La crisis sanitaria actual es argumento más que suficiente para detenernos en ella aunque sea brevemente. Estamos dedicando este blog, como saben sus seguidores, a hacer consideraciones económicas, sociales y políticas sobre el deterioro reciente del bien común, pero necesitamos un párrafo aparte. La crisis sanitaria que vivimos, si es larga y compleja, puede llevarnos a un mundo diferente e imprevisible. Los problemas acuciantes actuales pueden no serlo después de ella. Otros más graves vendrán a sustituirlos. Y ni la reflexión puede ser lo que es ahora. A esbozar estas controversias se dedica este post
(Imagen de arriba, Pintura de la ciudad de París (DenKuvaiev / Getty Images/iStockphoto. La Vanguardia. Magazine. https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20181004/452150016645/lugares-aparecen-cuadros-famosos-paisajes-visitar.html )
Justificación tras varios posts previos

“Convierte tu muro en un peldaño”, dejó escrito Rainer Maria Rilke (1875-1926), uno de los poetas más importantes en alemán de todos los tiempos. ¿Cómo hacerlo en estos días de destierro? ¿Quizás escribiendo pensando en los sufrimientos de la gente? ¿Es posible hacerlo tomando la economía financiera actual y los problemas que nos acarrea, como sujetos?
Puede que lo sea, pero, desde luego, forjando nuestras opiniones con una perspectiva humana. Muy humana. Sin ideologías previas, sin atacar a los de enfrente, sin encontrar culpables a priori, sin chivos expiatorios, sin cabezas de turco y sin creer que sabemos más que los demás. Comprensión y compasión por esta desvalida humanidad es lo deseable en estos tiempos duros.
Todos somos autores de lo bueno de nuestras sociedades y culpables de lo malo. A unos hombres, lo sabemos bien, les apasiona el poder, les satisface el egoísmo, la avaricia los llena de placer y no soportan ninguna responsabilidad. Pero, a otros, lo comprobamos a diario, les ofende la prepotencia y el dominio, son abnegados y empáticos, desprendidos sin límite y generosos, y sumamente preocupados por los demás. Muchos más, somos normales y legales, y nos gustaría un mundo en paz, razonable y armonioso.
Un solo mundo y una única humanidad
Somos, al final, familiares, amigos, vecinos, conciudadanos, o, incluso, queridos contrincantes políticos. Todos navegamos en el mismo barco, sin destino, sin velas, sin timonel y en medio de un proceloso océano. Como dijo Isaiah Berlin (1909-1997), “no tenemos más remedio que seguir remando”. Aunque el filósofo italiano Paolo Flores d’Arcais (nacido en 1944), en una entrevista en el suplemento IDEAS de EL País de este 12 de abril, afirma que en realidad viajamos todos en un Ttitanic, en el que hay camarotes de muchos niveles. Los que murieron en aquel transatlántico legendario fueron los de los bajos niveles.
Dependemos del bien común que construyamos a partir de ahora. De nada nos sirven la victorias y derrotas de nuestros antepasados, ni las afrentas sufridas, ni, desde luego, los dioses antiguos y las trasnochadas revoluciones redentoras.
En este blog estamos analizando y criticando los problemas actuales de nuestras sociedades y no podemos adoptar una posición particular, exclusiva o interesada. Intentamos ser ecuánimes y no rechazamos para nuestras opiniones los calificativos de, conservadoras, liberales o socialdemócratas. Pueden ser así, pero siempre a posteriori, nunca desde posiciones previas y cerradas. Nunca desde una torre de marfil intelectual, desde unos intereses a defender o desde unas creencias a difundir.
Una crisis que puede trastocar nuestro mundo
Estábamos hablando en posts anteriores de capitalismo, libre mercado y liberalismo económico, y lo hacíamos, porque hoy por hoy es el “único casino en la ciudad”. Y, también, porque enderezar sus derivas, perfeccionarlo y reinventarlo, nos parece más abordable que cualquier otra alternativa.
Somos conscientes, por otra parte, de que algunos entre nosotros son radicales al respecto: “el capitalismo nunca resolverá la pobreza ni la desigualdad”.
Ni esa opinión nos parece correcta ni tampoco su contraria: “el capitalismo ha traído, sin discusión, el desarrollo y el bienestar para todos”.
Para hablar de los males del presente para porcentajes altos de la población y del peligro para todos de un mundo mal orientado, a la deriva y en descomposición, estamos entrando ahora en el proceso, relativamente reciente de la “finaciarización”, al que hemos unido, tentativamente, el término, “hipercapitalismo”.
Hablaremos de esas cuestiones, pero antes, y ya hemos hecho varios apartes en el tratamiento de este tema, hemos de considerar la aterradora crisis sanitaria actual y la ya anunciada, y más horripilante todavía, crisis económica hacia la que inevitablemente nos dirigimos. Hondos penares nos quedan por pasar a todos, y mejor es reflexionar y actuar juntos. Muchos piensan que tras ella podemos despertarnos en un mundo diferente.
