los países importantes de dicho grupo (BRIICS) se acercarán al nivel de vida de los países desarrollados, otros, incluyendo algunos países de la OCDE, seguirán en 2060 por debajo de la media de nivel de vida de los Estados Unidos.

Un aspecto muy importante de este trabajo de predicción a largo plazo es la referencia al aumento necesario de los impuestos en la mayor parte de los países de la OCDE. Asumiendo que los niveles de deuda se estabilicen en los valores actuales, habrá una presión al alza de los impuestos para hacer frente a las necesidades de la seguridad social, consecuencia entre otras cosas de los cambios demográficos. Se calcula un promedio de aumento del 6,5 % del PIB por país en 2060.

Necesidad de prestar atención al futuro y prepararse para él

Se prevé también un mantenimiento de los tipos de interés bajos debido al enorme volumen de los ahorros mundiales.

En el informe se establecen escenarios alternativos con mucho margen para la mejora de la calidad de gobierno y de las políticas de todo tipo, tanto en el terreno de la educación, como en el del comercio, en el de la reforma de los mercados laborales, la inversión en I+D y la inversión pública en general.

También se aportan cifras interesantes por países en diversos tramos de tiempo, en relación con: potencial de crecimiento; tendencia en la eficiencia laboral; capital por trabajador incorporado; potencial de empleo; y porcentaje de la población activa.

La conclusión a la que se llega leyendo este informe es que todos los países deberían hacer un gran esfuerzo para adaptarse a una economía mundial de bajo crecimiento durante un largo periodo de tiempo. Países como el nuestro, con una elevadísima tasa de desempleo, unos problemas graves de gastos en Seguridad Social en general y pensiones en particular, y unos desequilibrios macroeconómicos destacados, deberían estar preparándose activamente para un futuro no muy favorable.


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Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

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