La escasez de médicos es una tendencia identificable en muchos países desarrollados. En el caso de los Estados Unidos, los expertos, o simplemente suscriptores y amigos, a los que la World Future Society ha preguntado, indican que hacia el año 2030 habrá un déficit de hasta 150.000 médicos si no cambian las circunstancias actuales. No será un problema sin embargo, debido a que la tecnología echará una mano y hará posible que se necesiten menos médicos generales, cirujanos y especialistas de todo tipo. En este post se habla de ello resumiendo lo indicado en el número de septiembre-octubre de la revista THe Futurist que venimos comentando.

En determinados países desarrollados y en muchos en vías de desarrollo hay permanente escasez de médicos y los sistemas de salud públicos y privados son cada vez más costosos. Los sistemas de salud, por eso, y cómo vemos a diario, son siempre imperfectos y objeto de grandes problemas en una mayoría de países.
Según Joe Thomae, otro de los expertos convocados por The Futurist para hacer predicciones sobre las cosas que desaparecerán o no ocurrirán en el futuro, muchos puestos de médicos actuales desaparecerán hacia a el 2030. La tecnología sencillamente hará que disminuya el número de médicos de asistencia a las personas necesario.
Muchas de las visitas periódicas al doctor actuales para temas muy comunes como el chequeo o reconocimiento físico anual, análisis de sangre, incluido el análisis del nivel de colesterol, revisión para detectar el cáncer de próstata en los hombres o el cáncer de mama en las mujeres, y muchos otros que no entren dentro de la calificación de emergencias, serán en los próximos años cosas del pasado.
La tecnología facilitará cada vez más el diagnóstico personalizado desde el propio domicilio y personalmente por cada individuo. La ubicuidad de los smartphones y de terminales y sensores diversos, los cuales estarán conectados a la “nube”, permitirán todo tipo de análisis médicos de forma directa y los protocolos de diagnóstico de todo tipo de tratamientos de problemas de salud, serán simples y comunes. En muchos casos, como ocurre en la actualidad, los resultados normales de los análisis simplemente se volcarán en las bases de datos personales y no serán utilizados para nada más. Sólo en el caso de que existan anomalías graves darán lugar a la actuación de algún doctor.
Los pacientes se acostumbrarán a la falta de privacidad aparente de esos sistemas de información médica del futuro y se darán cuenta de las ventajas de una monitorización continua y fácil de su salud.
Las compañías de seguros contribuirán a la difusión de estos sistemas de control de la salud, ya que las primas de los seguros serán menores para aquellos que los utilicen.
Pero además habrá servicios avanzados proporcionados por dichos sistemas, tales como el anuncio rápido (en tiempo real) de epidemias (de gripe por ejemplo), la difusión detallada de los síntomas y la difusión de los tratamientos.
El diagnóstico podrá ser también asistido por el ordenador, de forma tal que éste hará preguntas similarmente a cómo las hace un doctor. Si el resultado no es el adecuada o no hay diagnóstico claro, el propio sistema, preparará y concertará una fecha con el doctor para una visita.
Joe Thomae dice que con estos sistemas se necesitarán muchos menos doctores, lo cual, a su vez, resolverá el problema de la escasez futura de médicos prevista en muchos países.
Operaciones sin Cirujanos
En el año 2030 en los Estados Unidos, según las tendencias actuales, habrá un déficit de 150.000 médicos, coincidiendo además tal situación con una edad media de los miembros del último boom de natalidad de 72 años. En lo que se refiere a cirugías de todo tipo necesarias para esa población, la tecnología vendrá a resolver el problema.
Los sistemas de cirugía asistida por ordenador, los cuales, entre otras cosas, permiten las intervenciones a distancia serán de uso generalizado. Hoy existen ya en Estados Unidos más de 200 sistemas de cirugía asistida por ordenador de “Vinci Surgical System” y se están probando productos del tipo “Socrates Robotic Telecollaboration System” los cuales permitirán el control remoto de la cirugía asistida por ordenador. Los cirujanos así podrán hacer operaciones desde cualquier localidad del país.
Benjamin C. Yablon, el autor de esta predicción dice que tales sistemas existirán por todo el país y ayudarán a resolver la escasez de cirujanos.
El fin del “Arte del Diagnóstico Médico”
Según Morton Chalfy, un poeta y novelista que vive en California y es miembro y colaborador de la World Future Society, el diagnóstico médico como lo hemos conocido hasta ahora desaparecerá en el futuro. Dicho diagnóstico ha sido durante muchos años la labor de médicos muy conocedores de su profesión, muy experimentados y muy intuitivos que habían desarrollado grandemente la habilidad de diagnosticar con exactitud las enfermedades. Se basaban en síntomas, análisis y deducciones propias, muchas de ellas muy personales y difíciles de explicar y difundir. El diagnóstico ha constituido en manos de dichos profesionales más un arte que una ciencia.
El arte será sustituido por la tecnología en esta materia, como ya vemos por los protocolos que actualmente son ampliamente utilizados en medicina. Los superordenadores como el Watson de IBM que incorporan inteligencia artificial fuerte y que aprenden con la repetición, terminarán teniendo más capacidad de diagnóstico que los mejores médicos aisladamente considerados.
Es difícil, no obstante, que se pueda diagnosticar sin que un médico le vea la cara al enfermo y sin que lo tenga en su presencia, lo palpe y lo explore, por lo que lo más probable será la combinación de las capacidades de los superordenador con las de los médicos experimentados.