Autores: Adolfo Castilla y José María González del Álamo. Innovation Wars, S. L. CIBUC. https://www.innovationwars.com/
Recordamos en primer lugar que I [A] C es el acrónimo de Inteligencia [Artificial] Colectiva, verdadero nombre de este blog. Nos referimos en este nuevo post a algunos ejemplos concretos vividos por los autores en relación con el tema. En uno de los casos mencionados se trataba de encontrar nuevas ideas sobre un problema cuya solución es urgente para un país como el nuestro. En el otro, mucho más general, se entra en el tema del «aprendizaje colectivo», cuestión básica en la enseñanza on-line, cada vez más popular en nuestros tiempos.
(Imagen de arriba tomada del blog itzelmartinezgro
https://sites.google.com/site/itzelmartinezgro/inteligencia-colectiva )
Superinteligencia

https://prezi.com/7byfhdpalaur/el-aprendizaje-colectivo/ )
En los posts anteriores hemos hablado de las «redes neuronales sociales» y de las «redes neuronales empresariales». Nuevos conceptos que desarrollaremos en futuros posts, pero que nos hablan ya de una inteligencia superior surgida de la interrelación de cerebros humanos a través de la creación en Internet de redes ad hoc para resolver problemas en la sociedad, en las empresas y en otras instituciones. Esto es lo que deberíamos obtener de la Inteligencia Artificial Colectiva, tal como la interpretamos en este blog y tal como la estamos desarrollando en Innovation Wars. Se trata de una inteligencia superior, una especie de “superinteligencia”, aunque no exactamente una Inteligencia Artificial Fuerte en la que las máquinas sean autoconscientes.[1]
La idea es que los hombres conectados a Internet, haciendo uso de las redes sociales, utilizando plataformas construidas ad hoc, empleando APPs existentes y manejando algoritmos diversos e inteligencia artificial normal propiamente dicha, pueden dar lugar a ideas disruptivas con mucha más facilidad que los hombres trabajando aisladamente.
El colectivo adecuadamente manejado con la utilización de redes e inteligencia artificial normal puede dar lugar a mejores ideas que las generadas por los hombres individualmente considerados. Podrá, al menos, de acuerdo con nuestra propia experiencia, dar con la solución de ciertos problemas más rápidamente que los hombres aislados y hacerlo además por consenso, cuando tal requisito sea necesario. Aunque el consenso, como luego diremos, no es lo más importante a la hora de generar una idea disruptiva.
Un ejemplo. Hacia un nuevos modelo productivo
Como ejemplos de lo que decimos nos gustaría mencionar de forma breve varios casos cercanos a lo que estamos diciendo.
El primero tiene que ver con un foro de debate encargado a uno de los autores de este blog por el Consejo Social de una conocida Universidad Española.
Hace unos dos o tres años, dicho Consejo y dicha Universidad habían organizado una conferencia sobre un tema entonces importante después de la crisis posterior al boom inmobiliario: “Nuevo Modelo Productivo. Innovación y Papel de la Universidad”
La conferencia de tres días de duración fue muy interesante pero tras varios meses desde su celebración nada más había ocurrido alrededor de un tema que necesitaba actuaciones. El Consejo Social formado por un numeroso grupo de líderes sociales y altos directivos de empresas se planteó qué hacer adicionalmente.
Se le ocurrió poner en marcha unos foros de debate en Internet en los que durante varios meses se discutiera entre expertos y público en general sobre el tema objetivo. Se trataba de buscar nuevas ideas sobre el nuevo modelo productivo a desarrollar en el país, sobre cómo impulsar la innovación y sobre el papel que le correspondería juagar en ello a las universidades españolas.
Ni que decir tiene que se buscaban ideas disruptivas aportadas por los participantes en los foros y perfeccionadas por el debate conjunto entre ellos.
Tres foros de debate
Se crearon tres foros de debate, uno destinado al propio Consejo Social, otro de expertos y otro abierto al público en general. Como es lógico, el de expertos fue el más cuidado y una labor substancial consistió en buscar expertos tanto del interior del país como de españoles con puestos destacados a nivel internacional.
Se le encargó toda la labor de activar los foros y de obtener conclusiones válidas a un pequeño equipo de trabajo dirigido por Adolfo Castilla.
Durante unos siete meses se debatió de forma importante en los tres foros y al final se elaboró un informe de conclusiones.
Independientemente de la intensidad de la participación, de los debates en sí, de las nuevas ideas descubiertas y del partido que se sacó al informe final elaborado, lo cierto es que los foros de debate con el objetivo de encontrar respuestas a temas difíciles son bastante efectivos. Son muy buenos cuando se trata de obtener consenso en cuanto al diagnóstico de problemas diversos, cuando hay que encontrar nuevas ideas y nuevas actuaciones sobre ellos y son muy útiles para la innovación y para búsqueda de ideas disruptivas.
Queremos insistir en que el consenso no es lo más importante de estos foros. Ni es el consenso ni que alguno de los participantes diga: «veis, ha salido lo que yo decía». Lo mejor es que surjan ideas absolutamente nuevas que no fueran ni sospechadas por los participantes. Eso es lo que en realidad se llama «estigmergia», un término al que ya nos hemos referido en este blog.
Aprendizaje colectivo
Otra actividad cercana a la Inteligencia Colectiva en la que, de nuevo, uno de los autores tiene muchos años de experiencia, es la enseñanza on-line a través de campus virtuales.
Un curso on-line es muy diferente de un curso de enseñanza presencial tradicional. No hay uno que enseña y otro que aprende sino solo uno que aprende, o unos que aprenden, porque terminan aprendiendo todos los participantes, incluido el profesor-tutor. El profesor de un curso on-line es más bien un tutor y su papel no es el de dar clases magistrales sino el de crear un ambiente, una dinámica y un proceso de tutorías que permitan el aprendizaje. Se aprende además de los debates y de las interacciones de unos alumnos con los otros.
Es lo que podría denominarse «aprendizaje colectivo«. Otro tema que veremos avanzar también en nuestras sociedades por la difusión misma de Internet y de las plataformas de enseñanza y formación. Las empresas y sus gestión serán interpretadas en el futuro como sistemas de aprendizaje colectivo. Algo que se ha intentado muchas veces pero para lo que no ha habido, hasta ahora, herramientas válidas.
[1] Recordamos en este punto el libro de Nick Bostrom citado anteriormente, en el cual, por cierto, no hay gran diferencia entre Superinteligencia e Inteligencia Artificial Fuerte. Yo creo, sin embargo, que la hay, y mucha.