En este nuevo post se recogen las opiniones encontradas de dos expertos sobre el futuro de Europa. Para uno de ellos la UE es un proyecto difícil que necesita todavía muchos esfuerzos y cambios culturales fuertes en los distintos países que la componen en la dirección de conseguir una cultura común. Sin dichos cambios la UE no tendrá muchas posibilidades de perdurar. Para otro, el proyecto de unificación europea no tiene vuelta atrás y para el año 2030 tendremos una poderosa potencia mundial en competencia directa con los Estados Unidos y China.

En los Estados Unidos hay en la actualidad mucho interés por la posibilidad de que desaparezca el Euro y por saber si la misma Unión Europea se mantendrá unida. Hay, de hecho, más interés que en la propia Europa donde una mayoría de personas esperan que lo que se está fraguando continúe y se perfeccione. En el informe que comentamos hay dos posturas en relación con la UE, una que para que perdure hay que hacer muchas cosas y tomar muchas medidas y otra que será fácil que dicha unión se mantenga.
En relación con la primera opción, Manuel Au-Youg Oliveira profesor de la Universidad de Oporto, considera que para que el Euro y la UE no desparezcan en los próximos años tienen que producirse grandes cambios tanto dentro de los países europeos como en el gobierno de Europa y en las políticas públicas.
Hace referencia a las distintas culturas de los países europeos y sugiere que al igual que en dos empresas que se fusionan la igualdad cultural de ambas puede resultar decisiva en el éxito de la fusión, también lo es la cultura de los países europeos. Cita al gran economista, historiador de la economía Premio Nobel americano Douglas C. North, quien dice que los cambios estructurales e institucionales no deben disociarse de los cambios culturales a largo plazo.
No lo dice así de claro pero de lo que indica se deduce que si Europa no cambia drásticamente en términos culturales, si no se homogeneizan las culturas de sus distintos países, la UE no será posible a largo plazo.
Europa rompe las fronteras actuales entre países.
Otro autor y futurista, Neil Perry, cree por el contrario que Europa se habrá consolidado para el año 2030. Las actuales fronteras habrán desaparecido, las diferencias culturales y de otro tipo habrán dejado de existir en gran manera y los antiguos países funcionarán como provincias dependientes de un gobierno central europeo. Existirá una lengua común y Europa competirá con los Estados Unidos y China como gigantes económicos en un mundo multipolar. La Europa Unificada se fortalecerá en términos tecnológicos, mejorará su capacidad para ofrecer productos y servicios competitivos, incrementará su nivel de vida y mejorará enormemente en términos económicos y comerciales y en términos de influencia política mundial.