Yuval Noah Harari (nacido en 1976), famoso autor de Homo Sapiens y Homo Deus, viene insistiendo desde hace tiempo sobre la utilización por los gobiernos de las tecnologías digitales, hoy para el control y seguimiento de la pandemia y mañana para la vigilancia de los ciudadanos en posibles regímenes totalitarios . Así lo ha repetido en la entrevista publicada en XL Semanal de ABC de la presente semana.
Cuatro escenarios para la salida de la crisis
Nosotros mismos hemos mostrado nuestra preocupación por lo que ocurrirá en un pequeño ejercicio de prospectiva publicado en la versión on-line de la revista TELOS de Fundación Telefónica. En parte basado en ese trabajo formulamos ahora cuatro escenarios posibles para la salida de la crisis
ESCENARIOS ALTERNATIVOS
ALTA GRAVEDAD DE LA CRISIS SANITARIA | ESCENARIO 3 “CRISIS MUY GRAVE” Corta duración, pero de alta gravedad. (Probabilidad subjetiva: 15 %) | ESCENARIO 4 “CRISIS GRAVE Y CONFLICTIVA” Crisis larga y grave, con existencia de exigencia de cambios generalizados en nuestros sistemas de funcionamiento, incluidas nuestras formas de gobierno. (Probabilidad subjetiva: 10 %) |
BAJA GRAVEDAD DE LA CRISIS SANITARIA | ESCENARIO 1 “CRISIS CORTA Y REBOTE” Salida limpia de la crisis y rebote económico. (Probabilidad subjetiva: 40 %) | ESCENARIO 2 “CRISIS LARGA Y COMPLEJA” Salida sucia de la crisis, con medidas protectoras, controles y actividad restringida durante un tiempo. (Probabilidad subjetiva: 30 %) |
CORTA DURACIÓN DE LA CRISIS SANITARIA | LARGA DURACIÓN DE LA CRISIS SANITARIA |
El Escenario 1 sería el elegido para traerlo al presente y tomar decisiones, aunque no todo en él dependa de nuestra voluntad y nuestro esfuerzo. Algunos ya nos han dicho que ven más probable el Escenario 2, y en éste, con más motivos, es donde podría aparecer un mundo muy distinto al actual. También en los otros dos.
Crisis sanitaria y transformaciones
Esta posibilidad de que las cosas cambien, es la que nos ha llevado a hablar de la crisis sanitaria actual. Estábamos lucubrando en este blog, como hemos dicho, de temas económicos y sociales, del liberalismo económico, del capitalismo, de la financiarización de la economía y del deterioro reciente del bien común y lo seguiremos haciendo, pero, bueno es guardar en mente la posibilidad de que todas estas cosas pierdan relevancia.

Solo revisando la prensa, especialmente reportajes serios y artículos de opinión, además de plataformas solventes, comprobamos la variedad de opiniones sobre transformaciones posibles tras la crisis.
Para algunos, “el capitalismo ha llegado a su fin”, para otros, “la economía mutará tras el virus”, otros opinan que diremos adiós a, la “globalización”, al “neoliberalismo” y al “poder de las finanzas”. Otros, menos drásticos, solo piden menos confianza en “el mecanismo de mercado”, más “presencia de lo público” y más “sociedad del bienestar”. Los hay más drásticos, para los que, “ahora una revolución es el mínimo indispensable”.
Y también, los que son optimistas y creen que las calles se volverán a llenar, pero que estamos ante “un punto de inflexión en la historia”. Así como, los que se preocupan por lo económico y claman por la actuación conjunta de los gobiernos del mundo y por un “sentido común de nuestra época”, por el “pago de la deuda para los más afectados” o por “un plan de reanimación”.
Algunos resaltan la posibilidad de “reacciones de tipo fascista”, otros, por fin, piden “repensar el modelo”, “reinventarlo” o “refundarlo” y los hay, también, que creen que es el “momento para ampliar el contrato social”.
Cambios y transformaciones. Un nuevo modelo
Cabe esperar que además de todo eso, alguien se preocupe por la forma de vivir de la creciente población mundial, por la forma de producir, por el consumo de todos, por el empleo y por la supervivencia. Lo queramos o no, el capitalismo es una forma de organizarnos, imperfecta y con muchos efectos colaterales negativos pero que nos ha traído hasta aquí de forma bastante automática.
¿Cómo organizarnos tras la crisis para seguir “alimentando” (entre comillas) a la población mundial? ¿Qué mecanismos sustituirán a los del esfuerzo y el trabajo de todos y al papel de la ganancia, el éxito y el beneficio? ¿Qué límites impondremos a los resultados de estos mecanismos si es que los mantenemos? ¿Será posible con nuevos mecanismos, alcanzar la subsistencia, la justicia, la libertad, la igualdad y la hermandad?